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Conocé a la pareja que viaja en un auto eléctrico desde el Ártico a la Antártida

En tiempos cuando la industria automotriz trabaja en vehículos autónomos, y millones de choferes delegan en Google Maps o Waze sus recorridos, sin involucrarse en sus viajes más allá de lo imprescindible, sorprende y atrapa la atención la expedición de una pareja británica, que realiza una travesía en un automóvil eléctrico desde el Ártico canadiense hasta la Antártida.

La expedición, denominada Pole to pole, tiene como protagonistas a Chris y Julie Ramsey, quienes residen en Escocia, y al Nissan Ariya, un automóvil eléctrico al cual hicieron pocas modificaciones para realizar este periplo.

iProfesional compartió la tarde del 18 de octubre, junto a otros medios de la Argentina, Brasil y Chile, con este matrimonio en el marco de una escala de su viaje en la bodega Villard, en el valle de Casablanca, entre las ciudades de Santiago de Chile y Valparaíso, una de las áreas vitivinícolas de mayor crecimiento del país trasandino.

Dentro de pocas semanas, la pareja y el auto ingresarán a la Argentina, donde recorrerán la Patagonia para luego reingresar a Chile, donde culminarán su viaje en la ciudad magallánica de Punta Arenas. Allí embarcarán hacia la Antártida. Podés seguir su viaje en vivo aquí.

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El viaje entre Alaska y Tierra del Fuego en un vehículo no es algo infrecuente, pero la travesía de los Ramsey es excepcional.

La pareja busca unir los polos magnéticos. Por ello, partieron desde el Ártico en Canadá, en el punto donde el Polo Norte Magnético se encontraba en 1823.

Apuntan a finalizar en la Antártida en diciembre, uno de los meses más benignos del Continente blanco para el ser humano.

Sin embargo, si ya es dificultoso transitar por zonas congeladas en latitudes boreales y australes donde no hay caminos, los condicionamientos aumentan al tratarse de un vehículo eléctrico, que tiene poca autonomía y obliga a su detención frecuente para cargar las baterías.

Una misión por la electromovilidad

¿Por qué eligieron un auto eléctrico para realizar este viaje? Con su expedición, los Ramsey quieren llevar un mensaje a favor de las energías renovables y para enfrentar el cambio climático con vehículos que no emiten CO2.

A fines de marzo comenzó el periplo, por el cual los Ramsey ya atravesaron 14 países de América durante más de 28 mil kilómetros, a través del hielo del Ártico, desiertos, ríos y montañas, y temperaturas que fueron desde los 39 grados bajo cero en Canadá hasta más de 30 grados en América central y Sudamérica.

Les restan 4 mil kilómetros desde Santiago de Chile para llegar a su destino, la Antártida. No será la primera vez que irán embarcados. Ya lo hicieron en el mar Caribe, donde fueron en barco entre Panamá y Colombia para superar el tapón de Darién.

Nissan da soporte local en cada país por el cual pasan, que incluye un chequeo mecánico. También la empresa automotriz colaboró con los cambios para que el vehículo pudiera transitar en el Ártico.

Chris Ramsey junto al Nissan Ariya, en Casablanca, Chile.
Chris Ramsey junto al Nissan Ariya, en Casablanca, Chile.

Chris Ramsey junto al Nissan Ariya, en Casablanca, Chile.

El obstáculo de la infraestructura de carga

Al ser un vehículo eléctrico, el principal problema fue la falta de infraestructura para la carga de baterías en América latina.

Esto obliga a planificar muy bien cada tramo del viaje, porque deben evaluar "qué tan lejos está el próximo cargador, qué tipo de cargador está disponible, si está funcionando, cuál es la topografía: ¿es montañoso? ¿Es recto?, ¿hace viento?", explicó Chris, de 46 años.

En América latina hay pocos países con estaciones de recarga eléctrica de la batería del vehículo a lo largo de rutas.

Según lo que observaron en América central y Sudamérica, los Ramsey reconocieron que la electromovilidad tiene una cuesta difícil para subir y que tomará más tiempo la transición a los autos eléctricos.

Salvo Costa Rica y Chile, los "más avanzados" en infraestructura para cargar vehículos eléctricos, "parece que muchos países no quieren hacer esto, pero es invertir en infraestructura", señaló.

La infraestructura se presenta como la clave para cuidar el medio ambiente. Ambos recomendaron el apoyo a la electromovilidad con préstamos, subvenciones, para apoyar al público, además del uso de paneles solares y energías renovables y, en especial, el transporte público basado en motores eléctricos.

