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Los mensajes de Hamás se siguen difundiendo en redes sociales, a pesar de su prohibición

Unos palestinos inspeccionan los edificios destruidos por los ataques aéreos israelíes en Khan Younis, el 17 de octubre de 2023. (Yousef Masoud/The New York Times)
Unos palestinos inspeccionan los edificios destruidos por los ataques aéreos israelíes en Khan Younis, el 17 de octubre de 2023. (Yousef Masoud/The New York Times)

Hamás está vetada de Facebook, eliminada de Instagram y expulsada de TikTok. Sin embargo, las publicaciones que apoyan al grupo que perpetró atentados terroristas en Israel este mes siguen llegando a un público masivo en las redes sociales, difundiendo imágenes atroces y mensajes políticos a millones de personas.

Varias cuentas simpatizantes de Hamás han ganado cientos de miles de seguidores en las plataformas sociales desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamás el 7 de octubre, según un estudio de The New York Times.

Una cuenta en Telegram, la popular aplicación de mensajería que cuenta con poca moderación, alcanzó esta semana más de 1,3 millones de seguidores, frente a los 340.000 que tenía antes de los ataques. Esa cuenta, Gaza Now, está alineada con Hamás, según el Atlantic Council, un grupo de investigación centrado en las relaciones internacionales.

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“Hemos visto contenidos de Hamás en Telegram, como imágenes de cámaras corporales de terroristas disparando a soldados israelíes”, dijo Jonathan A. Greenblatt, director general de la Liga Antidifamación. “Hemos visto imágenes no solo en Telegram, sino también en otras plataformas, de soldados ensangrentados y muertos”.

Este tipo de publicaciones son el reto más reciente para las empresas tecnológicas, pues muchas intentan minimizar la difusión de contenidos falsos o extremistas y, al mismo tiempo, preservar los contenidos que no incumplen sus normas. En conflictos anteriores, como el genocidio de Birmania u otros ataques entre palestinos e israelíes, las empresas de redes sociales tuvieron dificultades para encontrar el equilibrio adecuado y los grupos de vigilancia criticaron sus respuestas por ser demasiado limitadas o, en ocasiones, excesivamente entusiastas.

Los expertos afirman que Hamás y las cuentas de redes sociales vinculadas a la organización se aprovechan ahora de estas dificultades para eludir la moderación y difundir sus mensajes.

La mayoría de las plataformas en línea prohíben desde hace tiempo las organizaciones terroristas y los contenidos extremistas. Facebook, Instagram, TikTok, YouTube y X (antes conocida como Twitter) han prohibido cuentas vinculadas a Hamás o publicaciones que simpatizan abiertamente con su causa, al alegar que violan sus políticas de contenido contra el extremismo.

Gaza Now tenía más de 4,9 millones de seguidores en Facebook antes de que la bloquearan la semana pasada, poco después de que el Times se pusiera en contacto con Meta, la empresa matriz de Facebook, para hablar de dicha cuenta. Gaza Now no publicaba el tipo de contenido escabroso que se encuentra en Telegram, pero sí compartía acusaciones de irregularidades contra Israel y animaba a sus seguidores de Facebook a suscribirse a su canal de Telegram.

Gaza Now también tenía más de 800.000 seguidores colectivos en varias otras redes sociales antes de que muchas de esas cuentas fueran eliminadas la semana pasada. Su canal de YouTube tenía 50.000 seguidores, pero no se había subido nada nuevo desde que comenzó el conflicto. La cuenta fue suspendida el martes.

En un comunicado, un portavoz de YouTube dijo que Gaza Now violaba las políticas de la empresa porque el propietario del canal había operado previamente una cuenta en YouTube que fue cancelada.

Según los expertos, Telegram se ha convertido en la plataforma más evidente de difusión de mensajes a favor de Hamás. Allí, algunas cuentas compartieron videos de prisioneros capturados, cadáveres y edificios destruidos, a los que sus seguidores a menudo responden con el emoji del pulgar hacia arriba. En una ocasión, los usuarios se pidieron unos a otros que subieran a plataformas como Facebook, TikTok, Twitter y YouTube imágenes espantosas de civiles israelíes cuando eran baleados. Los comentarios también incluían sugerencias sobre cómo alterar las imágenes para que sea más difícil para las empresas de redes sociales encontrarlas y eliminarlas con facilidad.

