Anuncios
U.S. markets closed
  • S&P 500

    5,018.39
    -17.30 (-0.34%)
     
  • Dow Jones

    37,903.29
    +87.37 (+0.23%)
     
  • Nasdaq

    15,605.48
    -52.34 (-0.33%)
     
  • Russell 2000

    1,980.23
    +6.32 (+0.32%)
     
  • Petróleo

    79.13
    +0.13 (+0.16%)
     
  • Oro

    2,330.20
    +19.20 (+0.83%)
     
  • Plata

    26.93
    +0.18 (+0.68%)
     
  • dólar/euro

    1.0724
    +0.0052 (+0.48%)
     
  • Bono a 10 años

    4.5950
    -0.0910 (-1.94%)
     
  • dólar/libra

    1.2536
    +0.0040 (+0.32%)
     
  • yen/dólar

    154.9940
    -2.7020 (-1.71%)
     
  • Bitcoin USD

    58,063.58
    -2,153.58 (-3.58%)
     
  • CMC Crypto 200

    1,202.07
    -136.99 (-10.23%)
     
  • FTSE 100

    8,121.24
    -22.89 (-0.28%)
     
  • Nikkei 225

    38,274.05
    -131.61 (-0.34%)
     

¿Cuánto gastan los latinos en ropa?

Vitrina de un mall comercial en Viña del Mar, Chile, uno de los países con más gasto per cápita en vestuario. REUTERS/Rodrigo Garrido
Vitrina de un mall comercial en Viña del Mar, Chile, uno de los países con más gasto per cápita en vestuario. REUTERS/Rodrigo Garrido

Por Sebastián Aguirre Eastman

La manera en la que las personas se visten dice mucho de ellas pero también del país que habiten, aún cuando haya factores sociales, económicos, culturales y geográficos que incidan en sus compras. Pero algo más importante es que el gasto que realizan en su indumentaria es una radiografía de las economías internas.

En 2014, la firma Euromonitor International señaló a Chile como el país latinoamericano con el mayor consumo per cápita en vestuario con 346,2 dólares al año. Le seguía Argentina con 245,3 dólares y cerraba el “podio” Venezuela con 217,3.

Hoy no hay una entidad que entregue una cifra oficial con el registro del gasto per cápita en vestuario para la región, pero interpretando los comportamientos que reporta el mercado, el CEO de la firma investigadora Raddar en Bogotá, Colombia, Juan Diego Becerra, afirma que Chile y Argentina, y los uruguayos en vez de los venezolanos (cuyo poder adquisitivo ha mermado debido a las circunstancias políticas y sociales que han afectado su economía), son en la actualidad quienes más invierten en este rublo, con entre el 6 y el 7% de sus ingresos mensuales destinados a renovar su indumentaria.

PUBLICIDAD

Becerra explica que el principal factor está asociado a fenómenos climáticos, que para el caso de los países del sur del continente resultan más extremos dados los periodos estacionales, en especial en épocas de invierno que los obligan a aprovisionarse de ropas más costosas.

El caso argentino

Alicia Hernández, gerente general de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria, elaboró desde Buenos Aires para Yahoo Finanzas un reporte estadístico basado en las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, en el que da cuenta que los argentinos en promedio gastan 75 dólares al mes en vestuario (1.265 pesos argentinos) y que para 2018 esa cifra puede crecer un poco, hasta los 77 dólares (1.518 pesos argentinos).

La variación entre el gasto per cápita de 2014 informado por Euromonitor, el del cierre de 2017 y la proyección para 2018 que comparte Alicia Hernández se debe, además de a dinámicas del mercado interno y a cambios en las tendencias del consumidor, a la cotización del peso argentino con respecto al dólar. Hace cuatro años, por un peso se entregaban cerca de 8 dólares; al finalizar 2017 ese valor estaba cerca a los 17,50 y en el año que inicia se calcula en 19,50.

Una mujer mira un aparador de ropa y calzado en Buenos Aires, Argentina, el lunes 27 de enero de 2014. (AP Foto/Víctor R. Caivano)
Una mujer mira un aparador de ropa y calzado en Buenos Aires, Argentina, el lunes 27 de enero de 2014. (AP Foto/Víctor R. Caivano)

Sin embargo, el porcentaje del gasto per cápita en vestuario para los argentinos se mantiene entre el 6 y el 7%, coincidiendo con lo señalado por Juan Diego Becerra. En ese país, agrega Alicia Hernández, “a partir de 2016 , fecha de inicio del nuevo gobierno, los retailers locales han registrado bajadas de ventas en relación a años anteriores”.

“Se ha producido una caída del poder adquisitivo de la población como consecuencia de ajustes salariales por debajo de la tasa de inflación, incremento en las tarifas de servicios públicos y de algunos impuestos de las provincias. Esto cambió la matriz de consumo siendo indumentaria un sector muy sensible, dependiente del consumo interno. No obstante, hay un sector de la población que es fanático de la moda y tiene ingresos compatibles con una alto nivel de consumo. Se estima que ese sector es de aproximadamente 3.000.000 de personas”, explica Becerra.