La expedición procura concientizar sobre la necesidad de la electromovilidad.
La expedición procura concientizar sobre la necesidad de la electromovilidad.

La expedición procura concientizar sobre la necesidad de la electromovilidad.

La recarga de los vehículos eléctricos también se puede hacer en el lugar de hospedaje o incluso en viviendas de familias, aunque con una velocidad más lenta de recarga. El automóvil funciona con 220 voltios.

Récords Guinness de la electromovilidad

Los Ramsey no son nuevos en la movilidad eléctrica. En el año 2018 Chris batió el récord Guinness de la mayor distancia recorrida en una bicicleta eléctrica híbrida en un período de 12 horas, al lograr las 180,75 millas.

Sin embargo, la prueba de fuego el rally Mongolia, un recorrido desde Europa occidental hasta ese país asiático que se organiza desde hace 14 años.

Después de trabajar varios años como empleados de grandes empresas, paradójicamente petroleras, decidieron dejarlo todo para participar en una de las expediciones más desafiantes del mundo.

La pareja decidió afrontar el reto en el 2017 con un coche eléctrico. "Necesitábamos un coche eléctrico que fuera compacto, asequible y barato de mantener. Nuestra elección recayó en el Nissan Leaf", recordó Julie.

En ese momento, el alcance del vehículo era de sólo 90 millas. Sin embargo, completaron el recorrido de 16 mil kilómetros en 56 días.

El Nissan Ariya de los Ramsey tiene neumáticos especiales para zonas de hielo.
El Nissan Ariya de los Ramsey tiene neumáticos especiales para zonas de hielo.

El Nissan Ariya de los Ramsey tiene neumáticos especiales para zonas de hielo.

Desde Turquía y hasta cerca de Mongolia la ruta carece de infraestructura por lo que debieron cargar en casas de familia, salvo una central eléctrica en Rusia donde se alojaron y donde disfrutaron de la carga más rápida de su camino.

Completaron la prueba tras realizar 112 recargas por un gasto total de apenas 120 euros en combustible. Solo tuvieron un problema con un neumático, y no tuvieron inconvenientes mecánicos

Un automóvil eléctrico con pocos cambios

La expedición se realiza con el Nissan Ariya e-4ORCE, un auto eléctrico que puede acelerar de 0-100km/h en 5,1 segundos y cuya recarga rápida al 80% se hace en solo 30 minutos.

Se trata de un "crossover" diseñado para viajar por diferentes terrenos. El vehículo, que aún no se vende en Sudamérica, pero sí en Europa, Asia y Estados Unidos, fue adaptado para enfrentar este reto.

Entre los cambios que recibió, resalta la suspensión elevada y unos neumáticos para nieve de 39 pulgadas.

Hasta su llegada a Chile tuvieron un solo problema: una pinchadura, provocada por un pedazo de metal en Ecuador.

Parte delantera del Nissan Ariya de los Ramsey.
Parte delantera del Nissan Ariya de los Ramsey.

Parte delantera del Nissan Ariya de los Ramsey.

Los neumáticos fueron colocados en el puerto canadiense de Halifax, donde desembarcó el auto que fue trasladado desde Europa.

Desde Halifax no cambiaron los neumáticos. Iban a hacerlo después de superar los tramos en el Ártico, pero decidieron mantenerlos. Sin embargo, cuando transiten en la Antártida lo harán con ruedas especiales.

Otros cambios fueron un recorte en la carrocería para ensanchar y albergar los enormes neumáticos. También tiene una tienda de campaña en el techo si no hay lugar para pasar la noche.

Sin embargo, por estos cambios, más el peso extra de 266 kilos que llevan, la autonomía se vio afectada, por lo tanto, la autonomía se reduce a unos 214 kilómetros, aunque si hay tramos en bajada llega a 300 kilómetros.

La tecnología e-4ORCE de Nissan proporciona una tracción eléctrica integral que controla de forma individual el par y la frenada de cada rueda, reaccionando hasta 10 mil veces por segundo.

Este automóvil tiene dos motores eléctricos que producen 87 kWh o aproximadamente 389 CV. El conjunto mecánico es original de fábrica al igual que las baterías y la suspensión.

En el techo del Nissan Ariya va una tienda de campaña.
En el techo del Nissan Ariya va una tienda de campaña.

En el techo del Nissan Ariya va una tienda de campaña.

Además, integraron una turbina eólica. La intención era que los ayudará en el Ártico para darles energía eléctrica, aunque entre risas, Chris dijo durante esos días no sopló ninguna brisa, por lo que debieron recurrir a un cargador de baterías que usaba combustible fósil.

