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El dólar, hasta el infinito y más allá: por qué puede superar los $400 en pocas semanas

La expansión monetaria vivida en junio de 2022 nos llevó a una fuerte suba en el valor del dólar blue, que pasó de $240 a un máximo de $350 en julio, y luego se estabilizó por debajo de $300 en el mes siguiente.

Esa bomba de pesos que se inyectó en el mes de junio nos terminó mostrando niveles de tasa de 75% anual en septiembre y una inflación creciente, que alcanzó el 92,4% anual en  noviembre.

Lo que estamos viviendo en el mes de diciembre es una situación de similares características a la de junio, con una alta inyección de pesos en la economía: el Banco Central emite por la compra de Derechos Especiales de Giro, por la compra de dólar soja, por la compra de bonos en pesos para sostener las paridades y para pagar los intereses que generan las Leliq. Así, esperamos para este diciembre una emisión adicional que supere el $1 billón (millón de millones).

Dólar: qué efecto tendrá la bomba de pesos

Si volvemos a ubicarnos en el tiempo, esta gran emisión monetaria dejará como saldo una nueva suba del dólar blue, que alcanzaría su cuota máxima en el mes de enero, mientras que la tasa de interés y la inflación se ubicarían en niveles muy altos en los meses de marzo y abril.

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En este contexto, no deberíamos descartar que el dólar blue en el mes de enero supere holgadamente el nivel de $400. Cuando alcance dicho precio, sería conveniente ir arbitrando las posiciones de dólares hacía pesos para buscar colocarse en instrumentos que ajusten por inflación, porque el impacto en precios se sentirá en los meses de marzo y abril.

Es conveniente realizar una proyección económica de las variables para anticiparse a los movimientos de mercado. Muchas veces, los críticos desautorizan a aquellos que se adelantan en las acciones a realizar, buscando un resultado a mediano plazo, pero las estrategias de inversiones necesitan su tiempo y maduración.

Dólar blue a $400, una realidad para el verano.
Dólar blue a $400, una realidad para el verano.

Dólar blue a $400, una realidad posible para el verano.

Mientras que unos meses atrás decíamos que comprar dólares a menos de $300 era una ganga, hoy esperamos que esta inversión madure cuando supere el nivel de $420. Por encima de dicho valor, deberíamos pasar estas colocaciones a pesos, para aprovechar la suba de precios que tendrá la economía, una vez que la emisión de diciembre haga su impacto en el mercado, entre 60 y 90 días más tarde.

Si Sergio Massa hubiera estudiado cómo se comporta el mercado, jamás hubiera prometido que en el mes de marzo o abril tendríamos una inflación del 3%, porque se hubiera dado cuenta que eso nunca puede ocurrir si genera una inyección de pesos tan alta en el mes de diciembre.

El juego del BCRA y la inflación que viene

En cuanto a las reservas, en el primer trimestre del año 2023 los compromisos con el Fondo Monetario ascienden a u$s6.345 millones. Por lo tanto, las reservas actuales son transitorias, no permanentes. Las reservas del Banco Central, netas de la volatilidad de lo que envía el FMI y retira trimestralmente, estarían en torno de los u$s36.000 millones.

Los pasivos monetarios del Banco Central son una escalera al cielo. Crecen a un ritmo del 100% anual, ya que los pasivos monetarios remunerados pagan una tasa del 107% anual, y la base monetaria acompaña la monetización de la economía a una tasa similar para darle juego al mercado.

Hay que tener en cuenta, que, desde enero a junio, cae estacionalmente la demanda de dinero en el mercado, por lo tanto, hay más espacio para una de la inflación y, consecuentemente, una recuperación en precios de los dólares alternativos.

En esta coyuntura hay que tener presente que el Banco Central y Anses son vendedores de los bonos AL30 y GD30 tratando de reprimir la suba de los dólares MEP y CCL. Esta estrategia está llamada al fracaso, por ende comprar en pesos estos títulos podría ser un muy buen negocio, ya que esperamos una suba importante, porque son los determinantes de las cotizaciones de los dólares alternativos y, más tarde que temprano, van a estar acompañando a la cotización del dólar blue, por lo que, seguramente, se ubicarían por encima del valor del dólar turista.

La bomba de pesos del BCRA, el origen de la actual disparada del dólar.
La bomba de pesos del BCRA, el origen de la actual disparada del dólar.

La bomba de pesos del BCRA, el origen de la actual disparada del dólar.

El dólar blue y el factor Brasil

Históricamente el dólar blue cotizó por encima de los dólares alternativos, por lo tanto, lo que vivimos en los meses de octubre y noviembre fue una situación excepcional, el dólar blue volverá a estar en el primer lugar del podio en las próximas semanas.

Otro tema no menor es que en enero asume la presidencia de Brasil Inácio Lula Da Silva (el real se ubica hoy en 5,30 por dólar). Brasil tiene una cosecha de soja de 150 millones de toneladas, que liquidará en los primeros meses de 2023. Esto implica que va a exportar cerca de 80 millones de toneladas y tiene asegurado un gran ingreso de dólares. Si a pesar de esta oferta de dólares que llegue al país, el real supera el nivel de 5,60 por dólar, y apunta a dejar atrás a la poderosa resistencia de 6 reales por dólar, estaríamos en condiciones de afirmar que es muy probable que el peso argentino tenga una segunda aceleración en la tasa de devaluación. Así, no descartamos que en el primer trimestre del año el dólar se aproxime al nivel de $500.

El impacto de la bomba de pesos se hace sentir

La Argentina tiene un problema de solvencia, por lo cual el déficit fiscal necesariamente debe ser financiado. Como no tenemos crédito, el Estado lo financia con emisión monetaria, cuya expansión se observa en todos los diciembres de cada año. Solo se podrá revertir este escenario cuando logremos superávit fiscal o crédito externo.

La emisión monetaria trae como consecuencia inmediata la suba de los dólares alternativos, con cierto retardo el aumento de precios en la economía y, consecuentemente, la suba de la tasa de interés.

Las proyecciones de inflación para el año 2023 se ubicarían en torno del 115% al 120% anual. En tanto, la tasa de interés debería ubicarse en el 85% anual, lo que daría una tasa efectiva del 127,3% anual.

En este contexto, al dólar para fin del año 2023 habría que ir a buscarlo en torno de los $800, siendo muy optimista.

Haber proyectado un dólar cercano a los $400 para fin de 2022 es como robarle una moneda a un ciego, estaba más cantado que el tango Caminito. Con emisión desbordante, no hay otro camino que devaluación, aumento de precios y suba de tasa de interés. El Gobierno, claramente, está mirando otra película.