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Cómo contribuyeron las noticias falsas de Facebook a alimentar una crisis fronteriza en Europa

Un grupo de migrantes en Minsk, el 14 de noviembre de 2021. (The New York Times)
Un grupo de migrantes en Minsk, el 14 de noviembre de 2021. (The New York Times)

BRUZGI, Bielorrusia — Después de más de una semana de dormir en un campamento gélido en la frontera entre Bielorrusia y Polonia y una incursión frustrada a través de la frontera repelida por el gas pimienta y los garrotes de la policía, este mes, Mohammad Faraj se dio por vencido y se retiró a un cálido hotel de Minsk, la capital de Bielorrusia.

Sin embargo, poco después vio con sorpresa y emoción un videorreportaje en Facebook que afirmaba que Polonia estaba a punto de abrir su frontera y se instaba a todos los que quisieran entrar a la Unión Europea a reunirse en una gasolinera cercana al campamento que los migrantes apodaban “la jungla”.

Faraj, de 35 años, kurdo procedente de Irak, se apresuró a regresar al campamento miserable que acababa de abandonar, y para ello viajó 305 kilómetros desde Minsk hasta la gasolinera de la que había oído hablar en Facebook justo a tiempo para la apertura de la frontera a principios de noviembre

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Como era de esperarse, la frontera polaca siguió cerrada a cal y canto y Faraj pasó los siguientes diez días en lo que describió como “algo salido de una película de terror”.

La Unión Europea, que ofrece un apoyo férreo a la postura de mano dura de Polonia contra los inmigrantes, culpó al líder autócrata de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, de los traumas vividos en las últimas semanas en su frontera oriental.

Sin duda, las autoridades bielorrusas contribuyeron a avivar la crisis, pues ofrecieron visas de turista fáciles de obtener a miles de iraquíes y les facilitaron el camino hacia la frontera con Polonia.

Sin embargo, las redes sociales, en particular Facebook, también fueron de vital ayuda para Lukashenko, dado que sirvieron como un acelerador imprevisible de las esperanzas e ilusiones de la gente que ha sido presa de las promesas vacías de los aprovechados y charlatanes de internet.

Los migrantes reciben comida en un albergue en Bruzgi, Bielorrusia, el 19 de noviembre de 2021. (James Hill/The New York Times)
Los migrantes reciben comida en un albergue en Bruzgi, Bielorrusia, el 19 de noviembre de 2021. (James Hill/The New York Times)

Algunos lo hacían por dinero, ya que prometían a los migrantes que les ayudarían a atravesar las fronteras a cambio de sumas exorbitantes; otros parecían disfrutar de la atención que recibían como “influentes” cibernéticos por compartir información; otros parecían motivados por un auténtico deseo de ayudar a las personas en situaciones difíciles. No ha habido pruebas que sugieran una campaña coordinada por Lukashenko para difundir información falsa en línea a los inmigrantes.

Faraj, quien fue trasladado la semana pasada del campamento fronterizo, junto con otros 2000 inmigrantes que se encontraban en “la jungla”, a un gigantesco almacén cercano que fue convertido en un centro de detención de migrantes, explica que las noticias falsas en Facebook “nos nublaron la vista y destruyeron nuestra vida”.

Desde julio, la actividad de Facebook en árabe y kurdo relacionada con la migración a la Unión Europea a través de Bielorrusia se ha “disparado”, afirmó Monika Richter, jefa de investigación y análisis de Semantic Visions, una empresa de inteligencia que rastreó la actividad en redes sociales relacionada con la crisis.

“Facebook exacerbó esta crisis humanitaria y ahora están todas estas personas que fueron traídas y explícitamente engañadas y estafadas”, señaló Richter.

Los investigadores dijeron que los contrabandistas compartían sus números de teléfono y anunciaban sus servicios en Facebook, incluyendo testimonios en video de personas que decían haber llegado a Alemania con éxito a través de Bielorrusia y Polonia. En una publicación, un contrabandista anunciaba “viajes diarios desde Minsk a Alemania con un recorrido a pie de solo 20 kilómetros de distancia”. El viaje, advirtió alguien en otra publicación del 19 de octubre, “no es apto para niños debido al frío”. Otro traficante de personas con el nombre de usuario de Facebook “Visa Visa” promocionaba viajes a Alemania desde Bielorrusia a través de Polonia. El contrabandista afirmaba que el viaje duraría entre 8 y 15 horas, pero añadió una advertencia: “No llames si tienes miedo”.

