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La batalla política será en el Congreso: Milei tendrá problemas para conseguir quórum y deberá negociar ley por ley

El domingo, Javier Milei fue formalizado en el cargo de Presidente de la Nación ante la Asamblea Legislativa, en lo que probablemente, sea su último momento feliz en el Congreso por mucho tiempo, porque si bien los anuncios de las organizaciones piqueteras y los sindicalistas más duros, amenazan con la toma de las calles de Buenos Aires, la verdadera y más cruel batalla se librará en el terreno de los legisladores.

129 diputados, el quórum necesario para abrir el funcionamiento de una sesión, parece hoy una utopía en el horizonte del bloque de La Libertad Avanza dentro de la Cámara Baja. Lo habitual, en los gobiernos no peronistas, es tener cierta facilidad en ese cuerpo. Como la Cámara se renueva por la mitad en la elección en que el presidente es electo, si previamente contaba con una razonable cantidad de legisladores, el quórum termina estando ahí, al alcance de la mano.

No es el caso del partido de Milei, que llegó al proceso electoral con solo tres diputados y si bien en esta elección consiguió treinta y cinco más, está muy lejos de todo. Para colmo de males, la elección general, donde se seleccionan los legisladores, fue la peor de LLA, que hizo una gran PASO y un gran balotaje, pero una mediocre elección general.

Para peor, la mas experimentada de sus diputadas es Carolina Píparo, tiene apenas dos años en el cuerpo y fue nominada por el presidente para la Anses y bajada del cargo un día después, lo que la condujo no solo al enojo sino a formar un unibloque por fuera de su partido, para negociar ley por ley. Todos los demás diputados del partido de gobierno debutan "en un nido de víboras como este, donde todos buscan su ventaja, política y económica, son gente experimentada que conoce el reglamento en muchos casos, acá los únicos verdes son ellos", dice un diputado peronista con varios mandatos a cuestas.

¿Qué pasa con la alianza con el PRO?

La alianza que se exhibió para el balotaje entre el nuevo presidente y Mauricio Macri junto a Patricia Bullrich, amenazaba con aportar al libertario un grupo de respaldo más sólido: "no hubiese sido lo mismo largar con setenta u ochenta diputados para llegar al quórum, que con menos de cuarenta, eso está claro", asegura dentro de La Libertad Avanza, un dirigente que esperaba que el presidente de la Cámara fuese Cristian Ritondo.

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Cuando Milei se inclinó por Martín Menem, perdió la "colaboración incondicional" de buena parte del PRO. Ahora, ellos también irán ley por ley, salvo algunos pocos legisladores que responden a Bullrich que llevan el mandato de respaldar cada iniciativa de la Casa Rosada. "Pero no llegan a diez, ¿que hacemos con eso"? se pregunta el mismo dirigente.

129 diputados, el quórum necesario para abrir el funcionamiento de una sesión, parece hoy una utopía en el horizonte del bloque de LLA dentro de Diputados
129 diputados, el quórum necesario para abrir el funcionamiento de una sesión, parece hoy una utopía en el horizonte del bloque de LLA dentro de Diputados

129 diputados, el quórum necesario para abrir el funcionamiento de una sesión, parece hoy una utopía para el bloque de LLA en Diputados

Todo esto se agrava considerando un hecho que muy bien explica uno de esos diputados que conoce la política y el reglamento como si hubiese nacido sabiendo al dedillo ambas cosas: "La gestión del tipo depende de reformas profundas que a su vez dependen de cambios legislativos drásticos. Incluso va a mandar una ley ómnibus o un paquete de leyes mañana mismo. En la sesión preparatoria, el peronismo ya lo acostó al presidente de la Cámara, haciéndole tomar una interpretación del reglamento que los favorece en el reparto de las presidencias de las comisiones. 101 diputados tienen ellos. Se van a quedar con la mayoría de las comisiones y las más importantes. ¿Vos sabés que hace el presidente de una comisión? Pone o no en tratamiento los proyectos, y marca el ritmo, diseña los tiempos hasta tener dictamen", indica.

