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El acuerdo de Kushner en Serbia responde a un interés anterior de Trump

Jared Kushner en el acto de anuncio de la candidatura de Donald Trump en Mar-a-Lago, en Palm Beach, Florida, el 15 de noviembre de 2022. (Saul Martinez/The New York Times)
Jared Kushner en el acto de anuncio de la candidatura de Donald Trump en Mar-a-Lago, en Palm Beach, Florida, el 15 de noviembre de 2022. (Saul Martinez/The New York Times)

WASHINGTON — El plan de Jared Kushner y sus socios comerciales de reurbanizar un preciado emplazamiento en la capital de Serbia, Belgrado, hace eco del interés de Donald Trump hace una década en buscar un acuerdo para el sitio y una propuesta similar impulsada durante su mandato en la Casa Blanca por un alto asesor que ahora trabaja con Kushner, según una revisión del proyecto.

El acuerdo tentativo entre el equipo de Kushner y el gobierno serbio le otorgaría a la firma de inversión de Kushner un contrato de arrendamiento de 99 años, sin cargo, y el derecho a construir un hotel de lujo, un complejo de apartamentos y un museo en el sitio de la antigua sede del Ministerio de Defensa yugoslavo en Belgrado, que fue bombardeado por la OTAN en 1999. Un borrador del acuerdo fue facilitado a The New York Times por un funcionario serbio.

En 2013, dos años antes de que comenzara a hacer campaña para la presidencia, Trump —suegro de Kushner— le dijo a un alto funcionario del gobierno serbio que quería construir un hotel de lujo en el lugar. Asociados de la Organización Trump viajaron a Belgrado para inspeccionar el lugar. El proyecto no prosperó antes de que Trump fuera elegido en 2016, y tras jurar el cargo prometió no hacer más negocios nuevos en el extranjero.

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Pero desarrollar el sitio atraería de nuevo el interés del círculo de Trump.

Richard Grenell, a quien Trump había nombrado enviado especial en los Balcanes, impulsó un plan relacionado durante el mandato de Trump para que Serbia y Estados Unidos trabajaran de manera conjunta en la reconstrucción del emplazamiento del Ministerio de Defensa. Presentó argumentos a favor del uso de inversiones estadounidenses para transformar el sitio de Belgrado mientras todavía fungía de manera oficial como diplomático estadounidense en 2020, según las transcripciones y una grabación de los comentarios realizados durante varias conferencias de prensa del gobierno.

Kushner dijo en una entrevista el domingo que nunca había hablado con Trump del proyecto de Belgrado y que no estaba al tanto del interés previo de su suegro en reconstruir el sitio.

Richard Grenell, asesor del presidente Trump en materia de Serbia-Kosovo, en el centro, y Jason Kushner, observan a Robert O
Richard Grenell, asesor del presidente Trump en materia de Serbia-Kosovo, en el centro, y Jason Kushner, observan a Robert O'Brien, asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, el 4 de septiembre de 2020. (Anna Moneymaker/The New York Times)

“No tenía idea de que mi suegro había estado interesado en esa región y dudo que él tuviera conocimiento de este acuerdo en el que estamos trabajando”, agregó Kushner.

Los representantes de Trump no respondieron a las múltiples solicitudes de comentarios sobre el esfuerzo actual de Kushner o el interés previo de Trump en el desarrollo de Belgrado.

Grenell aseguró que él tampoco tenía conocimiento del interés de Trump en el sitio antes de su presidencia. Pero ahora está trabajando con Kushner en el nuevo acuerdo de desarrollo y, según Kushner, fue el más interesado en que considerara la inversión en Belgrado.

En calidad de enviado especial durante los dos últimos años del gobierno de Trump, Grenell ayudó a impulsar las conversaciones de reconciliación económica entre Serbia y Kosovo, dos naciones vecinas que han mantenido relaciones tensas desde el final de la guerra de Bosnia en 1995.

El vínculo entre la participación de Grenell para impulsar la reconstrucción del sitio de Belgrado dentro y fuera del gobierno, así como el acuerdo tentativo de Kushner ahora para llevar a cabo la propuesta en beneficio personal plantea preguntas nuevas sobre los conflictos de intereses entre sus roles públicos y su riqueza privada mientras Trump busca nuevamente la presidencia, con gobiernos extranjeros observando de cerca.

El viernes, Kushner confirmó que su empresa de inversiones estaba tratando de cerrar el acuerdo en Serbia, así como proyectos inmobiliarios de lujo en Albania, y que esperaba finalizar los acuerdos pronto.

La coincidencia entre los actos oficiales de Kushner y Grenell mientras servían en el gobierno y los acuerdos empresariales que están llevando a cabo en las regiones en las que sirvieron evoca los acuerdos alcanzados por el exsecretario del Tesoro Steven Mnuchin y Kushner en Medio Oriente después de dejar el cargo.

Después de dejar el gobierno de Trump, Mnuchin y Kushner, quienes tuvieron una participación activa en la diplomacia de Medio Oriente, crearon sendas empresas de inversión que luego obtuvieron miles de millones de dólares del gobierno saudita y cientos de millones de dólares de otras naciones del Medio Oriente.

