Es fanático de Boca, un genio en el manejo del Photoshop y un amante del arte clásico: así creó Bruno Acanfora el “Bocart”

Con el arte digital ha surgido un sinfín de artistas crean obra inéditas desde cero o inspirándose en piezas del pasado y que aprovechan la ductilidad del mundo digital para correrse de las creaciones clásicas. Así son las creaciones de artistas como el belga Kenny Deuss, que se hizo viral con las imágenes que le manda a su pareja cuando sus hijos quedan a su cargo, o el ucraniano Alexey Kondakov, que publica en su cuenta de Instagram los collages que realiza combinando personajes de obras reconocidas insertas en fotografías de contextos contemporáneos como subterráneos, bares, automóviles, baños y mercados, entre otros.

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En esta línea, el publicista argentino Bruno Acanfora utiliza sus cuentas de Instagram (@estoesbocart) y Twitter (@brunoacanfora) para compartir su hobby: crear “Bocart”. Se trata de un vocablo inventado por él para referirse a intervenciones de obras de arte reconocidas a nivel mundial con los colores y símbolos de Boca Juniors.

Cómo surge cada Bocart

Radicado desde hace 11 años en Los Ángeles, Estados Unidos, Acanfora se entusiasma al conversar sobre su proyecto. “La idea surgió durante la pandemia, cuando estaba mucho tiempo en casa. Un día, a modo de chiste, tomé una imagen famosa, le puse los colores de Boca Junior y la publiqué en Twitter. Como fue muy bien recibida por la gente, empecé a intervenir más imágenes para reinterpretar sucesos de este equipo de fútbol a través de obras de arte”, cuenta.

Respecto a los motivos detrás del éxito de sus Bocart, este publicista de 37 años, que trabaja como director creativo de una agencia de publicidad en Estados Unidos, justifica: “Si bien para mí se trata de un pasatiempo, es una actividad que me tomo muy en serio y la llevo a cabo con amor y respeto. Imagino que esto tiene que ver con el buen recibimiento de la audiencia, que espera mis Bocart, y que incluso me envía sugerencias de obras de arte por privado”, explica. Sin embargo, aclara que, como recibe unos tres mensajes diarios con pinturas recomendadas, él prefiere seleccionarlas por su cuenta, y así mantener el ritmo de publicar un Bocart por semana.

“Yo sé que puede parecer ridículo ver los colores xeneizes en un cuadro de Miguel Ángel, pero como lo hago con amor y motivado, las respuestas de los usuarios son cálidas y positivas”, se explaya, y recuerda un episodio puntual: un Bocart polémico por el que recibió críticas, ya que puso a un Cristo con los colores de Boca. A partir de ahí, prefiere no apelar a temas religiosos ni a situaciones que puedan ser ríspidas. “El mundo del arte es tan variado y hay tantas situaciones que prefiero orientarme pensando la historia detrás de cada cuadro, y cómo puedo vincularlo con sucesos que ocurran en el equipo xeneize”, aclara. Por otro lado, menciona el Bocart más exitoso, el de una obra de arte en el que la Libertad guía al pueblo, evocando a la Revolución Francesa. En ese caso, la libertad fue reemplazada por La Raulito.

Presente y futuro

Con su hobby, Acanfora se siente cerca de la Argentina a pesar de la distancia; por eso planea continuar con sus Bocart ya que, según cuenta, se trata de una manera de mantenerse conectado con el país.

Actualmente, su cuenta en Twitter cuenta con 34.500 seguidores, mientras que la de Instagram tiene 16.300. “El secreto del crecimiento orgánico es la consistencia, porque yo siempre trato de mejorar y de apelar a distintos artistas como Fernando Botero y René Magritte”, explica el publicista.

Respecto a su audiencia, argumenta que sus Bocarts circulan con vida propia entre hinchas y aficionados de Boca Juniors, que comenzaron a seguirlo para estar al tanto de sus creaciones, aunque nunca se han comunicado con él desde el plantel o la comitiva del equipo de fútbol. Incluso tiene seguidores que son de otros clubes.

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Mientras tanto, Acanfora sigue creando, con Photoshop e Illustrator. La tarea no es sencilla, ya que cada pieza le toma entre 3 y 7 días. De cara al futuro, y como sabe que muchos usuarios descargan los Bocarts y los imprimen, tiene previsto ofrecer impresiones de calidad, e incluso estampar sus creaciones en remeras, y otros productos.

“Lo más importante -reflexiona- es que disfruto creando los Bocart, y que la gente también disfruta cuando los ve publicado”.