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¿Qué veo? Cinco historias navideñas para celebrar más allá de las tradiciones

Brooke Shields en Un castillo por Navidad, disponible en Netflix
Brooke Shields en Un castillo por Navidad, disponible en Netflix

Otra vez llegó ese momento del año. Es tiempo de decorar el arbolito y planificar los encuentros familiares mientras la nieve cae afuera y se enciende la chimenea. En la pantalla, claro. Para nuestro hemisferio sur, el frío es un recuerdo lejano que solo es posible convocar al menos por un rato mirando la nutrida oferta de contenido navideño que ofrecen las plataformas de streaming. De comedias románticas con tramas predecibles a fábulas para ver en familia las opciones suelen repetirse año a año sin demasiada variedad aunque, cada tanto, la tradición deja espacio también para algunas opciones novedosas y más inclusivas. A continuación, cinco propuestas para ver té en mano. Puede estar frío.

Cary Elwes y Brooke Shields, enamorados en Escocia
Cary Elwes y Brooke Shields, enamorados en Escocia


Cary Elwes y Brooke Shields, enamorados en Escocia

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Un castillo por Navidad. Entre las reglas no escritas pero usualmente aplicadas en las comedias románticas navideñas existe la de asignar profesiones creativas a al menos uno de los integrantes de la pareja protagonista. Otra constante tiene que ver, claro, con su aspecto físico, que parece diseñado en un laboratorio, que mezcla modelos con actores en perfecto estado físico, todos con un tope de edad cercano a los cuarenta años. Hay excepciones, por supuesto, pero no muchas y entre ellas este film se atrevió, en términos etarios, más que ninguno dentro del subgénero. Es que el cuento de hadas aquí está centrado en Sophie, una exitosa escritora de novelas románticas que está a punto de perderlo todo cuando “asesina” al héroe de sus ficciones. Después de un exabrupto público en el programa de Drew Barrymore (sí, la verdadera Drew Barrymore), la mujer decide recuperarse en Escocia, más precisamente en el pueblo natal de su padre, escenario de todos sus cuentos infantiles. Hasta aquí nada diferencia al film de otros de su tiempo -salvo el considerable presupuesto-, pero acá todo es distinto porque Sophie está interpretada por Brooke Shields, que aunque sigue pareciéndose a la adolescente que era cuando protagonizó La laguna azul, lo cierto es que aquí interpreta a una mujer de su edad: 56 años. Con una hija ya en la universidad y un divorcio doloroso encima, la protagonista decide huir hacia un idílico pasado que resulta en un pintoresco aunque no tan sencillo presente cuando se cruza con el castillo de los relatos de su padre y el duque que lo heredó, papel a cargo de Cary Elwes, galán maduro que para muchos siempre será el joven Wesley de La princesa prometida. La historia de amor madura nunca deja de ser liviana y aunque por momentos se esfuerce demasiado en conformar a todos, celebra la posibilidad de encontrar el amor a cualquier edad. Disponible en Netflix

Un documental con consecuencias inesperadas sobre la obsesión de un hombre con la navidad
Un documental con consecuencias inesperadas sobre la obsesión de un hombre con la navidad


Un documental con consecuencias inesperadas sobre la obsesión de un hombre con la navidad

Twas the Fight Before Christmas. Para los aficionados de los documentales, la temporada navideña no suele tener mucho para ofrecer. O al menos nada que sea demasiado interesante. Por eso, esta película que retrata el conflicto entre Jeremy Morris y la junta vecinal del barrio al que se muda con su familia es una excepción. Para empezar, el documental dirigido por Becky Read cuenta con un personaje central, Morris, que parece inventado por un guionista despreocupado por el verosímil. El abogado de Idaho, esposo, padre y cristiano obsesionado desde la infancia con la Navidad existe en toda su excentricidad que, en principio, parece inofensiva. Pero rápidamente, cuando se muda junto a su familia a un bonito y tranquilo barrio cerrado, demuestra ser todo lo contrario. Decidido a montar un “show navideño” en su jardín que incluye la presencia de un camello, un coro y miles de visitantes, Morris pasa de ser el fanático número uno de Papá Noel a un violento extremista que arma un caso judicial contra sus vecinos para defender lo que él llama su “iglesia”. Entre muchas otras cosas, el film demuestra que detrás del pintoresco cuadro de la nieve y las decoraciones alusivas a veces en la vida real también puede esconderse algo siniestro. Disponible en Apple TV+

 Philemon Chambers, Michael Urie y Jennifer Coolidge en Soltero en navidad
Philemon Chambers, Michael Urie y Jennifer Coolidge en Soltero en navidad


