La gran hipocresía del COP28: uno de cada cuatro delegados hizo su fortuna con industrias contaminantes
Las compañías de petróleo y gas enviaron a 2.456 participantes
Al menos una cuarta parte de los multimillonarios que se registraron como delegados a la COP28, la conferencia anual de la ONU creada expresamente para combatir el cambio climático, hicieron su fortuna gracias a industrias “altamente contaminantes”, reveló un análisis publicado el martes por The Guardian.
The Guardian investigó a 34 delegados de la COP28 que, en conjunto, tienen un patrimonio de US$ 495.500 millones, proveniente en su mayoría de la petroquímica, la minería y la producción de carne de vacuno. “Los hallazgos [...] plantean preocupaciones sobre la influencia ejercida por los ultrarricos megaemisores en los esfuerzos del mundo para abordar la crisis climática”, dice el reporte.
Al igual que ocurrió con el Foro Económico Mundial en Davos en enero, la presencia creciente de una élite adinerada y su papel desproporcionadamente influyente ha hecho sonar las alarmas. ¿Son estas las personas adecuadas para evaluar, proponer e impulsar soluciones concretas a una problemática tan urgente?
La resiliencia climática necesita más dinero
Con la participación de líderes de gobiernos, negocios, ONG y miembros de la sociedad civil, la vigésima octava Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, concluyó el martes en Expo City, Dubai. La premisa era clara, según la ONU: tomar el rumbo correcto y acelerar la acción para afrontar la crisis climática, teniendo en cuenta los récords de las temperaturas a nivel mundial y los fenómenos temporales extremos que afectan a la población del planeta.
Basada en datos científicos indiscutibles, la ONU hizo un llamado a los conferencistas para “reducir cuanto antes la producción de carbón, petróleo y gas y triplicar la capacidad de energía renovable” (eólica, solar, hidráulica y geotérmica) para el año 2030. Al mismo tiempo, pidió que se evaluara el aumento sustancial de la financiación para la adaptación e inversión en resiliencia climática.
Con esa idea en mente, está claro que la invitación de personas financieramente poderosas a la cumbre se hace imperativa, pero la investigación de The Guardian sugiere que no se pueden alcanzar acuerdos verdaderamente trascendentales cuando existen conflictos de intereses imposibles de ocultar. “La COP podría ocupar ahora el segundo lugar después de Davos como punto de reunión para los ultrarricos del mundo, que pueden influir en los líderes gubernamentales y en los altos cargos políticos, mientras hacen tratos con otros dueños de negocios”, dice.
Peligrosa influencia entre bastidores
El reporte pone de ejemplo a la fundación del aliado de Vladímir Putin y oligarca ruso Andrey Melnichenko, que figura como “partidaria del clima” en el sitio web oficial de la COP28, aunque sus empresas han invertido US$ 23.000 millones en la producción de carbón y fertilizantes durante los últimos 15 años.
Melnichenko ha sido sancionado por Estados Unidos y la Unión Europea, al igual que otro delegado ruso incluido en la COP28, Vagit Alekperov, que posee una participación del 30% en el segundo mayor productor de petróleo y gas del país, Lukoil. Un delegado multimillonario kazajo, Timur Turlov, acusado de ayudar a oligarcas rusos a evadir sanciones, habló en un panel sobre gobernanza ambiental y social.
De los 34 multimillonarios analizados, cuatro estaban autorizados a participar en las negociaciones de la Zona Azul (espacio dedicado a las partes acreditadas y a los delegados observadores), mientras que otros 11 fueron invitados por los Emiratos Árabes Unidos. Entre ellos se encuentran Aliko Dangote, un magnate nigeriano del cemento y el petróleo; Mukesh Ambani, el jefe del conglomerado indio de petróleo y gas Reliance Industries; y el fundador de Microsoft, Bill Gates.
