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Beirut, 2 may (EFE).- La Unión Europea (UE) anunció este jueves un paquete de ayudas para el Líbano valorado en 1.000 millones de euros hasta 2027, con el que pretende apoyar a este país árabe de Oriente Próximo en diferentes frentes, incluida la gestión de más de 1,5 millones de refugiados sirios residentes en su suelo. La cuantía fue hecha pública durante una visita a Beirut de la líder de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente chipriota, Nikos Jristodulidis, quien había estado promoviendo un acuerdo con foco en la migración tras registrar un gran número de llegadas de refugiados sirios a sus costas. Estas son algunas claves para entender los entresijos del multimillonario paquete y las áreas a las que irá destinado: 1. Crisis de refugiados Según estimaciones oficiales, el Líbano acoge a más de 1,5 millones de refugiados sirios que huyeron de la guerra iniciada en el país vecino en 2011, de los que solo alrededor de la mitad están registrados con la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). Con una población estimada de apenas 5,5 millones de personas y una extensión de poco más de 10.000 km², el pequeño país mediterráneo mantiene en su territorio al mayor número de refugiados per cápita del mundo. Desde que la nación cayera en una grave crisis económica a finales de 2019, las autoridades libanesas han insistido en que la comunidad siria debe regresar a su país, esgrimiendo entre sus principales argumentos la escasez de recursos insuficientes para los propios libaneses. Paralelamente, ONG han denunciado detenciones arbitrarias y devoluciones en caliente, mientras que a lo largo de 2023 la ONU contabilizó deportaciones o prohibiciones de cruzar la frontera hacia Líbano contra más de 13.700 personas, recordó la semana pasada Human Rights Watch (HRW). 2. Salidas por mar La crisis económica golpeó con especial fuerza a los refugiados sirios residentes en el Líbano, donde el 90 % de ellos precisa ayuda humanitaria, y desencadenó un fuerte aumento en las salidas de embarcaciones con inmigrantes. En 2022, ACNUR contabilizó una subida del 73 % en los viajes o intentos de viaje desde las costas libanesas en comparación con el año previo. Coincidiendo con el conflicto iniciado el pasado octubre entre el grupo chií libanés Hizbulá e Israel, las costas chipriotas comenzaron a recibir en los últimos meses un gran número de embarcaciones con migrantes sirios, en su mayoría procedentes del Líbano. Entre comienzo de año y mediados de abril, el también pequeño país de 1,2 millones de habitantes recibió más de 2.000 migrantes y refugiados sirios por vía marítima, una cifra muy superior a los 78 del primer trimestre de 2023. Hace dos semanas, la situación ya llevó a Chipre a suspender la tramitación de solicitudes de asilo de ciudadanos sirios. 3. Las áreas "seguras" Un grupo de ocho ONG, entre ellas Amnistía Internacional (AI), expresó este jueves su preocupación por que el paquete comunitario pueda incluir ayudas para el retorno a las áreas de Siria consideradas "seguras" y recordaron que "ninguna parte" de ese país es aún segura. En este sentido, apuntaron que las fuerzas de seguridad sirias aún "detienen, torturan, desaparecen y matan arbitrariamente" a los refugiados que regresan, a menudo bajo acusación de estar vinculados a la oposición por el simple hecho de haber buscado refugio en el extranjero. 4. Fuerzas de seguridad Por otro lado, los 1.000 millones de euros pretenden fortalecer servicios básicos como la educación o la sanidad, fuertemente lastrados por la crisis económica. La depresión también golpeó duramente a las instituciones del país, dejando las arcas estatales bajo mínimos y provocando constantes huelgas en el sector público, donde los sueldos pasaron a ser irrisorios ante la pérdida de valor de la libra libanesa. La escasez de recursos hizo mella en especial en las fuerzas de seguridad del país, a las que la UE busca apoyar ahora en el próximo periodo con foco en sus labores de gestión fronteriza, según adelantó Von der Leyen. 5. Reformas Finalmente, el paquete contempla respaldar al Líbano en la implementación de las reformas financieras y del sistema bancario necesarias para mejorar la situación económica. Durante años, la comunidad internacional ha tratado de presionar a las autoridades libanesas para que lleven a cabo una serie de reformas profundas que saquen al país de la crisis, un proceso que solo ha visto avances limitados en medio de la inacción y de los bloqueos políticos. Esa falta de avances ha impedido cristalizar un acuerdo alcanzado hace dos años a nivel de 'staff' con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que había condicionado una ayuda multimillonaria al Líbano a la previa implementación de reformas. Otros actores habían impuesto la misma condición para sus ayudas, entre ellos la UE. (c) Agencia EFE
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