Kathleen Clark, profesora de Derecho en la Universidad de Washington en San Luis, especializada en ética gubernamental, dijo que el proyecto de Kushner en Serbia crearía un conflicto de intereses si Trump fuera reelegido, incluso si no se tratara de algún esfuerzo de larga data de la familia para obtener acceso al sitio.

“La preocupación es que el gobierno de Serbia pueda intentar influir en un futuro presidente Trump enriqueciendo a la familia del mandatario”, dijo y agregó: “La política exterior hacia Serbia debería estar influida por lo que interesa a Estados Unidos, no por favores financieros procedentes del gobierno serbio”.

Según funcionarios del gobierno serbio, la propuesta de Grenell en 2020 de reconsiderar la reconstrucción en el emplazamiento del antiguo cuartel militar bombardeado se produjo justo después de que Trump recibiera en la Casa Blanca a Aleksandar Vucic, presidente de Serbia. Durante esa visita, Vucic elogió los progresos realizados por Grenell en la normalización de las relaciones económicas entre Serbia y Kosovo.

Trump también elogió a Grenell en la ceremonia, en la que Grenell describió el progreso entre ambas partes como un resultado claro de la presidencia de Trump y que podría conducir a un avance político. Kushner se desempeñaba como asesor principal de Trump en la Casa Blanca en ese momento.

El borrador del acuerdo proporcionado al Times por un funcionario del gobierno serbio también especifica la opción de transferir formalmente la propiedad del inmueble a la sociedad de Kushner de forma gratuita, una vez construidos el complejo hotelero y las unidades residenciales de lujo.

En una entrevista, Kushner no puso en duda la veracidad del documento obtenido por el Times. Dijo que las partes habían acordado de manera provisional ceder al gobierno serbio el 22 por ciento de los beneficios generados por el proyecto, de unos 500 millones de dólares.

La empresa de Kushner, Affinity Partners, dijo en una declaración que el sitio de Belgrado “se transformaría en un hotel de lujo de clase mundial”, pero que también incluiría un museo y un monumento conmemorativo diseñados por arquitectos serbios, para rendir homenaje a la importancia del lugar en la historia reciente de Serbia.

Kushner dijo que Grenell lo había alentado a seguir adelante con el proyecto.

“Ric es un gran defensor de la inversión en los Balcanes y estuvo intentando que invirtiera en este proyecto desde que lancé mi fondo”, dijo Kushner, señalando que una empresa estadounidense reconstruiría un lugar que la OTAN había bombardeado.

Los representantes del gobierno serbio no respondieron de inmediato a las preguntas ni a varias solicitudes de comentarios.

Danijela Nestorovic, integrante del partido de la oposición en el parlamento serbio, y otros miembros de su partido condenaron el acuerdo propuesto por Kushner en una declaración al Times, y señalaron que varias personas murieron y 40 resultaron heridas durante el periodo del ataque de la OTAN cuando el edificio fue bombardeado.

“El edificio del Cuartel General del Estado Mayor es un monumento para nosotros”, decía en la declaración, en referencia al cuartel militar bombardeado. “Desata emociones profundas y reprimidas entre las víctimas del bombardeo de la OTAN. Construir allí un hotel sería una burla para los ciudadanos de Serbia”.

El domingo en una entrevista con el Times, Grenell comentó que el acuerdo de Kushner representaba una oportunidad de “convertir un símbolo del conflicto anterior en un puente de amistad y renovación”, y que “simboliza el tremendo progreso que se ha hecho para sanar las heridas del pasado”.

En 2020, cuando Grenell presionó a las autoridades serbias para que consideraran la posibilidad de trabajar con inversionistas estadounidenses a fin de reconstruir el emplazamiento de Belgrado, Ivica Dacic, quien en aquel momento fungía como ministro de Relaciones Exteriores del gobierno serbio, recordó una visita que había hecho a la Torre Trump de Nueva York en 2013. Fue entonces cuando Trump habló por primera vez del proyecto hotelero en el la antigua sede del Ministerio de Defensa.

“No creo que haya olvidado ese deseo”, dijo Dacic en una rueda de prensa en 2020, refiriéndose a Trump.

El proyecto propuesto en Serbia es solo uno de los tres acuerdos que Kushner y Grenell están tratando de desarrollar en los Balcanes.

Kushner comentó el viernes que aún no se firmaban los contratos definitivos, pero que las negociaciones estaban muy avanzadas y que tenía esperanzas de que se concretaran. Rechazó cualquier sugerencia de que su empresa estuviera recibiendo un trato especial.

Agregó que era consciente del alto perfil de su posición (está casado con la hija mayor de Trump, Ivanka, y desempeñó un papel destacado en la Casa Blanca de Trump), por lo que no tuvo más remedio que tener cuidado de actuar dentro de los límites legales y éticos.

“Todo tiene que estar dentro del marco de la legalidad”, dijo.

c.2024 The New York Times Company