"Los peronistas van a convocar a las comisiones en días en que no haya nadie, sin quórum, se cae. Después, van a debatir eternamente, convocarán a lo que se llaman informativas, encuentros interminables donde llaman a especialistas para que hablen del tema, lo van a volver loco, van a estirar los tiempos para irritarlo y no dejarlo gobernar, mientras las calles se pueblan de protestas y la gente que lo respaldó en la elección se va desilusionando", completa el avezado diputado.

Futuro complicado

El panorama es sombrío. Lo hayan declarado no, Juntos por el Cambio se rompió. Un grupo de diez legisladores armó un bloque aparte bajo el liderazgo de Miguel Pichetto y Emilio Monzó, acordó con los radicales y peronistas disidentes y armó un interbloque de 35 diputados, casi lo mismo que La Libertad Avanza. Y bien sabido es, que Monzó se pronunció a favor de Massa en el balotaje y que los radicales, sin decirlo abiertamente, también. "Vamos a negociar, pero lo que nos parezca bien, lo demás no se lo vamos a dejar pasar. Si quiere cerrar el Banco Central, por ejemplo, por acá no pasa" indica severo, un diputado radical del interior del país.

Dentro del ahora ralo bloque del PRO, con cuarenta legisladores también hay diferencias y así como unos cerca de diez bullrichistas están dispuestos a votarle todo a Milei, liderados por Ritondo o Silvana Giúdici, otros diez diputados están muy cerca de escindirse y sumarse al armado de Pichetto y Monzo, entre ellos, por ejemplo, Silvia Lospennato.

"Atenti a esto: con la calle incendiada y el gobierno paralizado porque no salen las reformas legislativas, en seis meses empieza a rondar el fantasma del juicio político. Hay que tener 73 diputados para evitarlo, ni a eso llega Milei", advierte un legislador camporista con una extraña mueca parecida a una sonrisa en su rostro.

La inexperiencia y la falta de "muñeca" del presidente de la Cámara Baja, Martín Menem, también descolocó a varios que le vaticinan corta vida conduciendo los destinos del recinto. "Se lo van a comer crudo", empezó cediendo, mostrando que no está a la altura, en una sesión de mierda encima. En una brava sale corriendo. En marzo lo están llamando a Ritondo para hacerse cargo, pero ya va estar todo tan fragmentado que lo mejor sería que no agarre", dice un diputado del PRO que transcurre su segundo mandato consecutivo.

Preocupa La inexperiencia y la falta de
Preocupa La inexperiencia y la falta de

Preocupa la inexperiencia y la falta de "muñeca" del presidente de la Cámara Baja, Martín Menem

Promesas de campaña que no llegarán…por el momento

El sábado, unos jóvenes de La Libertad Avanza hicieron un acto simbólico velando al Banco Central. No leen los portales de noticias. Se quedaron con los slogans de campaña y las graciosas intervenciones de Milei en Tik Tok. La persona que el presidente eligió a instancias del ministro de Economía, Luis Caputo, para dirigir dicha entidad, explicó que "el Banco Central no se cierra mientras yo esté ahí". Se velaron a sí mismos, velaron sus propias expectativas, sin notarlo. Nadie les contó en un reel que todo cambió.

Un analista de alto prestigio explicaba: "es una paradoja. Esperan el cierre y la dolarización, pero jamás ocurrirá con estos funcionarios y con este Congreso. Tendrán que darle una victoria contundente a Milei en las próximas legislativas. Pero faltan dos años. Mientras transcurren, verán que nada de lo prometido se puede cumplir, que la calle es un caos, que la inflación supera el 30% mensual. Su núcleo duro lo irá abandonando y posiblemente, tenga menos votos que en las generales de este año. Es muy probable que nos encaminemos a una crisis institucional", asegura, abatido.

La batalla política será en el Congreso. Ese que ayer, por última vez, vio en paz al presidente. Será un combate complejo, con un ejército más grande que el resto: el peronista y con una atomización como nunca se ha visto, entre las otras fuerzas. Pero el sector cuya avidez de poder es la más notoria y reconocida, es al que le sonríen los números. "Acá manda el número no las ideas", concluye una diputada a la que deberían darle la banca eterna: siempre se las arregla para ser reelegida.