Yahoo Finanzas Yoplait obró el milagro de convertir un simple yogur en algo realmente molón
El yogur es uno de los productos imprescindibles en nuestras neveras y su origen es antiquísimo: se cree que nació hace miles de años en Mesopotamia. Sin embargo, los hábitos de consumo del yogur han cambiado mucho.
Y es que en España el yogur no se hizo omnipresente hasta los años sesenta, cuando la gente empezó a tener neveras para conservarlo. Hasta entonces los yogures se vendían en las farmacias, ya que eran considerados remedios medicinales con propiedades reconstituyentes y antisépticos intestinales.
No es de extrañar, por tanto, que los primeros anuncios de yogures fueran en esta línea: la publicidad se enfocaba sobre todo en las madres y resaltaba los beneficios que tenía su consumo para la salud de sus niños.
En los años 80, con la llegada del yogur líquido, Yoplait tuvo una idea tremendamente arriesgada: cambiar totalmente el concepto de su producto y el público al que se dirigía. Lanzó un innovador spot en el que, en lugar de amas de casa, aparecían jóvenes festivos bebiendo yogures Yop como si fuera lo más cool del verano.
La jugada le salió redonda a Yoplait: el yogur dejó de considerarse un remedio para las tripitas de los niños y pasó a ser una deliciosa bebida disfrutable para todo el mundo. El éxito fue tan rotundo que, en aquella época, se le llamaba “Yop” coloquialmente a cualquier marca de yogur líquido, un logro que han conseguido pocas marcas como Bimbo con el pan de molde o Albal con el papel de aluminio.
La historia de Yop en España terminó en 2001, con el cierre de la única fábrica de Sodiber en Alcobendas tras 30 años de actividad. Sin embargo, fuera de nuestras fronteras la marca ha seguido triunfando, llegando a ser incluso Socio Promocional y el Yogur Oficial de la NBA Paris Game 2020.
Entretanto, en España se pueden seguir comprando “yops”, claro, aunque probablemente serán de Danone o de alguna marca blanca. Todo gracias a la valentía de una marca que se atrevió a darle un giro de 180 grados a un producto para convertirlo en algo molón.
