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Llueven críticas contra Maduro en la ONU por violación de los derechos humanos

El régimen de Nicolás Maduro trató de defenderse el martes en las Naciones Unidas, responsabilizando a las sanciones internacionales por sus problemas sociales, pero su presentación fue sepultada por un alud de intervenciones de países miembros preocupados por informes de ejecuciones extrajudiciales, el uso de la tortura y el encarcelamiento arbitrario de disidentes.

Declarando por video ante la comisión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez resaltó que su país ha avanzado mucho en la protección de los derechos y las libertades de la población, para luego acusar a Estados Unidos y a los países que han adoptado sanciones en contra del régimen de acentuar el sufrimiento en la nación petrolera.

“Vamos a seguir revisando esas recomendaciones [para mejorar la situación de los derechos humanos] y agradecemos aquellos países que de buena fe han manifestado sus recomendaciones a Venezuela, siempre sobre el entendido de lo que ha sido significado para un pueblo... sobreponerse a un bloqueo de la dimensión que ha conocido Venezuela”, manifestó Rodríguez.

“La voz de todos debería ser el levantamiento de las medidas coercitivas unilaterales sobre todos aquellos países que son víctimas de estas sanciones ilícitas e ilegales que se conforman como una verdadera, potencial y codiciosa arma de destrucción masiva contra todo el sistema de los derechos humanos”, agregó durante la sesión sostenida para realizar la tercera revisión periódica de los derechos humanos a la que el país se somete.

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Rodríguez, una de las más cercanas colaboradoras de Maduro dentro del régimen socialista de Caracas, dijo que las sanciones económicas aplicadas por Washington, Europa y otros países aliados al opositor venezolano Juan Guaidó han cortado el acceso al país de 99% de las divisas.

Al ser recordada sobre el éxodo de venezolanos que se han visto obligados a abandonar el país, con proyecciones de que más de seis millones de ellos han salido al exterior para escapar de lo que ha sido descrito como la peor crisis humanitaria en la historia de América Latina, Rodríguez le restó importancia al fenómeno, señalando que la cifra se trata de un error aritmético producto de una “agenda oculta muy peligrosa”.

Las declaraciones de Rodríguez, sin embargo, parecieron convencer a muy pocas delegaciones que participaban en el encuentro, con la gran mayoría de ellas manifestando fuertes críticas contra Caracas por ignorar las numerosas denuncias de violaciones de derechos humanos recogidas por la propia ONU.

Con las palpables excepción de países aliados como Rusia, China, Cuba y Nicaragua, la mayoría de las delegaciones utilizaron su breve tiempo de exposición para instar al régimen a que cumpla con las recomendaciones ya hechas por la ONU, incluyendo la liberación de los presos políticos, la preservación de la independencia de las cortes y el fin del uso de la tortura, las ejecuciones extrajudiciales y las desapariciones forzosas.

Algunas de las exigencias incluso provinieron de países normalmente considerados como amistosos al régimen, como Argentina, que le solicitó que cumpliera “íntegramente” con las recomendaciones presentadas por la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Michelle Bachelet, cuyo informe sobre las violaciones de los derechos humanos terminó por develar ante la comunidad internacional la cruda situación venezolana.

“Argentina recomienda... que se conduzcan investigaciones prontas exhaustivas e independientes, imparciales y transparentes sobre las alegaciones a las violaciones de los derechos humanos, se lleve a los perpetradores ante la justicia y se garantice una reparación adecuada a las víctimas”, dijo el representante de ese país, Cristian Machuca.

La oficina de la alta comisionada de derechos humanos ya ha presentado varios informes sobre la situación en Venezuela que dejan en relieve los crímenes perpetrados por las fuerzas de seguridad del régimen.

Los informes, elaborados en base a entrevistas a víctimas, observadores independientes y organizaciones de derechos humanos, recogen la aplicación recurrentes de ejecuciones extrajudiciales, torturas, desapariciones forzosas, persecución a la disidencia y detenciones arbitrarias.

Los informes también denuncian que el régimen utiliza las cortes del país para otorgarle una fachada de legalidad a las detenciones arbitrarias de disidentes, quienes luego pasan a ser torturados y encarcelados por las fuerzas policiales.

La delegación del Reino Unido tocó este último punto en su presentación y solicitó que el régimen deje de utilizar al sistema judicial para desmantelar a la democracia venezolana, antes de pasar a pedir que respete la independencia de los poderes públicos y que detenga el trabajo forzado y la explotación sexual.

Corea del Sur también recomendó al régimen que deje de manipular a las cortes y que permita que éstas operen “bajo el principio de legalidad y debido proceso” y que ponga fin a la persecución de la prensa independiente y a los defensores de los derechos humanos y al uso excesivo de la fuerza para detener las manifestaciones de protesta.

Los múltiples pronunciamientos de los países miembros, que por lo general duraban entre uno y dos minutos, extendieron la sesión por más de dos horas y medias.