Anuncios
U.S. markets closed
  • S&P 500

    5,035.69
    -80.48 (-1.57%)
     
  • Dow Jones

    37,815.92
    -570.17 (-1.49%)
     
  • Nasdaq

    15,657.82
    -325.26 (-2.04%)
     
  • Russell 2000

    1,973.91
    -42.12 (-2.09%)
     
  • Petróleo

    81.57
    -1.06 (-1.28%)
     
  • Oro

    2,298.90
    -58.80 (-2.49%)
     
  • Plata

    26.57
    -1.09 (-3.94%)
     
  • dólar/euro

    1.0671
    -0.0054 (-0.50%)
     
  • Bono a 10 años

    4.6860
    +0.0720 (+1.56%)
     
  • dólar/libra

    1.2493
    -0.0070 (-0.56%)
     
  • yen/dólar

    157.7950
    +1.5170 (+0.97%)
     
  • Bitcoin USD

    59,927.81
    -3,029.36 (-4.81%)
     
  • CMC Crypto 200

    1,279.97
    -59.10 (-4.42%)
     
  • FTSE 100

    8,144.13
    -2.90 (-0.04%)
     
  • Nikkei 225

    38,405.66
    +470.90 (+1.24%)
     

Ser pobre aumenta un 68 % el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular

Un estudio relaciona nivel socioeconómico con las enfermedades cardiovasculares y la mortalidad

Investigadores del Centro Médico Universitario de Mainz han estudiado la relación entre el nivel socioeconómico y las enfermedades cardiovasculares y la mortalidad | Imagen: Sociedad española de cardiología
Investigadores del Centro Médico Universitario de Mainz han estudiado la relación entre el nivel socioeconómico y las enfermedades cardiovasculares y la mortalidad | Imagen: Sociedad española de cardiología

En la actualidad las enfermedades cardiovasculares, como los ataques cardíacos o los accidentes cerebrovasculares, se mantienen como la causa de muerte más común en todo el mundo. Las cifras son claras y la propia Organización Mundial de la Salud estima que, cada año, fallecen alrededor de 18 millones de personas por estas causas. Todos conocemos, a grandes rasgos, los elementos que más influyen en este tipo de afecciones y cómo reducir el riesgo: cambiar el sedentarismo por ejercicio, una dieta adecuada, evitar el tabaco y el alcohol… pero también existen factores relacionados que pasan más desapercibidos pero que influyen de manera decisiva, como el aislamiento y la soledad, y por supuesto el nivel económico y sociocultural.

Si retrocedemos diez años, allá por el 2013, todos los medios especializados recogieron en sus portadas y titulares un artículo científico de gran interés sobre esta idea, titulado “Tú código postal es más importante para tu salud que tu código genético”. El trabajo venía firmado por el español Rafael Cofiño, Jefe del Servicio de Evaluación de la Salud en la Consejería de Sanidad de Asturias, e incluía frases premonitorias como “la aparición, evolución, pronóstico y desenlace de muchos de los episodios que atiendes todos los días tienen que ver con las condiciones de vida de esas personas. Es decir, con el lugar donde residen, cómo viven, cómo trabajan o cómo se relacionan. Su código postal influye más en su salud que su código genético. Intuyes también que es difícil tomar determinadas decisiones saludables en entornos y «códigos postales» no saludables”. Esta intuición de que seguir un estilo de vida saludable es más difícil en entornos pobres, se desarrolló ampliamente en los siguientes años con una gran cantidad de estudios que confirmaban la idea de Cofiño: el barrio donde vives es un indicador, bastante preciso, de problemas de salud, o lo que es lo mismo, ser pobre también empobrece tu salud.

Relacionado: ¿A qué edad somos más felices?

PUBLICIDAD

La literatura científica nos muestra que estos factores económicos, sociales, educativos y culturales tienen un poderoso influjo en nuestra salud, pero buena parte de estos estudios se han realizado en países donde el acceso a la atención médica depende de los ingresos y la ocupación, como Estados Unidos. En estos casos, la situación económica es evidentemente un factor decisivo para el acceso a una atención médica de calidad y la relación entre nivel adquisitivo y salud es mucho más directa.

Por eso es importante que también se realicen estudios en países con sistemas de salud diferentes al sistema altamente privatizado de Estados Unidos. Hace tan solo unos días, Investigadores del Centro Médico Universitario de Mainz han publicado un interesante estudio en el European Journal of Preventive Cardiology utilizando datos del Estudio de Salud de Gutenberg (GHS) en el que los participantes eran de Alemania, un país donde “la atención sanitaria está disponible en todo el país, por lo que no debería haber discriminación social a este respecto”.

Infografía con las claves generales del estudio | Omar Hahad, Donya A Gilan, et al. European Journal of Preventive Cardiology, (2023)
Infografía con las claves generales del estudio | Omar Hahad, Donya A Gilan, et al. European Journal of Preventive Cardiology, (2023)

Los resultados del estudio, no obstante, indican lo contrario. Incluso en países donde la asistencia médica se incluye en un sistema gratuita, el nivel socioeconómico influye en la salud cardiovascular de sus habitantes.

Te interesará: El cerebro de las personas solitarias funciona de manera diferente

El equipo de investigación investigó exhaustivamente la influencia de los factores socioeconómicos en la salud cardiovascular durante un período de diez años como parte del GHS. En el estudio participaron aproximadamente 15.000 mujeres y hombres de entre 35 y 74 años de la región Rin-Meno. El nivel socioeconómico de los participantes del estudio se determinó mediante un cuestionario y diferentes entrevistas.

"Durante este seguimiento de diez años, quedó claro que las personas con un nivel socioeconómico bajo tenían un riesgo 68 % mayor de desarrollar una nueva enfermedad cardiovascular. La mortalidad también fue un 86 % mayor en este grupo que en los participantes del estudio con un NSE alto”.

Para evitar la participación de otros factores, los autores también pudieron identificar la influencia del NSE en la salud cardiovascular cuando lo consideraron independientemente de los factores de riesgo asociados al estilo de vida, como el consumo de alcohol, el tabaquismo o la actividad física.

Relacionado: ¿De qué eres capaz para conseguir información?

Las conclusiones del estudio incluyen una reflexión importante: "Nuestros resultados muestran que debemos prestar mayor atención al nivel socioeconómico, tanto en la atención de pacientes individuales como en los ensayos clínicos. Por lo tanto, los factores socioeconómicos deben incluirse en las puntuaciones de riesgo para mejorar el pronóstico de salud y poder iniciar medidas preventivas antes".

En definitiva, para todos aquellos responsables de políticas sanitarias: acabar con la pobreza, aumentar los niveles de educación y hacer más accesible la cultura a toda la población también tendrá efectos positivos en la salud de las personas.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VIDEO

La pobreza supera a la recuperación económica en Venezuela

Referencias científicas y más información:

Omar Hahad, Donya A Gilan, et al. “Cumulative social disadvantage and cardiovascular disease burden and mortality” European Journal of Preventive Cardiology, (2023) DOI:10.1093/eurjpc/zwad264

University Medical Center Mainz “Can education and occupation influence cardiovascular health and mortality?