Al menos un multimillonario registrado como delegado mantiene relaciones comerciales con el país anfitrión de la cumbre: el inversor egipcio en fertilizantes, cemento y deportes Nassef Sawiris, cuya empresa OCI está ayudando a desarrollar un “amoniaco azul” con la compañía petrolera estatal de EAU, Abu Dhabi National Oil Company (Adnoc). El director de Adnoc es Sultan Al Jaber, presidente de la COP28.
“El número de multimillonarios en Cop es impactante y es una prueba más de su influencia entre bastidores. Los superricos, que son los que más han contribuido al cambio climático, se están movilizando para ahogar las voces de las comunidades que sufren sus consecuencias”, dijo Alex Maitland de Oxfam, que compiló el análisis de los multimillonarios en la COP28.
Muchos otros multimillonarios no están presentes en persona, pero sus empresas cuentan con un ejército de ejecutivos y cabilderos para promover sus intereses en la COP. Las compañías de petróleo y gas enviaron a 2.456 participantes; la industria de captura y almacenamiento de carbono casi 500, y el sector cárnico, lácteo y agroindustrial otros 340.
Es un tema “demasiado importante para que la avaricia lo hunda”
Alex Maitland estima que solo cinco de las 94 empresas propiedad de multimillonarios presentes en la COP28 están trabajando para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París. Las cinco que cumplen son Heineken, H&M, Diageo, Microsoft y Alphabet.
“Los multimillonarios y sus corporaciones han acudido con fuerza a la COP28, muchos de ellos para presionar políticas que se adapten a sus intereses comerciales a corto plazo, no al planeta. Y las negociaciones sobre el clima son demasiado importantes para que la avaricia las hunda”, dijo.
La COP28 finalizó el miércoles con un tratado de transición para abandonar el uso de combustibles fósiles y lograr cero emisiones netas para 2050. La quema de carbón, petróleo y gas es el mayor contribuyente al cambio climático y representa más de las tres cuartas partes de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
El controvertido acuerdo final de la COP28
El anuncio del miércoles se produce después de que un borrador previo provocara críticas generalizadas por no incluir lenguaje sobre el fin del uso de combustibles fósiles, mientras las negociaciones dejaban al descubierto profundas divisiones entre los responsables políticos sobre el futuro de los hidrocarburos.
El borrador sugería una variedad de opciones para que los países aceleren la acción climática, pero, lo que es más importante, omitió texto sobre una eliminación gradual de los combustibles fósiles. “Si bien no pasamos la página de la era de los combustibles fósiles en Dubai, este resultado es el principio del fin”, dijo el jefe climático de la ONU, Simon Stiell.
El acuerdo de la COP adoptado el miércoles “envía mensajes muy fuertes al mundo”, dijo el enviado especial de Estados Unidos para el clima, John Kerry. “Hoy me uniré a la delegación china para anunciar que EE. UU. y China, basándose en las numerosas iniciativas establecidas en las decisiones de balance global, actualizaremos nuevamente nuestras estrategias a largo plazo e invitamos a otros partidos se unan a nosotros para hacerlo”.
No todas las reacciones fueron positivas. Oxfam, el grupo de una veintena de organizaciones no gubernamentales que realiza labores humanitarias en 90 países, dijo que la COP28 fue “doblemente decepcionante porque no puso dinero sobre la mesa para ayudar a los países más pobres a hacer la transición a las energías renovables”.
“Y los países ricos volvieron a incumplir sus obligaciones de ayudar a las personas que se ven afectadas por los peores impactos del colapso climático, como aquellos en el Cuerno de África, que recientemente lo perdieron todo a causa de las inundaciones, después de una sequía histórica de cinco estaciones y años de hambre”, se lee en un comunicado de la Oxfam el mismo miércoles.
El grupo de organizaciones apuntó que las comunidades más pobres continúan enfrentándose “a más deudas, a un empeoramiento de la desigualdad, a menos ayuda y a más peligros, hambre y privaciones”. “La COP28 estuvo a kilómetros de distancia del resultado histórico y ambicioso que se prometió”.