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Reseña de Samsung Galaxy Z Flip: un celular plegable y terrible

El Samsung Galaxy Z Flip plegable, que cuesta 1380 dólares, en San Francisco, el 4 de marzo de 2020. (Jim Wilson/The New York Times)
El Samsung Galaxy Z Flip plegable, que cuesta 1380 dólares, en San Francisco, el 4 de marzo de 2020. (Jim Wilson/The New York Times)

Antes de hablar de lo mucho que me desagradó este celular de Samsung, permíteme contarte un secreto sobre las reseñas de productos tecnológicos: conforme han aumentado la velocidad, las capacidades y el precio de los dispositivos a lo largo de los últimos años, las compañías tecnológicas les han dado a los autores de reseñas de productos como yo menos tiempo para ponerlos a prueba.

Cuando las empresas nos dan acceso anticipado a sus dispositivos, establecen una fecha y una hora en las que los reseñadores pueden publicar sus veredictos antes de que se lancen los productos. Hace más de una década, nos daban dos semanas, lo cual parecía una cantidad ideal de tiempo para explorar como se debe los pros y contras de un dispositivo.

Actualmente, nos dan cerca de una semana como máximo para probar los productos y escribir sobre dispositivos como iPhones, computadoras de Microsoft y celulares Pixel de Google. Samsung fue aún más mezquino: permitió a los reseñadores que probaran su nuevo Galaxy Z Flip, un teléfono inteligente de 1380 dólares con una pantalla plegable que debutó a mediados de febrero, durante solo 24 horas.

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Ese periodo minimizado de reseña grita: “Comprador, ten cuidado”, sobre todo porque algunos productos de Samsung han tenido problemas con la durabilidad y la seguridad. El año pasado, las primeras muestras del primer dispositivo plegable de Samsung, el Galaxy Fold, que costaba cerca de 2000 dólares, se rompían en las manos de los reseñadores en cuestión de días. En 2016, la compañía también canceló su Galaxy Note 7 debido a una falla en el diseño que lo volvía propenso a estallar.

Una portavoz de Samsung rechazó hacer comentarios sobre esta reseña.

Los teléfonos móviles —sobre todo este Samsung plegable— cuestan mucho dinero y son herramientas importantes en nuestra vida. Así que, aunque mi reseña aparecería más tarde que otras, adopté el enfoque lento para reseñarlo: compré un Z Flip y lo usé de manera exclusiva durante dos semanas como mi celular personal para ver cómo era vivir con él.

El veredicto: me pareció que no es práctico usarlo y pagué una tarifa de devolución de 45 dólares. A continuación, explico el porqué.

Primero lo primero

El nuevo móvil de Samsung funciona casi como los celulares plegables que datan de antes de la era del teléfono inteligente. Doblado, el Z FLip se parece a un espejo compacto de maquillaje, con una pequeña pantalla en el exterior que muestra la hora y notificaciones de las aplicaciones. Desdoblado, revela una pantalla que mide 6,7 pulgadas (17 centímetros) diagonalmente. Con el fin de doblarse, el dispositivo depende de una bisagra mecánica y un panel de cristal flexible.

El principal beneficio de este diseño: ocupa menos espacio en tu bolsillo mientras proporciona todas las funciones de un teléfono inteligente normal.

Desdoblar no es genial

En teoría, el Z Flip suena a un gran concepto. Pero en su ejecución, tiene defectos.

Como antiguo propietario de un Motorola Razr original, el icónico celular plegable de mediados de 2000, estoy acostumbrado al concepto del celular que se dobla. Era genial desdoblarlo rápidamente para responder una llamada y después cerrarlo para colgar.

Sin embargo, el Z Flip no pudo invocar esa característica genial del Razr. Una etiqueta de advertencia les aconseja a los usuarios que no presionen demasiado fuerte la pantalla ni coloquen el dispositivo al lado de monedas o llaves.

En otras palabras, es tan delicado que querrás abrirlo con cuidado con las dos manos para responder una llamada, no con un movimiento uniforme de una sola mano, como se hacía con los viejos celulares plegables.

