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Primeras tensiones en el Gabinete: fuertes diferencias entre Milei y sus ministros por la desregulación de la economía

Con menos de dos semanas en el poder, el gobierno de Javier Milei intenta avanzar como un tren bala japonés o alemán, pero a veces parece olvidar que las vías ferroviarias aún no están preparadas para semejante desafío. Eso explica en parte algunas idas y vueltas de los últimos días, y también tensiones que empiezan a notarse en el seno del Gabinete.

Todo empezó con un reto. El presidente les manifestó a sus ministros que necesitaba más de ellos. Reprochaba que no le estaban proporcionando los datos para permitirle explicar con más fundamento el fenomenal ajuste que pretende encarar en su primer año de gobierno, equivalente a cinco puntos del Producto Bruto.

"No me están ayudando", les dijo Milei. El mensaje estaba dirigido en especial a algunos miembros del Gabinete a los que les está costando hallar las llaves de las puertas que conducen al corazón de la burocracia estatal, para tratar de desarmar una madeja de impericia, desidia, ñoquis y, en algunos casos aparentemente, cierta laxitud en el cumplimiento de las normas.

La Casa Rosada en estado ruinoso que Milei ordenó mostrarle a todo el país en un video puede convertirse en una metáfora muy realista y triste del estado de la Argentina.

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"No somos un país de mierda", repetía Sergio Massa en la campaña. Parece que no lo habían llevado a recorrer el estado calamitoso en que estaba la Casa de Gobierno, donde tenían que pegar carteles en las paredes pidiendo que la gente no orinara en las escaleras. Ese absoluto estado de abandono se agravó en los últimos meses, en los que poco ayudó la tendencia de Alberto Fernández a permanecer en la residencia de Olivos junto a su perro Dylan, casi en soledad. No le gustaba ir a la Rosada al expresidente. Y cuando lo hacía evitaba recorrer las calles. Casi siempre iba en helicóptero, a pesar del enorme costo que tiene.

Estos y muchos otros desafíos debe afrontar el nuevo gobierno, que trata de avanzar a un ritmo frenético. Tanto que ya hizo renunciar a dos experimentados especialistas en comunicación que se habían integrado al área de prensa que lidera Manuel Adorni.

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Caputo frenó una ofensiva de sectores empresariales y políticos para reducir los aportes patronales y cargas sociales

¿Las reformas van demasiado rápido?

"A veces me da la sensación de que quieren ir demasiado rápido con las reformas. Yo que ellos bajaría un cambio", graficó el economista Juan Carlos De Pablo, siempre filoso en los análisis.

Tras el reto en el Gabinete, la presión de Milei, lejos de aminorar, se profundizó. Se notó por ejemplo ante el plan que el ministro de Economía, Luis Caputo, le llevó para reducir a cero los subsidios a las tarifas de electricidad, gas y transporte en el plazo de tres años. "¿No se puede hacer en dos?", le habría dicho el presidente, que parece dispuesto a tratar de "exprimir" al máximo a su equipo.

En la lógica de Milei, si se pierde la oportunidad de hacer la mayor cantidad de transformaciones en el primer año, después será cada vez más difícil. Para él, un ejemplo de lo que no se debe hacer fue el gobierno de Mauricio Macri. "No denunció la herencia y no avanzó con las reformas de segunda y tercera generación", dice Milei. Hasta el propio Macri le da la razón.

Caputo también se maneja con firmeza en materia de gastos. En las últimas horas salió a frenar una ofensiva de sectores empresariales y políticos para reducir los aportes patronales y cargas sociales, en el marco del decreto de reforma laboral que se conocerá en breve. Así, la reforma laboral abrió otro frente en la disputa presupuestaria. Algunos miembros del Gabinete se inclinaban por rebajar ahora los aportes y contribuciones patronales, lo cual es fogoneado, además, por la UIA, la Cámara de Comercio y la CAME, entre otras entidades.

En la actualidad esos aportes representan casi el 26% del sueldo bruto. Por cada 100 mil pesos de salario, la empresa tiene que depositar 26 mil entre aportes patronales, cargas sociales y otros. Las pymes de la CAME lo consideran un despropósito que atenta contra la competitividad. Y sostienen que es parte del costo argentino vinculado con la presión tributaria.

En La Libertad Avanza, y el PRO, son varios los que preferirían impulsar una rebaja de impuestos al trabajo. Este martes, parecía que la cuestión tomaba impulso, y se pasaba a inscribir en el marco de la amplia desregulación ideada por el equipo del ex presidente del Banco Central macrista Federico Sturzenegger. Pero al final primó la posición fiscalista del ministro de Economía, Luis Caputo, quien considera que se deben hacer algunos deberes ahora, para disfrutar luego de una época mejor hacia fines de año o en el 2025. Así, envió a sus colaboradores a ratificar que "no hay plata", por lo que se puede prescindir de esos ingresos.

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El presidente Javier Milei quiere implementar su plan de reformas lo más pronto posible

Medidas sensibles del DNU

La reforma laboral es uno de los capítulos del plan de "modernización" en el que trabajó Sturzenegger. Los preparó para Patricia Bullrrich, pero ante la derrota de la ahora ministra de Seguridad en las elecciones generales, al poco tiempo ya había sido convocado por Milei para llevarlo a cabo. La obra fue faraónica. Modifica 3.500 leyes. También deroga la Ley de Góndolas y la Ley de Alquileres. E introduce cambios en la administración pública.

En cuanto al mercado de trabajo, el decreto sumó varios cambios importantes que representarán un desafío al sindicalismo. Es el caso de la causal de despido por bloqueos de plantas de producción, una medida impulsada por sectores empresariales "antipiquetes", tras el interminable conflicto en el sector lácteo. También por los bloqueos de camioneros que hubo en su momento.

La otra medida sensible es la intención de declarar "servicios esenciales" al transporte y la educación, para que se garantice el 50% de la actividad sin interrupciones. Roberto Baradel, del SUTEBA bonaerense, estaría horrorizado por la iniciativa. Y esto, que duda cabe, pondrá en pie de guerra a la CGT, ya que lo considera una restricción al derecho de huelga que afectará a los gremios de camioneros, pilotos, ferroviarios, choferes de colectivo, marítimos y maestros, entre otros.

Como dato clave, la reforma laboral incluye un mecanismo que venía siendo solicitado por millones de pymes. Permitirá "blanquear" a monotributistas que contratan a otros monotributistas. Será similar al sistema que se aplica en la construcción. Sería una forma de agrandar la recaudación del Estado, dicen cerca de Economía. También una manera de hacer que el mercado laboral argentino ingrese por fin al Siglo XXI.