Bélgica intenta evitar la instalación de campos de refugiados en su costa

Los policías belgas vigilan la zona de Zeebrugge, localidad costera y puerto de Brujas. Intentan impedir la instalación de campos de refugiados a lo largo de la costa como en el caso de Calais, en Francia. Estos inmigrantes quieren ir al Reino Unido, pero mientras tanto, pasan el tiempo cerca de esta iglesia. “Quiero ir a Inglaterra, allí está mi tío, mi primo me va a ayudar. En Bélgica la gente es muy buena, me han dado agua y comida”, dice este hombre, que prefiere no salir delante de la cámara. El gobernador de la provincia de Flandes Occidental ha pedido a los ciudadanos que no den comida a los refugiados, algo que no comparte este sacerdote, que nos cuenta que los vecinos ayudan con lo que pueden. E incluso la iglesia abre sus puertas algunas veces para que se refugien del frío tanto de dia como de noche. “En la frontera belga está prohibido alimentar a las gaviotas, porque hay muchas. Pero estas personas están en una situación muy difícil y necesitan comida, no podemos dejar que pasen hambre. Porque si no, se las van a arreglar para conseguirla y van a empezar a robar”, ha declarado Fernand Maréchal. A 12 kilómetros se encuentra Brujas. El acalde cree que que muchos de estos refugiados no son solicitantes reales de asilo sino que buscan algún tipo de beneficio, manipulados por los traficantes. “Realmente tenemos la impresión de que se trata de un primer grupo que viene para ver que lo que es posible conseguir en Bélgica y el mensaje es: Bélgica no es Francia”, ha respondido Renaat Landuyt. Ya que llegar al Reino Unido desde Calais se ha convertido en una misión casi imposible, muchos inmigrantes mantienen la esperanza coger algun día uno de los barcos de salen desde Bélgica.