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"El BME Scale Up es un mercado para inversores especializados"

Entiendo que es un mercado orientado a dar una nueva opción de financiación para empresas que están todavía en un paso previo a las cotizadas en el BME Growth. Pero esa división puede ser un poco confusa… ¿Cuál es la diferenciación entre Scale Up y Growth?

La financiación es común, pero hay una diferencia por el tamaño y por la madurez de las compañías. Lo que nos gustaría es orientar este nuevo mercado a empresas que están en un peldaño de madurez inferior.

Hay una definición que es la de Scale Up, que es una compañía que ya tiene un modelo de negocio asentado, que ya está facturando, que ya empieza a tener inversores y que tiene un crecimiento importante durante los últimos años. Es decir, no es una startup típica, con una idea en un papel que quiere poner en marcha, sino una empresa que ya funciona, pero que todavía está lejos de la empresa retrato robot que se está incorporando a BME Growth, que en general son empresas que ya tienen un tamaño de mercado del entorno de los 40, 50 u 80 millones de euros, que tienen ya una estructura más importante de unos 100 o 200 trabajadores, que tienen departamentos más estructurados…

Nos vamos a centrar en segmentar mejor el propio BME Growth, porque en BME Growth hoy hay compañías que valen menos de 10 millones de euros y otras que valen 200, 300 o 700 y evidentemente no tienen nada que ver unas con otras. O sea que, la idea es segmentarlo, bajar más el foco hacia las empresas sostenibles en su crecimiento, ambiciosas, pero todavía muy jóvenes y, a partir de ahí, trabajar y ver cómo vamos ajustando.

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Menos requisitos en el BME Scale Up que favorecen ahorro de costes para las compañías participantes. Entre los aspectos más destacados, la “no” necesidad de difusión accionarial, pero… ¿No choca esto con la intención de favorecer la visibilidad y transparencia? Y, las participaciones significativas en este mercado, ¿serán también a partir del 3%?

No es incompatible el hecho de que no haya difusión accionarial necesariamente, porque muchas empresas van a venir con difusión accionarial, con el que tengan menor transparencia, es decir, hemos simplificado algunos trámites.

Es importante subrayar que hemos dejado en vigor todo lo esencial, es decir, que la compañía esté auditada, que las participaciones significativas se reporten, que toda la parte de estructura accionarial se refleje también en un mínimo gobierno corporativo con consejo de administración, con independientes… En definitiva, esa estructura de producir información financiera auditada se mantiene, lo que se eliminan son requisitos más burocráticos, más formales o simplemente innecesarios en una compañía muy pequeña.

Por ejemplo, cuando una compañía muy pequeña se incorpora al mercado y el auditor acaba de firmar el informe de auditoría en las últimas 4 o 6 semanas, volver a pedir que haga un confort letter el auditor sobre lo que acaba de firmar, teniendo en cuenta que el documento “está calentito” es un trámite caro y poco útil. Algo similar se puede decir de la due diligence financiera, si el asesor registrado, que sigue siendo obligatorio, considera por la cercanía con esa auditoría que no es necesario volver a indagar sobre los temas que el propio auditor ha reconocido, pues lo exime.

En definitiva, es ir quitando elementos que pueden ser casi obligatorios para una compañía grande, pero más por formalidad que por necesidad real y aquí podemos ser más flexibles pensando en las circunstancias de cada una de estas compañías más pequeñas.

Por otra parte, a las compañías cotizadas en el nuevo mercado no se les exige ni free-float, ni proveedor de liquidez. Además, la contratación fixing tendrá lugar una vez al día… Todo ello puede verse como una dificultad para los inversores, sobre todo, el no exigir free-float mínimo, ¿cómo lo justifican?

Si lo que queremos es que a las compañías no se les exija, que no quiere decir que voluntariamente ellos no tengan un free float amplio y que voluntariamente no puedan contratar un proveedor de liquidez, pero si la compañía en ese momento de su vida accionarial tiene, por ejemplo, cuatro inversores institucionales, cuatro venture capital o los cuatro fundadores y no es el momento para hacer una operación financiera, pero quieren empezar a probar la temperatura del mercado y a hacerse más públicos, vamos a dejarles que lo hagan así.