Philemon Chambers, Michael Urie y Jennifer Coolidge en Soltero en navidad

Soltero en Navidad. Promocionada como la primera comedia romántica navideña gay de Netflix, esta película carga con demasiadas expectativas en comparación con la tonelada de otros telefilms de su tipo, en los que siempre se trata del encuentro bajo el muérdago de una pareja heterosexual joven y atractiva. Pertenece al subgénero construido sobre una base de clichés y tópicos que respetan las tradiciones, pero al mismo tiempo, el hecho de que los protagonistas sean dos hombres parece contradecirlas. Pero no: con inteligencia, mucha ternura y la intención de contar un cuento de hadas con final feliz, la película logra el equilibrio entre la inclusión y la fantasía romántica. El soltero del título es Peter (Michael Urie, al que algunos recordarán por su papel en Ugly Betty), quien desafortunado en el amor e insatisfecho con su trabajo de publicista de “instagays” (influencers de la comunidad LGTBQ+) decide regresar a su casa para Navidad acompañado por su mejor amigo Nick (Philemon Chambers). Que su bien intencionada y amorosa familia-que incluye a la tía Sandy, interpretada por la inigualable Jennifer Coolidge-, los reciba feliz y con ganas de que finalmente se conviertan en pareja, provoca momentos de comedia y romance que consiguen ser al mismo tiempo respetuosos para con la comunidad gay y con la estructura de las películas navideñas. Disponible en Netflix

Neil Patrick Harris en Navidad en 8 Bits
Neil Patrick Harris en Navidad en 8 Bits


Neil Patrick Harris en Navidad en 8 Bits

Navidad en 8 Bits. Cualquier adulto hoy observa los comportamientos y hábitos de los niños actuales con una mezcla de preocupación y ajenidad. Esa insistencia de los más chicos por tener acceso a un celular casi desde la cuna y el atractivo de las consolas de juegos por sobre cualquier otra propuesta desconciertan a muchos tal vez porque olvidaron su propia avidez por los fichines, el Atari o los primeros Nintendo. Algo de eso se muestra en este film familiar repleto de sentimentalismo, nostalgia ochentosa y un humor que logra salvarlo de ciertos melosos excesos. La acción comienza en la actualidad cuando Jake (Neil Patrick Harris) le explica una y otra vez a su hija preadolescente por qué no recibirá un celular para Navidad. En plena turbulencia emocional, nada de lo que su padre argumenta convence a la chica hasta que él mismo admite que a su edad también se había obsesionado por un regalo que sus padres se negaban a hacerle: una consola de juegos Nintendo. Y así, la trama regresa a los años ochenta para relatar aquellas navidades en las que Jake (Winslow Fegley), y sus amigos hicieron lo imposible para conseguirla. Gracias a las actuaciones de Harris, Steve Zahn (White Lotus) como el peculiar papá de Jake y June Diane Raphael (Grace y Frankie) como su mamá, además del tierno y carismático elenco infantil, esta película intenta ser un puente entre generaciones y en sus mejores momentos logra su cometido. Disponible en HBO Max

Archie Yates es el protagonista de la nueva versión de "Mi pobre angelito"
Philippe Bosse


Archie Yates es el protagonista de la nueva versión de "Mi pobre angelito" (Philippe Bosse/)

Mi pobre y dulce angelito. Para muchos la discusión sobre cuál es la mejor película navideña se divide entre quienes prefieren a la británica Realmente amor y los que se encolumnan detrás de Duro de matar. Sin embargo, hay otro film que suele unir a los dos grupos: Mi pobre angelito, con Macauley Culkin y dirigida por Chris Colombus. La alquimia conseguida en la película de 1990 gracias al imaginativo guion y el carisma de Culkin como el travieso y tierno Kevin McCallister no se volvió a repetir en las continuaciones del film ni en otros que intentaron copiar la fórmula. Pero ahora, los estudios Disney (dueños de la historia desde la adquisición de Fox), decidieron volver a intentarlo. Sin ser una continuación o una remake, la nueva película utiliza la misma excusa argumental, un niño olvidado en su casa para Navidad que debe defender el hogar de un dúo de ladrones, aunque ahora incluya detalles actuales y una mirada un tanto más comprensiva de los criminales en cuestión. Con varios rulos narrativos que ayudan a explicar como Max (Archie Mercer, de Jojo Rabbit) puede quedarse solo en casa y sin comunicación con su familia en esta era de hiperconectividad, la película aprovecha las habilidades para la comedia de su protagonista y la de sus antagonistas. Aquí los “malos” son una pareja, encarnada por Rob Delaney (Catastrophe) y Ellie Kemper (Unbreakable Kimmy Schmidt), en reemplazo de los malvados de antaño que interpretaban Joe Pesci y Daniel Stern. Disponible en Disney+