Poder líquido: El enigmático y polémico encanto de las piscinas infinitas

Las piscinas infinitas han cautivado la atención de los viajeros y entusiastas del mundo del lujo y de las maravillas arquitectónicas.

Estas piscinas que parecen no tener fin se mezclan a la perfección con su entorno, creando una ilusión acuática cuando fijamos la mirada en el horizonte. Una mezcla de tranquilidad y sorpresa nos invade cuando nos sumergimos en un cuerpo de agua que engaña nuestros sentidos y que nos parece infinito.

La primera referencia del concepto de un reservorio artificial de agua que se funde con el paisaje podría haber maravillado a los visitantes de los Jardines Colgantes de Babilonia, construido por el rey Nabucodonosor II, aproximadamente en el 605 A. d. C. La pocas precipitaciones en la región que actualmente ocupa Iraq, habría obligado a los arquitectos a colocar un especie de piscina en la parte superior de la construcción para irrigar el agua hacia los jardines organizados en terrazas en los niveles inferiores.

Pero la idea actual de las piscinas infinitas se materializó en la segunda mitad del siglo XX gracias al ingenio del arquitecto John Lautner, quien aprovechó al máximo el paisaje circundante al diseñar la residencia Reiner-Burchill, conocida popularmente como Silvertop.

Se trata de una moderna casa de estilo orgánico, que cuenta con un enorme techo de hormigón arqueado sobre una pared de vidrio que permite ver desde el interior todo el entorno. El punto de genialidad lo constituye la piscina en voladizo que parece fluir directamente hacia el embalse de Silver Lake. El proyecto de 7 años fue concluido en 1963. En esa época las piscinas infinitas se conocían con el nombre de “Lautner Edge”.

Las piscinas infinitas son fascinantes no sólo por su belleza estética sino porque ofrecen una experiencia emocional. Los humanos deseamos conectarnos con el mundo natural de manera innata, y las piscinas infinitas brindan un medio perfecto para lograr ese vínculo. Al combinar el arte y la ingeniería, crean una transición perfecta entre el agua de la piscina y el entorno que la rodea, permitiéndonos sentirnos en comunión con la naturaleza.

Además, las piscinas infinitas a menudo se encuentran ubicadas en lugares idílicos, en lo alto de acantilados con vistas panorámicas del océano, rodeadas de montañas exuberantes o con vistas a vastos paisajes urbanos. La combinación de un paisaje impresionante y un diseño innovador crea una sensación incomparable de lujo y hedonismo.

“Diría que una piscina infinita es casi un requisito en un hotel de lujo desde 2018, especialmente en propiedades frente al mar donde es clave aprovechar al máximo las vistas”, dijo Megan Wood, editora de Oyster, un sitio especializado en actividad hotelera a la publicación Outline.

David Knowles, CEO y director creativo de la consultora hotelera Artelier, dijo a Thrillist que la piscina infinita siempre brindará un valor impactante por su capacidad de recordar a las personas el lujo y la exclusividad que son inalcanzables para el público en general.

La piscina infinita más famosa del mundo fue diseñada por el arquitecto Moshe Safdie y se encuentra en una plataforma en voladizo sobre el resort Marina Bay Sands, un lujoso hotel de 57 pisos que no cobra menos de 480 dólares la noche en Singapur.

La crítica de los académicos

El profesor de Lenguaje y Comunicación de la Universidad de Bern, Crispin Thurlow, argumentó en un artículo académico que las piscinas infinitas son una representación visual y material de la movilidad y el privilegio de las élites.

“Si bien la piscina infinita puede parecer bastante inofensiva y placentera, es una realización visual y material del privilegio y de las formaciones de clase contemporáneas en general. Y, sin duda, estas formaciones de clase son transnacionales o globales tanto en su ejercicio como en sus ramificaciones. La piscina infinita es, por lo tanto, una instancia de lo que uno podría considerar como poder líquido”.

Otro investigador que ha analizado a las piscinas infinitas es John Connell, profesor de la Universidad de Sídney y no ha quedado muy convencido de su utilidad real porque a su juicio nos incita a encerrarnos en nosotros mismos y nos separa de la realidad local.

"La piscina infinita se extiende en la distancia más allá de mares azules y bajo cielos azules: el resto del mundo y sus indignidades desaparecen más allá del horizonte y el espacio es aparentemente infinito, hasta que solo se entromete otra isla distante”, escribió en su ensayo Fidji: Reflexiones en la piscina infinita.

Más allá de lo que opinen los académicos, los turistas siguen publicando a diario decenas de fotografías en sus mejores poses en piscinas infinitas cada vez más espectaculares, alardeando de esos espacios de lujo que pocos pueden pagar.

Fuentes: Sage Journals, The Outline, LAConservancy, Jstor, Thrillist.

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