(Bloomberg) -- Los subordinados de Elon Musk en Tesla Inc. están acostumbrados al caos. Es parte de trabajar para un director ejecutivo que fija objetivos exigentes y que, a menudo, cambia bruscamente de dirección. Su biógrafo describe sus estados de ánimo más intensos como “modo demonio”.Lo más leído de BloombergNuevos aranceles de Chile al acero chino impulsan acciones de la siderúrgica CAPCinco cosas que debe saber para comenzar el díaEcuador respalda medidas de seguridad pero rechaza reforma
Aunque el concepto de taxi autónomo ha estado en el radar del fabricante de autos eléctricos durante varios años, gran parte de la infraestructura necesaria aún no se ha puesto en marcha.
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