Las nuevas modelos y estrellas de Instagram: no sabrás si son de carne y hueso

Desde su cuenta de Instagram, Shudu (shudu.gram), nos observa con mirada penetrante. Su piel negra brillante resplandece en la pantalla de manera sobrehumana. Esto se debe, simplemente, a que Shudu es una supermodelo digital, que solo existe en los pixeles de una pantalla.

Shudu (@shudu.gram) nació a inicios de este año, y ya acumula más de 139.000 seguidores. Tal fue el revuelo causado por las primeras imágenes, y las pesquisas de muchos sobre la dueña de esta espectacular imagen, que su creador, el fotógrafo de 29 años Cameron-James Wilson, se vio obligado a revelar que sólo existe en el mundo digital.

En los últimos tiempos ha surgido esta nueva variante de modelo que no existen en la vida real, fabricada a base de pixeles por un hábil diseñador con tal maestría que hasta los responsables de las marcas comerciales han empezado a contratar sus servicios.

También es el caso de Brenn (@brenn.gram), una modelo curvilínea de reciente creación que en menos de dos meses de “nacimiento” ya tiene 600 seguidores en Instagram.

Fruto de la imaginación y el trabajo computarizado de Wilson, ha logrado tal cantidad de seguidores que, en muchos casos, son personas que valoran la reivindicación de las minorías raciales y de la enorme variedad de mujeres que existen en el mundo.

Sin embargo, Wilson ha recibido críticas de quienes consideran que la creación de sus supermodelos negras dejaría sin empleos a aquellas que en la vida real en realidad los necesitan.

“Ha habido mucha información falsa diciendo que estoy siendo contratado, o que le está quitando empleos a la gente, eso es solo información errónea. No me han contratado, no me han pagado”, dijo a Mashable.

Agencias que solo trabajan con modelos digitales

Comoquiera que sea, la tendencia de las modelos digitales no se detiene. La agencia de modelos virtuales The Diigitals tiene otras como Shudu u Brenn.

“Las marcas pueden delinear el aspecto que están buscando específicamente, incluyendo la raza, el género y el peinado que desean”, explicó Philip Jay, un antiguo fotógrafo de Playboy que ahora está a la cabeza de la agencia británica Irmaz Models.

“Desafortunadamente, el mundo del modelaje suele estar dominado por las mujeres blancas -se lamenta Jay para CNN-, pero nosotros podríamos cambiar eso de algún modo”.

Para Renee Engeln, profesora y psicóloga de la Northwestern University, estudiosa de la imagen corporal, son preocupantes las consecuencias que tendría en la imagen corporal y la autoestima –especialmente de las mujeres– el hecho de permitirles a las marcas crear su modelo “perfecto”.

“No existe un mundo en el que esto sea bueno para la salud de las mujeres -asegura al ser entrevistada por CNN-. Saber que las mujeres se van a comparar con otras que son literalmente inhumanas me parece una especie de chiste que no resulta muy divertido”.

De todos modos, aunque todo sea muy frío y esté dentro de un ordenador, la moda de estas modelos continúa.

Esto explica el auge que ha tenido Lil Miquela (@lilimiquela), una creación que supuestamente tiene 19 años, nació en Estados Unidos y reside en Los Ángeles. Lo llamativo de su caso es que esta chica se sale de las pasarelas, los estudios y las zonas iluminadas para dejarse retratar en plena calle, interactuando con nuestra realidad, como la buena ‘influencer’ que dice que es.

¿Entones? No, no nos confundamos: Lil Miquela no existe, es una creación digital, aunque ya haya lanzado su primer sencillo en Spotify con el nombre ‘Not mine’ y comparta amistad en su perfil con varios amigos de carne y hueso que laboran en el mundillo de la moda.

¿Pero, cómo? Basta con asomarse a su perfil y constatar que Miquela posee la nada desdeñable cifra de 1,4 millones de seguidores.

Eso sí, tienen mucho éxito, arrastran los “Me gusta” de miles de internautas y hasta generan dividendos económicos, pero si observamos a sus ojos constatamos que algo falla: hay poca vida en su mirada, por muy talentosos que sean sus creadores.

Les falta eso, aunque ahora mismo no pocas modelos se estén preocupando por sus próximos contratos.