El biógrafo de Elon Musk: “Para él, el caos es el procedimiento operativo estándar”

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(FILES) In this file photo taken on March 22, 2022 Tesla CEO Elon Musk is pictured as he attends the start of the production at Tesla's "Gigafactory" on March 22, 2022 in Gruenheide, southeast of Berlin. - Elon Musk took control of Twitter and fired its top executives, US media reported late October 27, 2022, in a deal that puts one of the top platforms for global discourse in the hands of the world's richest man. Musk sacked chief executive Parag Agrawal, as well as the company's chief financial officer and its head of legal policy, trust and safety, the Washington Post and CNBC reported citing unnamed sources. (Photo by Patrick Pleul / POOL / AFP)
(FILES) In this file photo taken on March 22, 2022 Tesla CEO Elon Musk is pictured as he attends the start of the production at Tesla's "Gigafactory" on March 22, 2022 in Gruenheide, southeast of Berlin. - Elon Musk took control of Twitter and fired its top executives, US media reported late October 27, 2022, in a deal that puts one of the top platforms for global discourse in the hands of the world's richest man. Musk sacked chief executive Parag Agrawal, as well as the company's chief financial officer and its head of legal policy, trust and safety, the Washington Post and CNBC reported citing unnamed sources. (Photo by Patrick Pleul / POOL / AFP) - Créditos: @PATRICK PLEUL

En la tercera cita de Elon Musk con su segunda mujer, Talulah Riley, ya en la intimidad del hotel, le quiso enseñar sus cohetes. “Era escéptica, pero de verdad me enseñó videos de cohetes”, revela Talulah. En su primer encuentro, Musk había descartado a otras dos modelos en favor de Talulah porque “ella quería realmente hablar de cohetes y coches eléctricos, eso era lo interesante”, cuenta Musk a su biógrafo Ashlee Vance, periodista de Bloomberg y autor de Elon Musk. El empresario que anticipa el futuro, un libro publicado originalmente en 2015.

Musk no solo usaba los autos eléctricos como levante cuando ya había invertido millones de dólares en Tesla, una empresa que los fabrica. Ya lo hacía cuando tenía 18 años y acababa de llegar a Canadá desde su Sudáfrica natal. “Creo que la segunda frase que salió de su boca fue ‘pienso mucho en los coches eléctricos’. Entonces me miró y me dijo, ‘¿tú piensas mucho en los coches eléctricos?’”, dice Christie Nicholson, que conoció al joven Musk en una fiesta y mantuvieron la amistad.

El foco exacerbado y obsesivo en sus intereses vitales y empresariales es constante en la vida de Musk. Desde joven le ha interesado mucho internet (fundó X.com, que está en el origen de Paypal y los pagos seguros en la red), los cohetes (SpaceX) y los coches eléctricos (Tesla). Su interés por las redes sociales y Twitter puede parecer nuevo desde fuera, pero es probable que Musk le haya dedicado muchas horas y crea, como escribió a los anunciantes, que Twitter no es solo una red social, sino una “plaza pública digital” imprescindible para el futuro de la humanidad.

“Según algunos mensajes que hemos intercambiado, creo que está bastante estresado”, dice su biógrafo Vance por teléfono a EL PAÍS. Desde el anuncio oficial de la compra de Twitter, el pasado 27 de octubre, Musk ha despedido a miles de empleados, ha abierto la puerta al regreso de Donald Trump, ha causado el caos con decisiones poco pensadas y ha provocado entre sus críticos el vaticinio del fin de Twitter y un pequeño éxodo a Mastodon y otras redes.

¿Es todo esto un gran problema para Musk? Probablemente, no. “Es una situación extraordinaria, pero para Elon tener sus empresas en caos es un procedimiento operativo estándar, tiene práctica”, dice Vance. “También debo decir que si nada funciona y Twitter se desploma y pierde los 44.000 millones de dólares, no diré que no le importaría, pero es quizá la única persona en la Tierra a quien no le destruiría la vida. Está dispuesto a jugársela y podría vivir sea cual sea el resultado”, añade.