Yahoo Finanzas Recuerdos para alguien que hace mucho no está
Mi madre María Nidia Piovano (”la Negra”) nos dejó el 7 de agosto de 1985 luego de un accidente y de quedar muy mal en todo aspecto físico y mental.
Yo tenía 37 años y a pesar de los esfuerzos para lograr atención y rehabilitación la mejoría no fue posible.
El tiempo y los recuerdos se mezclan con alegrías y sinsabores de no saber si hicimos todo lo posible para ayudarla después de un accidente automovilístico donde falleció mi padre.
Los casi 13 años de convalecencia sin grandes avances en su recuperación pasaron tan rápido que hoy es complicado diferenciar el tiempo que disfrutamos de una madre compañera, compinche y contenedora, con un afecto que hasta hoy se siente.
Al ver otros familiares y amigos que disfrutan hasta hoy de su madre nos queda el sinsabor de no saber cómo hubiera transcurrido ese tiempo de la madurez y de la vejez para acompañarla.
En su recuerdo quedan mis hijos y nietos que mantienen el cariño por los seres queridos de la familia sin haberla conocido. Ahora queda la esperanza del reencuentro en el más allá.