Los chilenos quieren lucir acorde con el estatus de su país

Chile, por su parte, no cuenta con estadísticas oficiales sobre el consumo per cápita en vestuario. Un reporte noticioso del canal de televisión Tele 13 emitido en octubre pasado indicaba que en promedio el chileno compra 37 prendas de vestir al año, cuando en 2011 mercaba 31.

Luis Miranda, director del portal chileno ModaCl, afirma desde Santiago que esa tendencia va de la mano con el crecimiento económico que ha experimentado el país en los últimos años (pese a que en 2016 y 2017 no ha superado el 2% anual), avalado por las evaluaciones emitidas por las firmas de calificación crediticia.

“Los consumidores se preocupan más por vestirse bien, se han vuelto más exitistas. La situación económica también les ha permitido tener niveles de endeudamiento más alto, y además se ha presentado un auge de los diseñadores locales”.

Situación en Colombia y Brasil

El Instituto para la Exportación y Moda de Colombia, Inexmoda, es quizá de los pocos en la región que ofrece un reporte mensual con el gasto per cápita en vestuario en ese país. El más reciente, de diciembre de 2017, indicó que el consumo para ese mes fue de 32 mil pesos (11 dólares), y para el total del año 280 mil pesos colombianos (unos 98 dólares).

Carlos Eduardo Botero, presidente de dicho Instituto, afirma que “la moda representa la cultura, cada país tiene una forma de entender la moda, en nuestro caso tenemos una gran ventaja, y es que somos reconocidos por nuestra moda, con marcas nacionales muy buenas que hacen un trabajo importante para llegar a otros países”.

En un informe sobre la situación textil en España, la escuela de negocios EAE, con sedes en Madrid y Barcelona, proyectó que entre 2014 y 2019, en Brasil el gasto per cápita anual sería de 203 euros (250 dólares). La recesión económica que experimentó ese país en el último lustro provocó, citando un informe del Diario do Comercio, una caída del 11% en el consumo de vestuario entre 2014 y 2016.

El mismo informe de la escuela EAE cifró en 325.000 millones de euros (400.000 millones de dólares) el mercado de prendas de vestir en las Américas (sin contar Estados Unidos y Canadá), y proyecta que entre 2014 y 2019 ese rubro crezca en un 4,5%.

En la foto, una tienda de Mango en un centro comercial en México Ciudad el 20 de mayo de 2017. REUTERS/Henry Romero
En la foto, una tienda de Mango en un centro comercial en México Ciudad el 20 de mayo de 2017. REUTERS/Henry Romero

Análisis del comportamiento del consumidor

Juan Diego Becerra, CEO de Raddar, afirma que el mercado latinoamericano, si bien difiere en asuntos culturales y sociales, se ha homogeneizado un poco en términos de oferta dado que las grandes marcas internacionales ya están presentes en las principales ciudades de cada país.

En cuanto al comportamiento del consumidor, considera que este cada vez gasta menos en vestuario en proporción a su ingreso, y que en el caso de aquellos países donde las estaciones climáticas dictaminan algunas dinámicas de la oferta y la demanda, esto se convierte en una oportunidad para desarrollar modelos de negocio asociados a las ocasiones de uso, que permitan diversificar la oferta y los clientes se vean tentados a comprar más.

El consultor argentino Gabriel Farías publicó en su sitio web en febrero de 2016 un análisis de tendencias de consumo textil para los próximos diez años, y dijo: “existe una correlación positiva entre el gasto de los consumidores en diversas categorías y el nivel económico de cada país. En las economías de menor desarrollo, el gasto de los consumidores es más alto en alimentos seguido del vestido, la vivienda y otros artículos. En las economías desarrolladas, a medida que aumenta la renta disponible de los consumidores, la participación de categorías básicas, tales como ropa, se reduce, mientras que la proporción de nuevas categorías como entretenimiento, recreación, bienes de consumo duraderos, viajes, etc., aumentan. Aunque en términos de valores absolutos, el gasto en la ropa no va a bajar, el incremento será más lento que el aumento global de la renta disponible.

Y cierra: “este comportamiento del consumo a nivel país hace que el gasto en ropa suba inicialmente a un ritmo más rápido que el crecimiento económico del propio país. En las economías desarrolladas, el crecimiento de gasto per cápita se ralentiza o se estanca, mientras que en términos de valor, el gasto en ropa sigue creciendo (…). El crecimiento proyectado del gasto per cápita y la población hará que el mercado de la ropa mundial crezca a una tasa compuesta anual de ~ 5% durante 2012-2025 para alcanzar un tamaño de ~ US$ 2,1 trillones en 2025”.

Artículos relacionados que te pueden interesar:

Ya nadie quiere ropa de segunda mano y el serio problema que eso supone

El triunfo de las marcas blancas provoca el apocalípsis de la venta de ropa tradicional