En este segundo caso, si no tienes difusión accionarial, no puedes pensar que vayas a tener liquidez, entonces el inversor no está ni bien ni mal, es decir, no está, simplemente no se le ha invitado a esa fiesta. En el momento en que la compañía empiece a invitar inversores a esa fiesta, evidentemente, será necesario acomodar un proveedor de liquidez, la compañía empezará a levantar más capital, tendrá más músculo y será el momento, sin duda ninguna, de pasar al siguiente escalón, pasar al BME Growth.

Entre tanto, el concentrar la contratación en una única subasta, en un único Fixing o en dos, es inteligente, porque lo contrario va a implicar para muchas de estas compañías el hecho de tener una contratación continuada, cuando en realidad va a haber una operación al día. Por tanto, ¿para qué necesitamos estar 8 o 9 horas en el mercado? Por eso, vamos a ir más a un Fixing.

La experiencia nos va a dictar por dónde tendremos que ir. Afortunadamente tenemos la flexibilidad normativa necesaria para ir acomodando, en la medida que sea necesario, los sistemas de contratación de estas compañías, a las necesidades de liquidez.

Este mercado se dirige al inversor especializado. ¿Hablamos de banca privada, banca personal, fondos, family office…? Y, por otro lado, ¿el inversor individual, con un capital mínimo a invertir, se consideraría ya inversor especializado? ¿Han percibido especial interés por parte de este colectivo de inversores? Se entiende que no va tanto dirigido a venture capital, business angels… ya que este tipo de inversores trabajan con más discreción y con otras metodologías, otros tiempos… ¿cierto?

Sí, hemos detectado cierto interés incluso en este último ámbito de venture capital, tanto para definir compañías que son invertibles para ellos, como para poder salirse, para hacer un exit parcial, progresivo o completo de otras compañías que hoy tienen en cartera.

Esa barrera que tradicionalmente ha existido entre el mundo cotizado y el mundo privado, entre la actuación de los venture capital y la actuación de los inversores de cartera, se está difuminando poco a poco. De hecho, hoy, en el BME Growth, en el último recuento que hemos hecho, hay casi una veintena de compañías que tienen dentro de su accionariado actual fondos de venture capital. Algunos de ellos han entrado posteriormente a la incorporación del valor y otros venían de antes y otros también en el momento inicial se han salido. Es decir, hay un mecanismo de conexión entre el mundo privado y el mundo cotizado que cada vez está más vivo y nos queda mucho camino, por supuesto. Además, cada uno tiene su sitio, su negocio y está muy bien. Pero creo que va a haber oportunidades de trabajar juntos en ese ámbito.

Efectivamente, nuestro mensaje es, “esto no es para el señor Pepe y la señora María que van al banco, en la sucursal de la esquina”. Esto no es para ellos. Es un inversor más especializado.

Es muy difícil decir si lo que hay que hacer es aplicar directamente la regla de la ley “si usted mete más de 100.000 euros ya se considera que es un cualificado”, pero va a haber muchos inversores que hoy ya están dentro del accionario de esa compañía o que vienen de otras fórmulas de inversión. Típicamente, el mundo del crowdfunding, las plataformas de financiación participativa en donde se identifica una cierta cualificación del inversor, pero no se les pide que tenga 100.000 euros para invertir en una sola de estas compañías porque probablemente en alguna de estas compañías con 100.000 euros te compras el 10% de la compañía y no se trata de eso.

Nuestro mensaje para los intermediarios, para el público, para los inversores en general es que esto es un mercado de especialistas. Si usted quiere invertir, o bien es usted un especialista o bien tiene un especialista al lado, pero no juegue con fuego, no identifique esto como su ahorro para la jubilación porque probablemente puede usted tener disgustos.

Evidentemente, el nivel de crecimiento potencial de estas compañías le puede dar muchas alegrías, pero el riesgo es sustancialmente superior al que puede exigir el inversor típico de Bolsa y ni que decir tiene, al inversor de letras del tesoro.

