Por qué sube la gasolina: ¿es culpable el presidente Biden?
Es un hecho: cada día es más caro rellenar el tanque de nuestros autos. La semana pasada, el precio promedio de la gasolina regular en Estados Unidos subió a $ 2.71 dólares por galón, un aumento de $ 0,46 dólares / galón desde principios de año.
Pero a pesar de que muchos culpan al presidente Joe Biden del encarecimiento, en realidad no es su responsabilidad, en lo absoluto.
Varios factores han contribuido al alza de los precios de la gasolina. El analista de GasBuddy, Patrick DeHaan, lo resumió de esta manera en declaraciones a FoxBusiness: el precio se está disparando debido al aumento de la demanda junto con el hecho de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) "no está abriendo el grifo".
Concretamente, la semana pasada, los líderes de la OPEP y sus aliados acordaron mantener los recortes a la producción para todos los países excepto Rusia y Kazakstán, lo cual provocó que el petróleo crudo West Texas Intermediate, el de referencia de EE. UU, aumentara de precio. A pesar de cierta recuperación de la demanda internacional por el crudo, Arabia Saudita mantuvo un recorte de 1 millón de barriles diarios. Esa decisión elevó considerablemente los precios del petróleo.
La gasolina sigue el precio del crudo
Y el precio de la gasolina siempre es un eco del precio del petróleo en los mercados internacionales.
“En los últimos seis meses, el precio del petróleo ha subido 0,56 dólares el galón, mientras que el precio de la gasolina ha subido 0,50 dólares el galón. La gran mayoría de la subida del precio de la gasolina se explica por la subida del precio del petróleo”, explicó a Forbes Robert Rapier, analista de la industria energética.
Ahora, ¿por qué sube el precio del petróleo?
Pues, irónicamente, debido a que comenzamos a recuperarnos de la pandemia de Covid 19 y ha aumentado la demanda del combustible. En 2020, cuando numerosos países decretaron medidas de confinamiento y la gente dejó de viajar, el precio del crudo se desplomó, dejando inactivos 3 millones de barriles por día (BPD) de la producción de petróleo de Estados Unidos en relación con 2019, precisó Rapier.
Y, como explicamos al inicio, la OPEP mantiene el recorte a la producción, lo cual impulsa los precios al alza.
La importancia de los factores geopolíticos en el mercado energético
Algunas circunstancias políticas y meteorológicas han incidido también en el aumento de los precios.
El domingo, los rebeldes hutíes de Yemen lanzaron un ataque con drones contra las instalaciones petroleras de Arabia Saudita, con lo que al día siguiente el petróleo crudo Brent alcanzó los 71,38 dólares por barril, aunque luego descendió 25 centavos a 69,61 dólares por barril. Esto a su vez impactó el precio del crudo West Texas Intermediate, que ganó 27 centavos a 66,36 dólares por barril. Sin adentrarme a explicar el complejo conflicto, es importante dejar claro que el gobierno de Joe Biden prometió aumentar el respaldo al reino saudita ante esas amenazas.
Los ataques -que podrían generar inestabilidad en la producción del país con mayores reservas- se producen luego de la devastadora helada invernal en Texas y otras partes del país en febrero, que eliminó la producción de alrededor de 4 millones de barriles por día de petróleo estadounidense, empujando los precios por encima de los 60 dólares por barril por primera vez en más de un año.
Concretamente, la tormenta invernal afectó a una docena de refinerías en Texas. En la última semana de febrero, la utilización de la refinería se había desplomado al 56%. Sin ellas, simplemente el petróleo no se puede convertir en gasolina.
La decisión de Biden y su impacto
En cuanto al cierre del oleoducto Keystone XL, decretado por Biden, su impacto no es claro todavía en el mercado estadounidense.
Sí está más claro que los precios seguirán aumentando, y podrían rondar los 3 dólares en abril, según DeeHan.
"Podríamos ver que la demanda de gasolina este verano comenzará a acercarse a algunos de esos niveles normales, especialmente…si hay una demanda reprimida", dijo.
Cuanto más reabran los estados y más personas se vacunen, más aumentará la demanda.
Ya hemos dejado en claro que Biden no es responsable del aumento en los precios de la gasolina. Pero ¿podría hacer algo para bajarlos?
Según explica Rapier, solo hay un par de mecanismos mediante los cuales un presidente podría tener un impacto a corto plazo en los precios de la gasolina. Uno es firmando una legislación que cambie el impuesto a la gasolina, que actualmente representa alrededor del 21% del costo o anunciando una liberación importante de petróleo de la Reserva Estratégica de Petróleo, con lo cual los precios del petróleo caerían temporalmente y luego los de la gasolina.
Nada indica que el presidente vaya a tomar alguna de esas medidas de inmediato.
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