El viernes, a pesar de la amarga experiencia de tantas promesas en Facebook que resultaron ser falsas, una oleada de entusiasmo recorrió a las personas abatidas que se apiñaban en el almacén después de que se informara en las redes sociales que todavía era posible entrar a Europa… para quien estuviera dispuesto a pagar 7000 dólares a un guía que afirmaba conocer todas las rutas fáciles para cruzar la frontera entre Bielorrusia y Polonia y atravesar las filas masivas de soldados y guardias fronterizos polacos al otro lado.

Rekar Hamid, quien era profesor de Matemáticas en el Kurdistán iraquí y que pagó cerca de 10.000 dólares a agentes de viajes en Irak por un “paquete turístico” que supuestamente lo llevaría a él, a su esposa y a su hijo pequeño a Europa, pero que solo los encerró en un almacén, se mofó de esta última oferta por considerarla una estafa más. “No paran de decir que la puerta se abre, pero miren dónde estamos todos ahora”, dijo, señalando a una masa de gente amontonada en el piso de cemento.

Musa Hama, otro kurdo de Irak confinado en el almacén, lamentó que las verificaciones de hechos no serían suficientes para impedir que la gente se aferrara a la poca esperanza que proporciona Facebook. “La gente está desesperada y cree en cualquier cosa”, afirmó.

La estampida de migrantes hacia Bielorrusia, que van con la esperanza de entrar a la Unión Europea, comenzó a principios de este año, cuando la dictadura de la antigua república soviética relajó la estricta política de visas para ciertos países, en especial Irak. Al parecer, la relajación fue un esfuerzo por impulsar el turismo en un momento en que la mayoría de los viajeros de Occidente se mantenían alejados tras la brutal represión de Lukashenko en respuesta a unas disputadas elecciones presidenciales.

Al percibir una lucrativa oportunidad de negocio, las empresas de viajes de la región semiautónoma del Kurdistán iraquí empezaron a anunciar en Facebook y otras plataformas la disponibilidad de visados para Bielorrusia. Los contrabandistas utilizaron las redes sociales para presentar a Bielorrusia como una puerta trasera para ingresar a Europa.

Desde julio, Semantic Visions ha identificado decenas de grupos de Facebook creados para compartir información sobre rutas migratorias y utilizados por los contrabandistas para anunciar sus servicios.

Facebook, que ahora se conoce de manera oficial como Meta tras un cambio de nombre corporativo, dijo que prohibía el material que facilitara o promoviera el tráfico de personas y que tenía equipos dedicados a vigilar y detectar el material relacionado con la crisis. Añadió que la empresa estaba trabajando con las fuerzas del orden y las organizaciones no gubernamentales para contrarrestar la avalancha de noticias falsas relacionadas con la migración.

“El tráfico de personas a través de las fronteras internacionales es ilegal y los anuncios, publicaciones, páginas o grupos que proporcionan, facilitan o coordinan esta actividad no están permitidos en Facebook”, declaró la empresa en un comunicado enviado por correo electrónico. “Eliminamos este contenido tan pronto como tenemos conocimiento de él”.

Pero los sucesos de Bielorrusia han puesto de manifiesto cómo, incluso después de que Facebook sufriera un abuso similar de sus servicios durante la crisis migratoria europea de 2015, la compañía sigue teniendo dificultades para mantener el material prohibido fuera de su plataforma, sobre todo en idiomas distintos al inglés.

“Facebook no se toma en serio su responsabilidad, y como consecuencia directa de ello vemos a personas desesperadas en el frío, en el lodo, en el bosque en Bielorrusia, en una situación desesperada, todo porque creen la información errónea que se les proporcionó a través de Facebook”, dijo Jeroen Lenaers, miembro del Parlamento Europeo de los Países Bajos y líder de la comisión de la legislatura que se ocupa de las cuestiones migratorias.

No está claro qué medidas ha tomado Facebook, de haberlo hecho, para hacer frente a la información engañosa y potencialmente peligrosa.

© 2021 The New York Times Company