Anuncios
U.S. markets closed
  • S&P 500

    5,127.79
    +63.59 (+1.26%)
     
  • Dow Jones

    38,675.68
    +450.02 (+1.18%)
     
  • Nasdaq

    16,156.33
    +315.37 (+1.99%)
     
  • Russell 2000

    2,035.72
    +19.61 (+0.97%)
     
  • Petróleo

    77.99
    -0.96 (-1.22%)
     
  • Oro

    2,310.10
    +0.50 (+0.02%)
     
  • Plata

    26.78
    -0.04 (-0.16%)
     
  • dólar/euro

    1.0767
    +0.0039 (+0.37%)
     
  • Bono a 10 años

    4.5000
    -0.0710 (-1.55%)
     
  • dólar/libra

    1.2546
    +0.0013 (+0.11%)
     
  • yen/dólar

    152.9490
    -0.7300 (-0.48%)
     
  • Bitcoin USD

    62,801.39
    +3,144.90 (+5.27%)
     
  • CMC Crypto 200

    1,359.39
    +82.41 (+6.45%)
     
  • FTSE 100

    8,213.49
    +41.34 (+0.51%)
     
  • Nikkei 225

    38,236.07
    -37.98 (-0.10%)
     

JP Morgan no le teme a Bolsonaro: "los candidatos son más pragmáticos de lo que su retórica sugiere", dice el CEO para Latinoamérica

Faltan pocos días para que Brasil celebre, en un clima de extrema polarización del electorado y del discurso político, la segunda vuelta de unas elecciones en las que Jair Bolsonaro parte como claro favorito. Las controvertidas declaraciones de Bolsonaro, y los vínculos políticos de su contrincante, Fernando Haddad con el expresidente Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva han acaparado los titulares de la prensa brasileña e internacional.

Jair Bolsonaro. (CARL DE SOUZA/AFP/Getty Images)
Jair Bolsonaro. (CARL DE SOUZA/AFP/Getty Images)

La elección ha atraído tanto interés que ha habido posicionamientos al respecto de los comicios desde fuera de Brasil, con el diario conservador ‘The Wall Street Journal’ defendiendo en un editorial el voto a Bolsonaro, y con destacadas figuras de la cultura – las cantantes Madonna y Cher, la actriz Ellen Page – atacándolo.

De hecho, el exlíder de Pink Floyd, Roger Waters, ha convertido cada concierto de su gira brasileña en un alegato contra ese candidato, lo que le ha valido que decenas de miles de personas le aplaudan y abucheen en los estadios del país.

A Fernando Haddad le costará alcanzar la mayoría de las preferencias electorales debido tras la decepción que causó la izquierda en Brasil. REUTERS/Nacho Doce
A Fernando Haddad le costará alcanzar la mayoría de las preferencias electorales debido tras la decepción que causó la izquierda en Brasil. REUTERS/Nacho Doce

En medio de tal polarización, el CEO para Latinoamérica de JP Morgan, el mayor banco de Estados Unidos por activos, Martín Marrón, es una isla de tranquilidad.

PUBLICIDAD

“En Brasil somos optimistas, porque pensamos que los candidatos son más pragmáticos de lo que su retórica sugiere”, explica Marrón en una oficina de la sede del banco, en Manhattan. En JP Morgan, explica, “creemos que, con independencia de las actitudes de los candidatos, los problemas [de Brasil] son claros y van a tener que resolverlos”.

MÁS: Bolsonaro tiene un 57% de apoyo para las elecciones en Brasil y Haddad, un 43%

Ese optimismo en relación a la mayor economía de América Latina -“Brasil es el 40% del PIB de la región”, explica Marrón– sorprende en el contexto de la crispación política. Una crispación que el propio directivo admite que le ha llamado la atención porque “la sociedad brasileña es más centrista que la de otros países de América Latina”.

Marrón conoce bien el país porque vivió allí durante cuatro años.

Ese centrismo también tiene un reflejo en algo que según Marrón ha quedado de manifiesto en la cascada de escándalos políticos de Brasil en los últimos años: la solidez institucional del país.

“Brasil ha avanzado en ciertas áreas, y una de ellas es la calidad de las instituciones, donde ha llevado a cabo un progreso muchísimo mayor que cualquier otro país de la región”, remacha el directivo de JP Morgan, un banco que tiene 800 empleados en ese país.

MÁS: WhatsApp elimina más de 100.000 cuentas en Brasil por elecciones

La confianza de Marrón en que el gigante regional tendrá un buen manejo económico con independencia de quién gane no impide un frío análisis de los retos económicos que aguardan al futuro presidente.

“Brasil tiene un problema fiscal enorme, de Seguridad Social – porque gasta mucho en relación al PIB –, y su sistema de jubilaciones, sobre todo para el sector público, es muy generoso”, declara.

Desde luego, no son problemas exclusivos de ese país. Como matiza Marrón, “son una serie de reformas que también son necesarias en Europa, donde hay muchos trabajadores que se jubilan a edades muy jóvenes en el mundo globalizado, con lo que en el largo plazo el sistema es insostenible”. También es un problema en Estados Unidos, donde los propios ‘trustees’ del sistema de pensiones públicos han declarado que el sistema puede caer en la insolvencia en 2035.

Vista de la consigna “Ele Não” (Él no) durante un acto de campaña del candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad. (Foto: EFE/Fernando Bizerra Jr.)
Vista de la consigna “Ele Não” (Él no) durante un acto de campaña del candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad. (Foto: EFE/Fernando Bizerra Jr.)