Telegram también alberga una cuenta oficial de las Brigadas Al Qassam, el brazo militar de Hamás. Su número de seguidores se ha triplicado desde que comenzó el conflicto.

Pavel Durov, director ejecutivo de Telegram, escribió en una publicación la semana pasada que la empresa había eliminado “millones de contenidos obviamente perjudiciales de nuestra plataforma pública”. Sin embargo, indicó que la aplicación no prohibiría el acceso a Hamás, al afirmar que esas cuentas “sirven como fuente única de información de primera mano para investigadores, periodistas y verificadores de hechos”.

“Aunque nos resultaría fácil destruir esta fuente de información, al hacerlo corremos el riesgo de exacerbar una situación ya de por sí grave”, escribió Durov.

La plataforma X, propiedad de Elon Musk, se vio invadida de falsedades y contenidos extremistas casi desde el inicio del conflicto. Los investigadores del Instituto para el Diálogo Estratégico, que rastrea el odio y el extremismo en internet, descubrieron que, en un periodo de 24 horas, una colección de publicaciones en la plataforma X que apoyaban actividades terroristas recibió más de 16 millones de vistas. La Unión Europea dijo que examinaría si la plataforma X violaba una ley europea que exigía a las grandes redes sociales detener la difusión de contenidos nocivos. La plataforma X no respondió a la solicitud de comentarios.

Sin embargo, las cuentas que Hamás no se adjudica directamente presentan desafíos más espinosos para las empresas de redes sociales y los usuarios han criticado a las plataformas por su excesivo celo a la hora de eliminar contenidos propalestinos.

Miles de simpatizantes palestinos afirmaron que Facebook e Instagram suprimieron o eliminaron sus publicaciones, incluso cuando los mensajes no infringían las normas de las plataformas. Otros informaron de que Facebook suprimió cuentas que convocaban a protestas pacíficas en ciudades de todo Estados Unidos, incluidas las manifestaciones programadas en la zona de San Francisco para el fin de semana.

Meta señaló el viernes en una entrada de su blog que Facebook quizá haya eliminado sin darse cuenta cierto contenido mientras respondía a un aumento de las denuncias de contenidos que infringían las políticas del sitio. Algunas de esas publicaciones se ocultaron debido a un error accidental en los sistemas de Instagram que no mostraban contenido propalestino en su sección historias, informó la compañía.

Masoud Abdulatti, fundador de una empresa de servicios sanitarios, MedicalHub, que vive en Amán, Jordania, dijo que Facebook e Instagram les bloquearon sus publicaciones de apoyo a los palestinos y que había recurrido a LinkedIn para hacer público su apoyo a los civiles de Gaza atrapados en medio del conflicto.

“La gente del mundo ignora la verdad”, dijo Abdulatti.

Eman Belacy, redactora publicitaria residente en la gobernación egipcia de Sharkia, señaló que normalmente utilizaba su cuenta de LinkedIn solo para hacer contactos profesionales, pero que había empezado a publicar sobre la guerra dado que consideraba que Facebook e Instagram no mostraban la imagen completa de la devastación en Gaza.

“Tal vez no sea el lugar adecuado para compartir noticias sobre la guerra, pero discúlpennos, la cantidad de injusticia e hipocresía es insoportable”, expresó Belacy.

Los desafíos reflejan las contundentes herramientas de moderación de contenidos en las que se han apoyado cada vez más las redes sociales, afirmó Kathleen Carley, investigadora y profesora del Instituto de Seguridad y Privacidad CyLab de la Universidad Carnegie Mellon.

Muchas empresas confían en una mezcla de moderadores humanos —que pueden verse desbordados rápidamente durante una crisis— y algunos algoritmos informáticos, sin coordinación entre plataformas.

“A menos que se modere el contenido de manera sistemática, para la misma historia en todas las plataformas principales, solo se está jugando a ‘pégale al topo’”, dijo Carley. “Va a resurgir”.

c.2023 The New York Times Company