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Los problemas de la generación Z: Maxwell Frost tiene dificultades para rentar un apartamento

Vipassana Vijayarangan, quien no pudo vivir con su novio como tenía pensado debido a que su falta de crédito le impidió rentar un apartamento con él, en Nueva York, el 17 de diciembre de 2022. (Todd Midler/The New York Times)
Vipassana Vijayarangan, quien no pudo vivir con su novio como tenía pensado debido a que su falta de crédito le impidió rentar un apartamento con él, en Nueva York, el 17 de diciembre de 2022. (Todd Midler/The New York Times)

WASHINGTON — A la edad de 25 años, el representante electo Maxwell Frost será el congresista más joven; pero después de excederse en gastos con tarjetas de crédito para ganar el escaño del décimo distrito electoral de Florida, también se quedó endeudado.

Frost afirmó que no ocultó sus dificultades financieras cuando solicitó un apartamento de una sola habitación en Washington D. C., donde ahora tiene que vivir a tiempo parcial durante, al menos, los próximos dos años; un corredor inmobiliario le dijo que no había problema. Pagó una cuota de 50 dólares por la solicitud y luego le negaron el apartamento por su mal historial crediticio.

A principios de diciembre, Frost, la primera persona de la generación Z electa para el Congreso y quien también es demócrata, recurrió a Twitter para expresar su frustración: “Esto no es para la gente que todavía no tiene dinero”.

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Aunque la mayoría de los demás miembros de la generación Z no hayan acumulado deudas de campaña, los problemas de Frost para conseguir vivienda han generado mucha compasión entre los usuarios de Twitter de la generación Z que tienen un historial crediticio corto y menos capital para pagar depósitos elevados y cuotas de solicitud.

Frost comentó que el año pasado también perdió cientos de dólares cuando estaba buscando vivienda en su distrito natal de Orlando.

“Las cuotas por la solicitud se están convirtiendo en una fuente de ingresos para las compañías de administración”, señaló Frost en una entrevista. “Estamos viviendo en un mundo en el que por quince dólares se puede realizar una amplia verificación de antecedentes. ¿Por qué las cuotas ascienden hasta los 200 dólares? ¿Por qué usamos una calificación crediticia para decidir si el solicitante puede pagar la renta cuando hay tantas cosas que dañan la calificación crediticia de una persona?”.

Estas cuotas son el lamentable remate de un mercado inmobiliario voraz: de acuerdo con datos de Zillow, el mes pasado, el precio habitual de una renta en Estados Unidos era de más de 2000 dólares, el cual en noviembre de 2021 era de 1850 y en noviembre de 2020 era de 1600. El mes pasado, en Washington D. C. el precio normal de una renta era de más de 2200 dólares, una cifra que ha estado siguiendo la trayectoria a nivel nacional.

El representante demócrata electo de Florida, Maxwell Frost, buscó vivienda cerca del Capitolio, en Washington, el 2 de diciembre de 2022. (Kenny Holston/The New York Times)
El representante demócrata electo de Florida, Maxwell Frost, buscó vivienda cerca del Capitolio, en Washington, el 2 de diciembre de 2022. (Kenny Holston/The New York Times)

Algunos miembros de la generación Z no ven ninguna manera posible de conseguir un lugar propio: de acuerdo con un informe reciente, casi una tercera parte de las personas entre 18 y 25 años viven en casa de sus familiares de manera permanente.

El pasado mes de mayo, Raegan Loheide, de 25 años, comenzó a buscar un nuevo apartamento con su pareja y su actual coinquilino. Loheide, quien trabaja como barista, estaba viviendo en un apartamento del barrio de Queens en la ciudad de Nueva York, pero comentó que su salud física y mental se estaba deteriorando por una serie de problemas relacionados con el mantenimiento que el casero se rehusaba a solucionar, entre ellos, una plaga de cucarachas, agujeros en el techo, falta de calefacción y un inodoro descompuesto.

“No nos sentíamos bien”, señaló Loheide.

Pero durante los meses siguientes, Loheide, su coinquilino y su pareja hicieron solicitud para cinco apartamentos (con lo que gastaron cientos de dólares en las cuotas de las solicitudes) y en todos ellos los rechazaron.

“La primera vez fue porque no teníamos aval”, comentó Loheide. “Me la pasaba preguntándoles a los corredores ‘por qué’, pero casi nunca recibí una respuesta veraz”.

