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Un vehículo para la nieve de 125.000 dólares, el último capricho de los millonarios

Foto: captura de pantalla de video de YouTube.
Foto: captura de pantalla de video de YouTube.

La tormenta invernal que ya todos conocemos como “bomba meteorológica” tendrá a millones en Estados Unidos confinados a sus hogares durante el fin de semana. Pero no será el caso de algunos ricos excéntricos que puedan pagar por un tractor de oruga para desplazarse en la nieve.

Se trata del Tucker Sno-Cat, que bien puede verse como un juguete o un vehículo de colección, en particular por su brillante y distintivo color naranja, y que parece flotar sobre espesas acumulaciones de nieve.

En un producto de Tucker, una compañía que lleva 75 años produciendo máquinas para nieve desde su cuartel general en Medford, Oregón. Tucker inscribió su nombre en la historia al fabricar las 4 máquinas usadas en la expedición de Vivian Ernest Fuchs, el explorador británico que se convirtió en el primer ser humano en cruzar la Antártida por vía terrestre.

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Con el paso de los años, otras compañías dejaron de producir vehículos para la nieve, pero no fue el caso de Tucker, y ahora la demanda Sno-Cats, tanto nuevos como usados, está en su apogeo, gracias a ricos, coleccionistas clásicos y amantes de la nieve. En el mundo del transporte, este es uno de los nichos de mercado más fascinantes en este momento, de acuerdo con Bloomberg.

Los Son-Cats tienen desventajas pues tienden a ser ruidosos, consumen muchísimo combustible y son extremadamente difíciles de rastrear, pero eso no desanima a sus fans.

La compañía, dirigida por Marilee Tucker Sullivan, nieta del fundador E.M. Tucke, produce de 50 a 100 máquinas al año. “Somos una empresa de nicho”, dice ella, “y funciona bastante bien para nosotros”.

Los clientes de más rápido crecimiento son los propietarios privados que desean irse a sus retiros de montaña durante el invierno. Las motos de nieve, después de todo, son frías y básicas, sin comodidades. La cabina del Sno Cat está insulada. “Es un gran mercado para nosotros, y definitivamente hemos notado un aumento este año”, dice John Meilicke, gerente de ventas de la compañía.

El Sno-Cat personal más popular es el 2000Xtra Lite de Tucker, una plataforma básica que comienza en $ 125,000. Tiene capacidad para cuatro personas y una velocidad máxima de 18 mph.

“A partir de ahí, les digo a mis clientes, el cielo es el límite”, dice Meilicke. Hace unos meses, un cliente ordenó un Tucker en rojo Ferrari. Meilicke estaba feliz de cambiar el color naranja distintivo de la compañía, pero desde luego tuvo un precio…muy lucrativo.

Utilizado por el Gobierno…

De acuerdo con Bloomberg, los mejores clientes de Tucker son los militares estadounidenses, equipos de perforación petrolera en Alaska y Dakota del Norte, y servicios públicos que necesitan dar servicio a las líneas eléctricas azotadas por la nieve.

En 2017 Tucker obtuvo casi $ 600,000 en contratos gubernamentales, incluida una orden para dar servicio a siete de sus máquinas en el Centro de Entrenamiento de Guerra de la Marina del Cuerpo de Marines en la Sierra Nevada de California.

… y deseado por los coleccionistas

Los Son-Cat de Tucker son muy codiciados por los coleccionistas. Jesse Cook, que dirige una tienda de automóviles cerca de Portland, Oregón, posee 10.

Cook dice que los precios se han triplicado en los últimos cinco años, y oscilan desde $ 10,000 por vehículos casi herrumbrosos hasta muy por encima de $ 100,000 por uno completamente restaurado. Los modelos más codiciados incluyen las máquinas llamadas “rock ‘n’ roll” que cruzaron la Antártida.

Hace tres años, la compañía comenzó un servicio de reventa y restauración de máquinas antiguas. Encabezada por Jeff McNeil, el bisnieto del fundador, se ha convertido en una de las líneas de negocios más rentables de la compañía.

“Definitivamente es una enfermedad”, dice Cook de su hobby. “Si estás en el mundo de Tucker, dicen: ‘Has estado bebiendo demasiado Kool-Aid anaranjado'”.

“No sé dónde podrías hallar uno”, agregó. “Y si lo supiera, no te lo diría, porque iría a comprarlo para mí”.