Yahoo Finanzas Aprendizaje desde el fracaso: lecciones de emprendimiento en un mundo de gigantes
Para bien o para mal, todo es aprendizaje y, siendo el underdog, estás obligado a aprender todo el tiempo. Obvio, cada sector tiene sus complicaciones; en el nuestro, el mayor problema es el «deber ser». Debes ser un gigante para poder participar.
Aquí va el contexto a lo que me refiero: es muy raro el caso, pero nuestros clientes son también nuestros proveedores y competidores. Todo depende del momento del día. Yo los organizo en 3 grupos.
El primero, el “Tier 1”, son conglomerados del sector, multinacionales con ventas anuales en trillones de dólares. Todos en este tier son así de humildes. Tier 2 son los Fondos de inversión más poderosos del mundo. En el caso del sector eléctrico, una inversión pequeña es de 100 millones de dólares, y nadie quiere hacer solo una o tan “pequeña”. Así sé que es difícil poner a un monstruo económico así de grande en Tier 2, pero es una realidad.
Por Tier 3 me refiero a las subsidiarias de conglomerados y Family Office de las empresas y familias más poderosas de México.
Algo que tienen en común, además del sector, es el speech. En cada primera reunión escucho: “estamos en la bolsa”, “Tenemos el respaldo del hedge fund monstruoso trillonario”, “somos subsidiaria de esta empresa/familia súper wealthy y poderosísima”.
Y después de varios años, mi conclusión es que lo que te quieren decir es “somos dueños del universo”, y la realidad es que todos lo son. Ahora ya estamos acostumbrados y curados. Lo bueno de esto es que nadar en aguas duras te ayuda a adaptarte cuando llega la tormenta. Siempre es bueno ser el David en el sector de los Goliats.
Las 7 reglas infalibles para emprender
Nada es infalible.
(De nuevo) nada es infalible.
Si tu idea no funciona y sientes que te equivocaste, no es momento de rendirte. “La pelea no ha terminado”. Esta regla enfatiza la importancia de respetar la idea, entender que la vida y el universo te están haciendo la solicitud de volverte más fuerte y no detenerte. Necesitas aprender y mejorar.
«Una pelea a la vez». No diezmes tu energía. Cuando estás empezando, enfócate y analiza prioridades. Apóyate en tus socios, equipo o asesores, pero asesores reales, especialistas. No busques coaches de emprendimiento o “asesores de éxito” que tienen cero experiencias como empresarios. Si fueran tan buenos, ellos serían empresarios.
“Una pelea a la vez”. Mantén el orden y el control. Escoge tus batallas. Evita que ocurran múltiples situaciones simultáneamente.
«Sin camisetas, sin zapatos»: Esta regla significa que los emprendedores deben pelear sin usar camiseta ni zapatos. O sea, hazlo sin seguir el ejemplo de lo que has visto en películas o lo que te dicen. Hazlo con el mismo instinto que sientes de defenderte. Recuerda que debes confiar en ti.
«La pelea continuará mientras sea necesario»: Cada emprendimiento puede durar todo el tiempo que sea necesario hasta que se resuelva la situación o se alcance un nuevo acuerdo. Debes tener el estómago y la mente fuerte para no rendirte.
El romanticismo de emprender
He visto que los problemas más comunes en las startups suelen estar relacionados, en su mayoría, con los inversionistas y las tendencias del momento.
En la actualidad, hay un exceso de emprendedores y fondos de capital de riesgo llenos de inversores deslumbrados por historias de película, literal de películas que vieron, pero que carecen de conocimiento y experiencia sólida en la vida real. Hay un romanticismo duro sobre emprender e invertir en startups, y creo que muchos han perdido la verdadera esencia.
Poco a poco llegaremos a un sector de emprendimiento maduro donde la mayoría no va a lograrlo. Una actividad común, con la que no estoy de acuerdo, es la tendencia a buscar inversión tras inversión, tras inversión… En lugar de enfocarse en ser rentables desde el principio. Una empresa con un futuro debe ser rentable desde sus primeros pasos. Los verdaderos unicornios (odio esa denominación, está muy prostituida) no deben estar buscando ser adquiridos por una corporación, sino que deben tener la ambición de convertirse en las futuras corporaciones globales.
En un mundo donde ahora cualquiera se siente gurú y especialista, me nace más contar sobre mis errores y aciertos, los cuales sí pueden ser una guía pero no un manual. Cada caso será diferente, igual que cada momento y cada emprendedor. Mis recomendaciones son parte de un movimiento global que trabaja para liberar a las personas de las percepciones negativas del fracaso.
4 mantras para aprender desde el fracaso
Mis 4 mantras, que sin duda me sirven y mucho:
Mantente presente. Santo que no es visto, santo que no es adorado. Es muy importante el networking. Cuando la gente se acostumbra a hablar contigo, en algún momento llegas al punto donde no te ven como trabajo y entras en la comodidad de conversaciones más productivas, donde toda la información es útil para ambas partes y además es mucho más fácil negociar. Yo, todo el tiempo envío mensajes. Algo interesante del sector. Les pido un catch-up donde no hablamos directamente de trabajo o negocios. Hablamos más del sector y nos contamos percepciones. Eso es mucho más útil que querer vender todo el tiempo. Eso es contraproducente y créeme que si te tienen presente, tu oferta no tiene que ser la mejor, pero seguro la tienen a la mano para el momento que se necesita.
Relaciónate. Es importante tener contactos de todo tipo. Comparte también tu información y dale insight a la gente, no importa si es banco, abogado, inversionista o cliente. Es bueno hacer ver a los demás tu perspectiva. Te ayuda a mejorar el feedback y el enfoque al momento de negociar.
La mayoría no tiene la razón. La democracia no es el camino a seguir. Si todos supieran qué es lo correcto, todos serían los líderes. Cree en ti. El instinto puede más que la razón de «cómo se hace normalmente». Ten la mente abierta para cambiar de opinión parcial o total. Recuerda que en los negocios debes tener estómago para soportar las consecuencias de las decisiones que tomes. Si tienes el valor de resolver lo que venga, de una u otra manera, lo vas a resolver.
La traición se paga con la muerte. Obvio, no es literal. No estamos en el Padrino, pero esta es mi regla más fuerte y me la tomo muy a pecho. Si alguien te traicionó, no puedes volver a confiar en esa persona. Los negocios a veces funcionan y a veces no, pero si es justo no hay problema que pierdas. Eso te ayuda a adaptarte, pero si alguien se aprovecha de ti, aprende y dale la vuelta, para que en el futuro no te vuelva a suceder. Recuerda que una persona no es una compañía. Siempre tendrás otra manera de negociar y ganar ese contrato.
* Arturo Gómez Lara es presidente y CEO de Eon Energy. Durante su trayectoria se ha enfocado a la comercialización de la energía eléctrica, la digitalización del sector y la sustentabilidad.
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