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Pequeña firma de ingeniería apuesta por oportunidades durante frenazo de minería

(BNamericas.com) - Como resultado del desplome de los commodities, la cartera de grandes proyectos de inversión en el sector minero chileno se contrajo de manera considerable. Y las firmas de ingeniería no han salido ilesas.

Sin embargo, la sequía de grandes proyectos ha abierto la puerta para la aparición de nuevos actores, como TNA Engineering, firma chilena que en 2015 estuvo a cargo de varios proyectos en Sierra Gorda, mina bajo el control de la multinacional polaca KGHM International.

Para ahondar al respecto, BNamericas conversó con su gerente general, Tomás Núñez (en la foto a la derecha), y su gerente de ingeniería, Raúl Lobos.

BNamericas: ¿Qué es TNA?

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Núñez: Somos un equipo de ingeniería multidisciplinario que partió con un grupo con bastante experiencia en el área minera. A partir de esa experiencia, nos dimos cuenta de que el actual modelo de negocios para hacer proyectos de ingeniería no era solamente un requerimiento específico asociado a una especialidad, sino que un servicio donde interactúa un conjunto de especialidades para lograr resolver requerimientos del cliente, desde su concepción hasta la forma de implementar, entendido como un servicio de ingeniería, como producto empaquetado y técnicamente robusto. Ese mismo servicio lo hemos extrapolado a las áreas de energías renovables no convencionales e infraestructura con muy buenos resultados.

La minería hoy demanda proyectos multidisciplinarios, lo que hicimos fue reunir a un conjunto de especialistas de varias disciplinas, a cargo de Raúl, y ofrecer ese tipo de servicios, pero con el enfoque requerido por las mineras: fast-track a demanda, es decir, soluciones en función de los requerimientos específicos del cliente, con alto énfasis en la constructibilidad [de proyectos], optimización de costos y técnicamente eficientes.

Adicionalmente, nuestros servicios tienen la ventaja para el cliente de contar con muy bajos gastos generales, ya que hemos depurado la burocracia que existe detrás de las grandes empresas. Esto va en línea con lo que los clientes están requiriendo: disminución de costos, mejora en la productividad e innovación.

BNamericas: Y respecto a ese cambio a un modelo fast-track a demanda y de menor costo, ¿desde cuándo lo busca la minería?

Lobos: La crisis se empezó a sentir a partir de 2013, con el sector minero a la baja. Fue ahí que las mineras se dieron cuenta de que las grandes empresas de ingeniería, que si bien hacen un buen trabajo, son de alto costo, y que pueden obtener lo mismo con empresas [de ingeniería] de menor tamaño y con mejores resultados.

Adicionalmente, las grandes empresas de ingeniería, durante el boom de la minería, incorporaron a mucha gente con poca experiencia, lo que hizo que sus resultados no fueran los mejores.

Núñez: Hay que entender que el principal negocio de las grandes empresas de ingeniería no es hacer ingeniería, sino que vender horas-hombre. Desde esta perspectiva, y hablando desde la experiencia como ingeniero en una multinacional, me tocó trabajar en equipos con integrantes de poca experiencia presentados a un alto costo, por encima de su valor de mercado.

El servicio que prestaban no era malo, sino que se hizo ineficiente, aumentando el capex u opex y los plazos de entrega. A lo anterior se agrega que mucha de la ingeniería desarrollada llegaba a la etapa de construcción incompleta, por lo que se hacía necesario un equipo de ingeniería residente, corrigiendo o resolviendo dudas durante el montaje. Un costo más para las empresas mineras.

Finalmente, lo que las empresas buscan es hacer las cosas mejor. En ese sentido, nosotros tenemos la capacidad de generar el trabajo de 50 personas con 10 personas, no en la cantidad entregables, sino que en la eficiencia y calidad del servicio. Nosotros el año pasado hicimos más de 30.000 horas-hombre, desarrollamos más de 70 proyectos y con un equipo pequeño.

BNamericas: ¿Cómo los ha afectado el bajón del ciclo minero?

Núñez: Alguna vez se dijo que [la cuprífera estatal chilena] Codelco iba a ser contracíclica respecto a sus proyectos estructurales. Yo creo que la misma filosofía deberían usar las empresas de ingeniería más chicas como la nuestra, en donde este tipo de crisis es una muy buena oportunidad para darse a conocer y crecer.

Lobos: Los clientes ya no tienen los recursos que tenían antes y cuando los tienen son muy limitados y tus deadlines son muy reducidos, entonces queda muy poco margen para el error.

Actualmente los proyectos en los que nos encontramos insertos no son negocio para una gran empresa de ingeniería, a diferencia de una pequeña. Desde esta perspectiva, nuestra visión está puesta en bajar los costos para el cliente en ese nicho e ir extrapolando esa experiencia a proyectos de mayor envergadura.

BNamericas: En cuanto a los mandantes, ¿cuán rápido han sido las mineras en adaptarse a este nuevo modelo y buscarlos a ustedes en vez de recurrir a empresas de ingeniería más grandes?

Núñez: Yo creo que la relación ha sido directa, a demanda como mencionaba anteriormente. En el fondo, ven el costo que significa generar un proyecto o bien mantenerlo en operación y han respondido apostando por empresas pequeñas a nivel local, dándoles la oportunidad en proyectos de menor envergadura económica, transformándose en vitrinas para mostrarse y responder de la mejor forma posible.

BNamericas: ¿Se puede ver alguna tendencia hacia dónde va el mercado de los proyectos de ingeniería?

Núñez: Pienso que probablemente en el caso de un gran proyecto, una parte la va a tener una empresa como la nuestra, otra parte la va a tener la empresa X, esta otra la empresa Y, y así, funcionando en sincronía, debido a que el mercado local es acotado y los profesionales se conocen entre sí. Ya no va a existir una empresa que esté a cargo de todo, porque eso implica grandes costos operacionales, burocracia y gestión sobredimensionada; costos que finalmente paga el cliente. Buscamos el efecto win-win, sobre todo en esta etapa en que la minería está de capa caída.

BNamericas: ¿Qué proyecciones tienen para el resto del año?

Núñez: Tenemos muchas expectativas, con proyectos paralelos y finalizando la gran experiencia que significó tener un cliente como Minera Sierra Gorda. Adicionalmente estamos en etapa de prospección con otras mineras y empresas contratistas. De forma interna, estamos innovando en otras áreas, tales como el proceso de certificación ISO 9001:2015, diseño estructural por desempeño en estructuras mineras, revisión sísmica de proyectos y perfeccionamiento de profesionales en áreas específicas. Pensamos que es el camino correcto para aportar desde nuestra especialidad multidisciplinaria.

Tomás Núñez es ingeniero civil estructural y tiene un magíster en Ingeniería Sísmica de la Universidad de Chile. Cuenta con más de nueve años de experiencia en el sector minero e industrial.

Raúl Lobos es ingeniero civil de la Universidad de Concepción en Chile. Tiene más de 25 años de experiencia en minería y proyectos multidisciplinarios

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