Yahoo Finanzas Estados Unidos, afectado por una inflación histórica y cerca de un shock energético
El nivel general de precios al consumidor (IPC) está aumentando al ritmo más acelerado y de la manera más amplia de los últimos 40 años, abarcando todos los sectores de la economía estadounidense sin excepción.
Según BLS (Bureau Of Labor Statistics) el IPC se incrementó 0,6% en enero, y todos sus ítems aumentaron más 7,5% anual en el último año.
El Índice de Precios de la Alimentación trepó 0,9% en enero, luego de aumentar 0,5% el mes anterior.
Lo decisivo fue que el Índice General de Precios, sin contar con los de la energía y la alimentación por su carácter intrínsecamente volátil, aumentó 0,6% en enero. El mismo nivel que se elevó en diciembre, y esta fue la séptima vez en los últimos 10 meses en que se incrementó sistemáticamente, al menos 0,5% mensual.
EE.UU., en suma experimenta un fenómeno de alza sistemática del nivel general de precios de carácter estructural, que en modo alguno se trata de una "experiencia transitoria", o de un efecto colateral de la pandemia.
Mas aún, el alza de 7,5% anual de los 12 meses concluidos en enero de este año, es el mayor aumento experimentado en un período semejante desde febrero de 1982.
Joe Biden enfrenta una economía inflacionaria que preocupa.
Precios en alza: qué los impulsa
El principal impulso a este auge récord y generalizado de lPC es el aumento fenomenal experimentado por el precio de la gasolina, cuyo promedio nacional trepó a u$s4,009 el galón (3,7 litros) el 5 de marzo de este año, el mayor nivel desde 2008.Esto es el resultado directo de la disrupción provocada por la invasión rusa de Ucrania en todos los mercados energéticos del sistema global.
El precio de un galón a u$s4,009 implica un incremento de 57% en un mes, y se aproxima a superar el récord histórico de julio de 2008, cuando trepó a un nivel promedio de u$s4,114 / galón, que ascendería hoy a u$s5,25/galón multiplicado por la tasa de inflación.
Rusia provee más de 10% de la oferta mundial de petróleo y cubre aproximadamente 40% de la demanda de gas natural de la Unión Europea (UE); y en el caso específico de Alemania, la primera economía de Europa, estas proporciones superan 60% del gas y 40% en el petróleo, respectivamente.
EE.UU., ante una profunda crisis inflacionaria.
Guerra y disparada del precio del petróleo
El gobierno norteamericano del presidente Joe Biden y el Congreso de EE.UU., con el apoyo de los 2 partidos, han decidido ahora prohibir la compra de petróleo y gas ruso en la economía norteamericana, lo que implica unos 700.000 barriles diarios, aproximadamente, que equivale a 8% del total del petróleo importado.
La semana pasada, el precio del crudo en su variedad Brent, trepó a u$s140 el barril, para caer luego a u$s128/ barril; y la industria del "Shale" norteamericana señaló que prohibir la compra de petróleo y gas ruso en este momento podría aumentar los valores del crudo hasta u$s200 el barril.
Agregó el "shale" que esto sumergiría casi de inmediato a la primera economía del mundo (u$s22,6 billones/ 25% del PBI global) a una profunda y generalizada recesión.
El informe sobre la inflación del Departamento de Trabajo del mes de febrero mostró que el nivel general de precios al consumidor (IPC) aumentó 0,7% mensual (m/m), e implicó un alza de 7,9% anual, la más elevada en 40 años.
Esto indica que con un precio de la gasolina a u$s4,07 el galón (3,7 litros) en la primera semana de marzo, llegaría este mes a u$s6,99/galón, con un IPC que treparía a 8% anual, o más, en los últimos 30 días, lo que impactaría en forma directa en las condiciones de vida y de trabajo de la sociedad norteamericana.
En California -el mayor Estado de la Unión-, el precio del galón superó u$s7,15, y lo mismo sucede en más de 1/3 de los Estados estadounidenses.
Petróleo ruso: EE.UU. prohibió las compras y siente un aumento en el precio de los combustibles.
Estados Unidos, cerca del shock energético
Hay una posibilidad cierta de que EE.UU. se aproxime a experimentar un shock energético de envergadura, con un alza del nivel de inflación de características históricas.
Un aumento del IPC de 8% anual en marzo, lo que resulta altamente probable, obligaría a un recorte drástico del consumo individual en EE.UU., donde representa más de 70% del auge del PBI, y podría alcanzar a una disminución de -25% /-30% anual.
Esto sucede en un año electoral, con los comicios de medio término que tendrán lugar en noviembre de 2022, y en las que se renueva la totalidad de la Cámara de representantes, así como un 1/3 del Senado.
Además, esto ocurre cuando el nivel de apoyo al presidente demócrata Joe Biden virtualmente se ha hundido, con sólo 28% de respaldo en la opinión pública en enero de este año, y cuando más de 75% de los norteamericanos estiman que la orientación del país está profundamente errada.
Los demócratas controlan la Cámara Baja con una diferencia de solo 5 escaños, y en el Senado la paridad es absoluta entre los 2 partidos, en una relación 50 a 50 entre demócratas y republicanos.
La totalidad de las encuestas prevén un triunfo abrumador de los republicanos en noviembre de este año; y el apoyo en la oposición al ex presidente Donald J. Trump se muestra verdaderamente aplastante, lo que asegura que podría ser el candidato presidencial en 2023. Esto implicaría disputar la primera magistratura con el actual presidente Joe Biden, del partido demócrata.
