La oscura realidad detrás de las niñas influencers y de los padres que manejan sus cuentas en las redes sociales
En este artículo:
Instagram no permite que los niños menores de 13 años tengan cuentas, pero les permite a los padres gestionarlas y muchos lo hacen por sus hijas que aspiran a ser influentes de las redes sociales.
Lo que a menudo comienza como un esfuerzo de los padres para impulsar la carrera de modelo de una niña, o conseguir favores de marcas de ropa, puede caer muy pronto en un oscuro submundo dominado por hombres adultos, muchos de los cuales admiten sin tapujos en otras plataformas que se sienten atraídos sexualmente por niños, según ha descubierto una investigación de The New York Times.
Miles de cuentas de las llamadas “cuentas de madres” analizadas por The New York Times nos dan una imagen inquietante de cómo las redes sociales están remodelando la infancia, en especial la de las niñas, con el estímulo y la participación directa de los padres.
Casi uno de cada tres preadolescentes menciona la influencia como objetivo profesional, y el 11 por ciento de los nacidos en la generación Z, entre 1997 y 2012, se describen a sí mismos como influentes. Pero los expertos en salud y tecnología advirtieron hace poco que las redes sociales presentan un “profundo riesgo de daño” para las niñas. Según los investigadores, las comparaciones constantes con sus iguales y los filtros que alteran sus rostros están generando sentimientos negativos de autoestima y fomentando la cosificación de sus cuerpos.
La búsqueda de la fama en internet, en particular a través de Instagram, exacerba este fenómeno a menudo tóxico que anima a los padres a mercantilizar la imagen de sus hijas, según el Times. Estas son algunas conclusiones clave.
Relacionado:
Los padres son el motor de las cuentas. Algunas ofrecen la venta de fotos, sesiones de chat exclusivas e incluso los leotardos usados de las niñas a seguidores masculinos en su mayoría desconocidos.
Los menores influentes pueden tener ingresos de seis cifras provenientes de las suscripciones mensuales y de otras interacciones con seguidores, según entrevistas. Algunos pueden exigir 3000 dólares de empresas por una sola publicación. Un gran número de seguidores resulta impresionante para las marcas y refuerza las posibilidades de obtener descuentos, productos y otros incentivos económicos, además de que Instagram recompensa a las cuentas con una mayor visibilidad en la plataforma.
A medida que las cuentas ganan seguidores, también atraen a una mayor proporción de hombres. Interactuar con los hombres abre la puerta al abuso.
Un cálculo de una empresa de demografía de audiencias encontró 32 millones de conexiones con seguidores masculinos entre las 5000 cuentas examinadas por el Times. Además, un análisis realizado con software de clasificación de imágenes de Google y Microsoft indica que las publicaciones sugerentes tienen más probabilidades de recibir “me gusta” y comentarios.