A lo largo de dos semanas, tener que doblar y desdoblar constantemente este celular se volvió tedioso y frustrante. Eso se debe a que activarlo requiere un proceso de varios pasos: después de desdoblar el dispositivo, escaneas tu huella digital o tu rostro para desbloquearlo. El escáner de huella digital, que se encuentra en un pequeño botón a un costado del celular, a menudo no podía escanear mi dedo, y el escáner de rostro a veces no podía ver mi cara en habitaciones con luz tenue.

Una alternativa para agilizar el proceso es no usar las medidas biométricas ni una contraseña, pero todos sabemos que esa es una mala idea.

Por último pero no por eso menos importante, con la pantalla desdoblada, había un doblez visible en medio. Se ve mal y es desagradable pasar el dedo por ahí cuando usas las aplicaciones.

Doblado también es poco práctico

En la carcasa del Z Flip hay una pequeña pantalla que principalmente muestra la hora. Si se desliza el dedo hacia la izquierda puedes ver las alertas de las aplicaciones en miniatura, como notificaciones de mensajes de texto. Aunque me gustó la estética general del dispositivo cerrado, no podía ver los mensajes de texto porque la pantalla era demasiado pequeña para decirme gran cosa.

Con el fin de ser respetuoso en público, normalmente silencio mi celular para que no suenen las llamadas ni los mensajes de texto entrantes; dependo de las notificaciones en pantalla y las vibraciones. Con el Z Flip cerrado y por defecto mostrando la hora, a menudo no me daba cuenta de cuando recibía mensajes de texto. Hubo algunos días en los que deslicé el dedo por la pequeña pantalla y me di cuenta de que había recibido mensajes de texto horas antes de mi esposa o mi editor. Uy.

Después está el factor de poder llevarlo en el bolsillo, supuestamente la ventaja más importante del dispositivo. Doblado, era cerca de 1,5 veces más grueso que un teléfono inteligente normal. Así que, aunque era más pequeño dentro del bolsillo, se sentía voluminoso.

Según mi experiencia, el diseño pequeño y voluminoso del Z Flip era más cómodo en los bolsillos cuadrados de los abrigos, pero añadía un bulto poco halagador en los bolsillos de los pantalones.

Todo lo demás está bien

Recorramos el resto de los puntos básicos: la cámara, la batería, las llamadas y la durabilidad.

— La cámara del Z Flip es satisfactoria y capturó imágenes similares a las de la cámara del Samsung Galaxy S10 del año pasado. Sin embargo, no es tan buena como las cámaras de los celulares de gama alta más recientes, como el iPhone 11 o el Pixel 4, lo cual resta al valor del Z Flip como un dispositivo de 1380 dólares.

— La vida de su batería es suficiente para no cargarla en todo el día. Pero a la hora de la cena, generalmente necesitaba recargarlo.

— Como es de esperar con cualquier celular moderno, las llamadas con el Z Flip sonaban claras y de alta calidad.

— No puse a prueba este teléfono para conocer su durabilidad porque ya sabía que, por diseño, los celulares plegables son más frágiles: para poder doblarse, sus pantallas no pueden ser tan rígidas como los teléfonos inteligentes normales de cristal. Muchos otros reseñadores realizaron pruebas de tortura con el Z Flip y hallaron que la pantalla se rallaba muy fácilmente.

Entonces, ¿quién lo necesita?

Generalmente, digo que los conceptos tecnológicos más nuevos como el Z Flip son para personas a las que les emociona mucho la tecnología y quieren vivir con lo más reciente. Pero, debido a las muchas desventajas del celular, es poco práctico incluso para los adictos a la tecnología.

Samsung ha publicitado el Z Flip como “un dispositivo destacado para quienes viven para destacar”, en otras palabras, un teléfono inteligente que luce tan distinto que llamará la atención de la gente. Así que puse a prueba esa premisa yendo a varios bares en San Francisco, el paraíso de los entusiastas de la tecnología, y ostentosamente abrí y cerré el celular mientras bebía cócteles y comía botanas.

Ninguna persona se dio cuenta ni hizo comentarios sobre mi Z Flip, tan distinto a los demás. (Llamé mucho más la atención en el bachillerato cuando me teñí de azul el cabello).

La única persona que hizo un comentario sobre el celular fue un representante de atención al cliente de Best Buy. Echando un vistazo para analizar el dispositivo antes de aceptar mi devolución, dijo que era un “celular extraño”.

This article originally appeared in The New York Times.

© 2020 The New York Times Company