Al final, Loheide sintió que no tenían otra alternativa que quedarse en su actual apartamento, incluso si eso implicaba un costo emocional y más problemas con el casero.

“No podíamos mudarnos”, comentó Loheide. “Nos la pasábamos ampliando nuestro presupuesto y juntando para costear la mudanza, pero ¿de qué sirve eso si ni siquiera obtenemos la aprobación?”.

¿Por qué los caseros se fijan en nuestro historial crediticio?

El crédito es una de las herramientas que los propietarios de inmuebles tienen que usar para saber desde el principio si un arrendatario podrá realizar los pagos de su renta, señaló Jay Martin, director ejecutivo del Programa de Mejoramiento de la Vivienda Comunitaria, una asociación gremial de 4000 administradores y propietarios de inmuebles en Nueva York.

“Los propietarios de inmuebles tienen la obligación fiduciaria de averiguar si el solicitante al que están investigando podrá pagar la renta que está solicitando porque ellos deben pagar sus hipotecas con el dinero que reciben de la renta”, explicó Martin.

Martin añadió que el dinero de las cuotas de solicitud “de ninguna manera es una fuente de ingresos para las compañías que administran, los intermediarios ni los propietarios”. La cuota, explicó, es para cubrir los costos de investigación de los antecedentes, los créditos y de otros procesos de selección.

No obstante, algunas tácticas y finalidades han sido objeto de crítica.

Es posible que los intermediarios también alienten a las personas a quienes probablemente les nieguen un apartamento a que hagan su solicitud, ya sea por incentivos económicos o con la intención de mejorar sus estadísticas relacionadas con la cantidad de solicitantes que pueden conseguir, señaló Felipe Ernst, miembro del profesorado del programa de la maestría en Bienes Raíces de la Universidad de Georgetown y fundador de una empresa de desarrollo inmobiliario con sede en Washington D. C.

Ernst comentó que, aunque tal vez esto genere una mayor competencia para conseguir un apartamento y le ofrezca al casero más opciones para elegir, también puede afectar de manera negativa a los posibles arrendatarios, que ya de por sí tienen dificultades, debido a que las cuotas de solicitud, que pueden ascender a cientos de dólares, casi nunca son reembolsables.

Es poco ético entusiasmar a alguien a sabiendas de que no será aprobado”, comentó Ernst. “Pero al mismo tiempo hay que ser realistas en cuanto a las finanzas. Yo no voy a una agencia distribuidora de Ferrari si solo puedo comprar un Honda”.

Conformándose con una habitación o con un sofá

Frost es ahora el representante de los descorazonados miembros de la generación Z, pero solo es el más reciente en la legendaria tradición de los congresistas que padecen el proceso de encontrar una vivienda secundaria en Washington D. C. después de ser elegidos. Al pasar de los años, con el fin de ahorrar dinero, los representantes y los senadores han optado por compartir un lugar con algún otro o incluso dormir en sus oficinas.

En una entrevista de la semana pasada, la representante demócrata de Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez, comentó que ya se ha “enfrentado a problemas muy parecidos”.

En 2018, cuando fue elegida por primera vez y fue la mujer más joven en convertirse en congresista, le dijo a The New York Times: “Llevo tres meses sin un salario antes de ser congresista, así que ¿cómo consigo apartamento? Esos detalles son muy reales”.

De igual manera, el representante demócrata de Nueva York, Mondaire Jones, comentó que también acumuló deudas la primera vez que contendió para el cargo.

“Este sitio no es para personas que no cuenten con una independencia económica”, afirmó Jones. “La gente de aquí no entiende la desigualdad de la riqueza porque no la ha vivido”.

Frost tiene un presupuesto de menos de 2000 dólares al mes. Está buscando un apartamento tipo estudio desde el que pueda caminar hasta el Capitolio ya que no pretende tener automóvil ni contratar a un chofer que lo lleve. Por la ubicación geográfica que quiere, su búsqueda de apartamento se limita a unos cuantos vecindarios en proceso de gentrificación.

Sin saber cuándo finalmente podrá contar con un lugar para vivir, piensa seguir quedándose en el sofá durante algunos meses para poder ahorrar dinero y hallar un apartamento en alguno de los vecindarios que desea.

Estuve a punto de adquirir un préstamo, lo cual implicaría desembolsar mucho de mi dinero para pagarlo”, comentó Frost. “No solo yo tengo problemas relacionados con la renta; hay millones de estadounidenses que tienen estos mismos problemas”.

© 2022 The New York Times Company