Un nuevo récord mundial que da miedo: una deuda de 182 billones de dólares
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha hablado hoy para avisar sin pelos en la lengua de cuál es la situación económica a la que se enfrenta el mundo. Y ha lanzado una serie de datos que pueden poner los pelos de punta a más de uno.
Es el caso, por ejemplo, de la cifra de deuda global que, según cifras del organismo, ha alcanzado un nuevo récord, situándose en los 182 billones de dólares (157 billones de euros).
“La deuda global -ambas, la pública y la privada- ha alcanzado un récord histórico de 182 billones de dólares, casi un 60% por encima de la registrada en 2007”, apuntó Lagarde en un discurso en la sede del FMI, en Washington.
No es la primera vez que se avisa sobre el exagerado endeudamiento que vive la economía mundial. Para muchos esta puede ser la causa que haga estallar la próxima gran crisis económica, que algunos ven más cerca que otros.
El expresidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, aseguró hace unos meses que la nueva recesión “podría llegar antes de los que muchos creen”. A su modo de ver, la deuda pública y privada con relación al producto interior bruto (PIB), que fue una de las causas de la anterior crisis, sigue aumentando y resulta hoy más alarmante incluso que en 2007. Y avisó: hay que ponerle freno si no queremos que el tsunami se repita.
No es el único en hablar en estos términos. Jonathan Beinner, director de inversiones de renta fija en Goldman Sachs Asset Management, ha avisado sobre el modo en que la deuda global se ha dispersado como riesgo para la economía. “Hemos sembrado la semilla para la próxima recesión y existen muchas similitudes”, dijo Beinner comparando el clima de hoy con el que había antes de comenzar la crisis financiera en 2008. “Después de 2008, todo el mundo decía: ‘No puedo creer que hayamos hecho todas esas cosas estúpidas’; pero lo estamos haciendo de nuevo”, dijo durante una presentación en la cumbre de Bloomberg Invest que tuvo lugar en Nueva York en junio.
Las disputas comerciales empiezan a tener sus consecuencias
Y la deuda no es la única preocupación para el FMI. La directora gerente del organismo ha aprovechado su discurso para hablar sobre las perspectivas de crecimiento para los próximos meses, y ya ha adelantado que revisarán a la baja sus previsiones, que se darán a conocer en Bali (Indonesia) del 8 al 14 de octubre en la asamblea anual del Fondo y del Banco Mundial (BM). ¿La causa? Las disputas comerciales mundiales que se han desatado por la política económica del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Lagarde ha explicado que las disputas comerciales y los aranceles están empezando a atenuar la perspectiva de crecimiento económico global. En un discurso antes de las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial la próxima semana en Indonesia, afirmó que el crecimiento estaba en su nivel más alto desde 2011, pero que se había estancado, con menos países ayudando a su expansión.
“En julio, proyectamos un crecimiento global del 3,9 por ciento para 2018 y 2019. La perspectiva desde entonces es menos brillante, como verán la semana que viene en nuestros pronósticos actualizados”, dijo Lagarde sin aportar nuevos datos.
“Una cuestión clave es que la retórica se está transformando en una nueva realidad de barreras comerciales. Esto perjudica no sólo al comercio propiamente dicho, sino también a la inversión y a la producción mientras la incertidumbre sigue creciendo”, añadió.
Efecto en los países emergentes
La guerra comercial, junto con la subida de los tipos de interés y el fortalecimiento del dólar, está empezando a afectar a países con mercados emergentes, dijo Lagarde, citando nuevas investigaciones del FMI que sugieren que los países con mercados emergentes, salvo China, podrían hacer frente a la pérdida de carteras de deuda de hasta 100.000 millones de dólares. Ese es un nivel que coincidiría ampliamente con las fugas de capital durante la crisis financiera mundial de hace una década.
“Hablando claro, no estamos viendo un contagio financiero generalizado -hasta ahora-, pero también sabemos que las condiciones pueden cambiar rápidamente. Si las disputas comerciales actuales se intensificaran, podrían causar un impacto en un rango más amplio de economías emergentes y en desarrollo”, añadió Lagarde.
Artículo elaborado con información de EFE y Reuters.