Marrón también estima inevitable otra reforma: la del sistema impositivo. “Brasil es uno de los países de Latinoamérica con un nivel de recolección de impuestos más alto en relación al PIB”, declara, antes de hacer una comparación que refleja lo paradójico de esa situación: “De hecho, Brasil tiene una proporción de recolección de impuestos en relación al PIB similar a la de muchos países europeos, pero con unos servicios muy inferiores”.

MÁS: ‘Políticamente incorrectos’ impulsan ventaja del ultraderechista Bolsonaro en Brasil

La situación de Brasil es muy específica de ese país. También lo es la de las otras dos grandes economías de la región, que son México y Argentina (aunque esta última corre el peligro de perder ese puesto ante Colombia). Como explica Marrón, “por primera vez, las tres mayores economías de la región – Brasil, México, y Argentina, aunque ésta última está muy cerca de Colombia – están teniendo cuestiones idiosincráticas y de performance muy diferentes”.

No solo Brasil: El caso de Argentina y México

Si la situación de Brasil es complicada desde el punto de vista político, la de Argentina lo es desde el económico. Hace apenas 15 meses, ese país estaba emitiendo deuda a un interés del 8%. Eran unos intereses muy altos, pero la deuda era a 100 años, es decir, con un ‘maturity’ increíblemente largo para una economía que acababa de salir de una suspensión de pagos. Ahora, Argentina está siendo rescatada con un masivo paquete de casi 60.000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Mauricio Macri, el presidente de Argentina, una de las grandes economías de la región (AFP/Archivos | Eitan Abramovich)
Mauricio Macri, el presidente de Argentina, una de las grandes economías de la región (AFP/Archivos | Eitan Abramovich)

¿Cómo han podido cambiar las cosas tan deprisa en menos de un año? ¿No cuestiona eso la capacidad del mercado para evaluar la situación económica de los países?

Marrón no parece compartir ese punto de vista. “Son dinámicas del mercado”, arguye. “En aquel momento no se preveía que la subida de tipos de interés en EEUU fuera a ser tan rápida, ni que iba a haber una inestabilidad política que iba a llevar a una crisis financiera en Turquía…”, sostiene.

Y apunta un ejemplo de esos cambios: en julio de 2017, “el equipo de política económica de Turquía entonces tenía una tremenda credibilidad, que después ha ido disminuyendo. También ha disminuido la del equipo económico de Argentina, donde el banco central había sido bastante independiente hasta diciembre. En ese momento, por presiones políticas, el banco central decidió bajar el objetivo de inflación y los tipos de interés. Todo eso se fue sumando y derivó en esta crisis”.

La mayor presencia de JP Morgan en Latinoamérica está, precisamente, en Argentina, donde da empleo a 1.500 personas en un hub de servicios internos que planea expandir hasta 2.000, a un ritmo de entre 40 y 50 contrataciones al mes. Aparte, esa institución financiera emplea a 160 personas más en ese país, en actividades puramente bancarias.

Marrón no disimula su respaldo a la gestión de la crisis que está haciendo el gobierno del país, que, declara, “reaccionó rápido, pidió ayuda al FMI, y éste le ha ayudado”. Ahora, Buenos Aires Argentina tiene lo que Marrón define como “algo muy bueno: las necesidades de financiación cubiertas hasta finales de 2019 o 2020”.

Eso da un margen de actuación al Gobierno de Macri que, además, ha cambiado de estrategia para controlar la inflación. En lugar de objetivos de aumento de precios, el banco central de ese país va a tener objetivos de masa monetaria, es decir, de dinero en circulación. Si hay mucho dinero en circulación, los precios suben más, por la sencilla razón de que hay más dinero. Si hay poco, los precios se mantienen estables, ya que el dinero pasa a ser un bien más escaso. Teóricamente, esta política debería ayudar a que ese país controle su nivel de precios. A eso se suma la caída del peso argentino: “Con este tipo de cambio, la economía argentina es competitiva en exportación de cereales y productos mineros”.

Andres Manuel Lopez Obrador asumirá la presidencia de México en diciembre próximo (Foto: REUTERS/Andres Stapff)
Andres Manuel Lopez Obrador asumirá la presidencia de México en diciembre próximo (Foto: REUTERS/Andres Stapff)

La otra gran economía de la región, México, es la más difícil de interpretar por el responsable de JP Morgan para las Américas. El nuevo presidente, Manuel Andrés López-Obrador, toma posesión del cargo el 1ro de diciembre con una enorme victoria en las urnas y un respaldo masivo en el Legislativo, donde su bancada contará con el 55% del Senado y el 62% de la Cámara de Diputados.

Va a tener un poder que no tuvo ningún presidente mexicano”, explica Marrón, que reconoce las dificultades para analizar ese país con rotundo “lo que pase en México está por verse. Hoy por hoy son todo suposiciones”.

López-Obrador ganó la presidencia con un programa y una retórica nacionalista y redistributiva. Eso va directamente contra las políticas de su predecesor, Enrique Peña Nieto. Y no es una política que, como regla general, despierte el entusiasmo entre los inversores extranjeros, como JP Morgan, que lleva haciendo negocios en México desde hace 130 años y emplea a 360 personas en el país.

Marrón no quiere entrar en especulaciones acerca del futuro de ese país –”vamos a ver cuán pragmáticos son”, dice, en referencia al nuevo Ejecutivo –, aunque, también, quiera manifestar la voluntad del banco de ser más activo en México. Y, para ello, no duda en referirse al banquero más famoso e influyente de Estados Unidos, su jefe Jamie Dimon, el presidente y consejero delegado de JP Morgan, con quien había estado analizando la situación de Latinoamérica el día antes de la entrevista: “Este banco lleva haciendo negocios en México desde hace 130 años, cuando empezamos a conceder financiación para desarrollar los ferrocarriles, y Jaime Dimon está decidido a reforzar esa presencia”.