La huella de carbono generada por ese percance la cubrieron luego con los ahorros generados por la carga de las baterías cuando bajaban por las laderas de montañas, sierras y colinas.

En el Ártico llevaron un tráiler con el generador, mientras que en la Antártida usarán paneles solares.

E diciembre tendrán disponibilidad casi absoluta de esa fuente en el continente blanco, en jornadas que casi carecen de noche.

El viaje es muy demandante por lo que no pudieron desviarse con fines turísticos. Aunque tienen el respaldo de Nissan y de empresas que los auspician, los Ramsey están solos, porque carecen de un equipo de soporte.

Por lo tanto, además de turnarse en el volante, aunque Chris es quien pasa más horas en el manejo por su experiencia, deben dedicar un tiempo especial para la planificación, junto a la gestión de sus perfiles en redes sociales y el sitio web de la expedición.

Parte trasera del Nissan Ariya de los Ramsey.
Parte trasera del Nissan Ariya de los Ramsey.

Parte trasera del Nissan Ariya de los Ramsey.

Un estilo de conducción diferente

La expedición por América trajo otro desafío importante para los británicos: gestionar la autonomía ante una topografía tan variada, lo que los obligó a cambiar la forma de conducir el coche.

"Notamos muchos cambios dependiendo de cada país. Por ejemplo, las montañas de Ecuador fueron muy positivas para un coche eléctrico porque, en la bajada, pudimos recuperar buena parte de la autonomía perdida en la subida", dijo Chris.

Pero en lugares como Perú, "las carreteras por las que pasamos eran casi todas planas, por lo que teníamos que pensar en cómo gestionar de la mejor manera posible la autonomía del coche, sobre todo porque, si necesitábamos afrontar un tramo montañoso, quizá no tuviéramos suficiente autonomía para completar el viaje", detalló Chris.

"Cuando conduces un coche eléctrico te vuelves mucho más cauteloso porque te preocupas más tu estilo de conducción y la topografía de la ruta", completó Julie.

Además, no usaron calefacción en el Ártico porque necesitaron que la batería estuviera dedicada para impulsar al automóvil.

Consultados por iProfesional sobre el uso de tecnologías de la información y la comunicación, respondieron que recurren a Google Maps para la navegación, aunque no siempre, por lo cual tienen GPS con mapas descargados de otras fuentes.

Interior del Nissan Ariya de los Ramsey. Al fondo, un reno de peluche que les obsequiaron en Canadá.
Interior del Nissan Ariya de los Ramsey. Al fondo, un reno de peluche que les obsequiaron en Canadá.

Interior del Nissan Ariya de los Ramsey. Al fondo, un reno de peluche obsequiado en Canadá.

Sin embargo, el software que fue vital en el inicio del viaje fue el de Artic Trucks, una empresa que provee imágenes satelitales y pronósticos sobre el espesor del hielo para que los vehículos puedan desplazarse seguros.

Una sonrisa recorre el continente americano

El automóvil fue bautizado como Sonrisa. "Este vehículo hizo y hace sonreír a todos allá donde vamos", afirmó Julie.

En los países recorridos tuvieron una muy buena recepción, pese a que "extraños que piden ayuda para cargar el auto".

En Canadá varios talleres mecánicos abrieron para ellos a la noche para que pudieran cargar las baterías, mientras que en lavaderos de ropa les cedían el uso para ese fin y además enchufar el vehículo.

Como la carga demora una hora y media, los Ramsey aprovechan el tiempo para "conectar con la gente y educarla sobre la electromovilidad".

La vida en pareja durante el viaje

iProfesional les consultó sobre cómo es la vida en pareja en el contexto de una expedición donde deben manejar hasta 13 horas por día y la convivencia en un automóvil donde incluso debieron pernoctar varias noches.

Julie respondió: "Durante esta expedición pasamos por todos los sentimientos posibles para un ser humano. Lloramos y sonreímos".

"No ha sido fácil porque necesitamos administrar nuestro tiempo, planificar nuestras rutas y seguir estando juntos las 24 horas del día y los siete días de la semana, la mayor parte del tiempo dentro de un coche", agregó.

Chris expresó su acuerdo y reparó los momentos críticos son fugaces. "Por supuesto que no somos la pareja perfecta. Hay peleas como en cualquier relación, pero pronto lo solucionamos todo y 10 minutos después estamos riendo y jugando de nuevo", concluyó.