Si tenemos en en cuenta que se trata de empresas en sus primeras fases de crecimiento, empresas que tradicionalmente son objetivo de venture capital y que la inversión en estos negocios exige retornos muy elevados, ¿será capaz de dar esos retornos a sus inversores este nuevo mercado para compensar así el mayor riesgo que implica?

El mercado no es nada, el mercado somos nosotros que organizamos las cosas para que esté el suelo limpio y esté todo organizado. Nosotros no damos el retorno ni dejamos de darlo. Son las propias compañías las que tienen que ofrecer, a partir de su propio comportamiento financiero y económico, ese rendimiento.

Lo que hemos visto hasta ahora es un mundo lleno de oportunidades, también tienen un nivel de riesgo muy superior, pero donde el crecimiento es exponencial. Los estudios en los que nos hemos basado del propio Spain Scale Up y de STEC y otras asociaciones muy centradas en este mundo de las Scale Ups, la media de crecimiento anual del conjunto es muy intensa y de la selección de los ganadores del conjunto es espectacular. Pero claro, cuando hay ganadores también hay perdedores.

Claro que hay una rentabilidad, riesgo equilibrado y a mayor riesgo, mayor rentabilidad y viceversa.

Hay un pre-mercado, ¿va dirigido a las empresas o a empresas cotizadas e inversores? ¿en qué consiste?

Este premercado o entorno premercado es una iniciativa que ya habíamos puesto en marcha hace cinco años y que, en principio, está dirigida a las empresas que tienen en su horizonte la incorporación a los mercados de valores en algún momento y que necesitan, por un lado, aprender, familiarizarse, formarse… sobre todo el conjunto de normativas, modos de operar, etc. del mercado bursátil del que normalmente están muy alejadas. Ahí tenemos un conjunto amplio de partners que ayudan a los propios profesionales de la Bolsa y del Instituto BME a lanzar pequeñas sesiones de formación continua. Todos los meses tenemos una sesión mixta presencial u online, tenemos píldoras semanales en las que las compañías van aprendiendo.

También hay inversores que se inscriben en el entorno premercado para seguir este tipo de compañías. Ahora mismo tenemos más de 20 compañías y hay muchísimos inversores que están apuntados, no para invertir, porque esto no es un mercado, sino para también aprender y entender. Algunas de esas sesiones las hacemos abiertas para que puedan venir inversores, otras son estrictamente para las compañías porque entendemos que son sesiones más centradas.

¿Qué hemos hecho con el BME Scale Up? Unir las dos cosas, por tanto, todas las empresas que se vayan a incorporar al BME Scale Up automáticamente se inscriben en el entorno premercado. Así pueden familiarizarse, aprender más rápido, entender mejor lo que les está sucediendo y, además, ampliarlo dentro de su compañía, que no sea solamente una o dos personas las que entienden un poco de esto, sino que se puedan apuntar las personas necesarias dentro de la plantilla.

Creemos que, tanto para la compañía, como para el inversor, es esencial la divulgación, la formación, el entrenamiento… Nosotros proveemos una serie de test y de fórmulas, les vamos acompañando, tutelando para que se sientan cada vez más cómodos, sean más expertos en mercador de valores y tengan menos miedo.

Estaba previsto el estreno del BME Scale Up para el 1 de octubre, ¿hay compañías ya cotizando?

El Scale Up se ha anunciado en el mes de julio, se ha publicado la normativa y seguimos publicando ajustes en la normativa. Ahora, a final de septiembre, se han publicado los primeros asesores registrados, que es una de las figuras que debe acompañar a estas compañías, no solamente en su etapa inicial, sino posteriormente. Ya tenemos siete y vamos a tener algunos más porque ya estamos estudiando varios expedientes.

Se han acercado ya las primeras compañías a preguntar y arrancar el proceso, todavía no cotiza ninguna, no es algo que vaya a ser para mañana, pero sí hay mucho interés y ya están los primeros expedientes arrancando y esperamos tener muy pronto las primeras compañías.