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Economía espiritual: Los jóvenes chinos apelan a oraciones digitales y amuletos para escapar del desempleo

La imagen muestra a una joven ante el Templo Yonghe Lama 1 de enero de 2023 en Beijing, China (Foto de VCG/VCG vía Getty Images).
La imagen muestra a una joven ante el Templo Yonghe Lama, el 1 de enero de 2023 en Beijing, China. (Foto de VCG/VCG vía Getty Images). (VCG via Getty Images)

Los jóvenes chinos están tan desesperados por conseguir trabajo que apelan a la superstición y a espiritualidad con la esperanza de mejorar su suerte y acceder a un competitivo mercado laboral que parece impenetrable.

"No creo en Dios, pero el entorno actual me obliga a hacerlo", dijo al diario chino The Globe and Mail Sharon Guan, mientras hacía una larga cola para entrar en el popular Templo Yonghe, un monasterio budista tibetano en Beijing.

La joven de 24 años, que viajó en avión desde su casa en la provincia de Shanxi, dijo que se sintió atraída a orar luego de leer muchos comentarios en línea de personas que aseguraban que habían encontrado trabajo bien remunerado después de ir al templo.

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El hashtag “Templo Yonghe” tenía más de 150 millones de visitas en la plataforma china Xiaohongshu, donde el 72% de sus más de 200 millones de usuarios activos mensuales son jóvenes de la Generación Z, nacidos entre mediados de la década de 1990 y 2010.

Las visitas a los lugares de culto han aumentado en un 367 por ciento desde principios de 2023, en comparación con el mismo período del año anterior. En el siglo pasado, sólo los ancianos asistían a los templos y algún joven que ansiaba el regreso de un amor no correspondido. Ahora la prioridad de los muchachos es rezar para conseguir trabajo y mantenerlo.

Ruegos online

No todos los que requieren el consuelo de la fe tienen el tiempo o la energía para ir un templo. Otros optan por la tecnología para participar en experiencias religiosas como quemas de incienso en vivo para aumentar su “fu”, un ideograma chino que significa fortuna y riqueza.

Los internautas comentan con frecuencia que desean “seguridad y éxito”. Y así como en los templos reales hay que depositar ofrendas por encender una vela, en los templos virtuales hay ofrecer obsequios para participar en los rituales, como pagar 0,81 dólares por quemar un incienso o 1,36 dólares por encender una lámpara, informó la publicación Jing Daily.

Detrás de la necesidad de creer en un país donde las autoridades promueven activamente el ateísmo subyacen las oscuras perspectivas económicas de la generación más educada de China. Las últimas cifras oficiales revelaron que la tasa de desempleo entre los jóvenes de 16 a 24 años alcanzó un récord del 21,3 por ciento en junio. Y probablemente han seguido empeorando porque el gobierno dejó de publicar los datos del desempleo desde entonces.

Pensar que uno de cada 5 jóvenes chinos está desempleado es bastante malo pero no abarca la verdadera magnitud del problema porque esa estadística sólo incluye a los que están buscando trabajo activamente y no toma en cuenta a los jóvenes de las zonas rurales.

El profesor de economía de la Universidad de Pekín, Zhang Dandan, dijo en un artículo que fue censurado que en julio unos 16 millones de jóvenes habían abandonado la búsqueda de empleo. Pero si estuvieran incluidos en las cifras del gobierno, la tasa real de desempleo entre los jóvenes estaría más cerca del 50 por ciento.

En ese contexto, los jóvenes piensan que cualquier ayuda es buena. Por eso han proliferado distintos tipos de amuletos, como comprar protectores de móviles con dibujos especiales para atraer la buena suerte.

Los gatos del dinero, también conocidos como los gatos japoneses, son una de las imágenes más populares. Otra figura muy buscada es Caishen, el dios de la riqueza y el dinero, que es adorada tanto por los seguidores del taoísmo como de las religiones tradicionales chinas.

“Muchos de mis amigos usan algún tipo de variación del Dios del Dinero como salvapantallas. Los mayores lo ven como un elemento de superstición. Pero para nosotros, es una forma entretenernos con la que todos podemos identificarnos”, dice Lily Jiang, una chica nacida en este siglo que trabaja en tecnología.

Ella asegura que los jóvenes chinos usan aplicaciones religiosas o de superstición cuando no pueden controlar lo que sucede en el mundo real. Y no le parece una mala práctica porque les da un poco de esperanza y no le hace daño a nadie

Una de las app más populares son los peces de madera, también conocidos como bloques de templos chinos, que se utilizan en rituales en los que apelan a los sutras, mantras y otros textos budistas.

La desgracia de la generación con doctorado

La escasez de trabajo fue tan severa entre abril y julio de 2023 que unas 400.000 personas se convirtieron en conductores de taxis compartidos para poder pagar sus gastos. Pero el mercado se saturó de tal manera que ciudades como Shanghái dejó de emitir permisos a los nuevos aspirantes.

Expertos como Zhang Qidi, investigador del Centro de Estudios Financieros Internacionales, dijo a Fox News que el problema es que hay un grave exceso en la oferta de graduados universitarios y su prioridad es la supervivencia".

El número de graduados de maestría y doctorado en Beijing supera por primera vez al de estudiantes universitarios, según las autoridades educativas citadas por Fox.

Aunque el gobierno no ha tomado medidas para reprimir las actividades religiosas ni las creencias supersticiosas como lo hizo Mao Zedong en la década de 1950, el diario oficialista Beijing Daily publicó un editorial en marzo en el que expresaba comprensión por las ansiedades laborales y académicas de la juventud.

Pero luego recriminó como “extraviados” a los jóvenes que depositan sus esperanzas en dioses y budas cuando enfrentan dificultades.

La economía china ha dado señales de recuperación desde que en diciembre fueron levantadas las restricciones por el COVID-19, pero la contratación está siendo liderada por las industrias de viajes y catering que ofrecen salarios bajos para puestos poco calificados.

Los muchachos se aferran a los templos y a los amuletos en un intento por no echar por tierra décadas de esfuerzo académico

Al participar en rituales virtuales a menudo se comparan con Kong Yiji, el trágico protagonista de una historia de 1919 del autor Lu Xun. Kong pasó su vida preparándose para los exámenes imperiales pero, aunque no pudo encontrar trabajo como burócrata, se negó a quitarse su “túnica de erudito” para realizar trabajos manuales, convirtiéndose en cambio en un alcohólico y un ladrón.

Fuentes: TheGlobeandMail, JingDaily, FoxNews, Dao Insights.

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