El síndrome del impostor frena a las mujeres al hacer negocios
La brecha de género es, quizá, más tenue cuando se trata de emprendimiento. En 2021 según datos publicados por Global Entrepreneurship Monitor, el número de mujeres que abrieron un negocio propio creció 49% frente a la tasa de 42% en el ámbito masculino.
El mismo reporte refiere que hay 270 millones de mujeres emprendedoras, a nivel global que están involucradas en startups o negocios en vía de desarrollo. Además, existen 139 millones de mujeres propietarias y 144 millones de inversoras informales. Sin embargo, menos de 3% del capital de riesgo se destina a negocios en el ámbito femenino.
La falta de acceso al capital, la desigual repartición de los ingresos y el desconocimiento del mercado son algunas barreras que las mujeres enfrentan al iniciar un negocio. Tener poco conocimiento del mercado afecta a 36% de las emprendedoras, y la poca liquidez y los problemas con socios a 30% y 27%, respectivamente, de acuerdo con la Asociación de Emprendedores de México (ASEM).
El freno ‘mental’ de las mujeres para hacer negocios
Pero el indicador más persistente puede ser el ‘mental’, según un informe publicado por la Universidad de Hartford, en Estados Unidos. Las sociedades siguen operando —en la mayoría de casos— como núcleos, como ‘pequeños clubes’ y las mujeres suelen estar fuera de esas redes establecidas, sea por elección o por imposición.
Asumen —en cierta manera— que esa exclusión es parte de un hecho cultural que no desaparece, y resulta que sino te haces visible, no obtienes ni el conocimiento ni las oportunidades y los contactos para convertirte en empresaria, explica Susan Coleman, profesora de la escuela negocios en esta institución y uno de las autoras de «Third Way», análisis enfocado en modelos empresariales internacionales.
“Durante mi carrera fueron muchas las veces que viví un cierto tipo de exclusión, porque escuchaba a los demás que me decían “no lo intentes”; que estaba lejor de alcanzar el objetivo y me conformara con metas más cercanas. Las mujeres solemos atravesar muy seguido por el síndrome del impostor”, ejemplifica Silvina Moschini, presidenta y productora ejecutiva de Unicorn Hunters.
Los pitches sobre finanzas con emprendedoras al frente, ¿deben mejorar?
Las empresas fundadas exclusivamente por mujeres solo recaudaron 2.3% de los fondos de capital de riesgo en 2021, indica Cruschbase, plataforma que agrupa información empresarial sobre compañías privadas y públicas.
La mayoría del capital, 86% para ser precisos, se lo llevaron compañías con fundadores exclusivamente masculinos y 11.7% de la financiación fue captada por empresas que tienen capital mixto..
Para Silvina Moschini un escenario difícil de perder de vista consiste en que “las mujeres fueron educadas por mucho tiempo para que desestimaran su potencial para generar riqueza” y son programadas para ver el dinero con culpa, lo que genera un sentido de desconfianza en su potencial para crear negocios prósperos.
“Los negocios liderados por mujeres generan más retorno de inversión que aquellos liderados por hombres. Es algo que tienen que tomar en cuenta y analizar con mayor detalle los inversionistas, pero también la propia mujer; hay que trabajar todo el tiempo en incorporar la capacitación necesaria para vencer esos sesgos de pensamiento”, menciona Moschini.
¿Cómo son percibidas las mujeres en entornos de negocio?
Así como la persistencia de roles de género tradicionales, que suelen creerse extinguidos, siguen en en el imaginario colectivo, refiere Susan Coleman en su investigación. También ‘pesa’ la percepción en torno a cómo se preparan los mujeres y los hombres para hacer y crecer los negocios.
Las características más mencionadas por inversionistas —según el informe publicado por la Universidad estadounidense—, destaca una percepción sobre las mujeres de responsabilidad, capacidad de trabajo en equipo y confiabilidad; sin embargo, están ‘menos entrenadas’, en comparación con sus pares masculinos, en conocimientos financiero; además, puede existir mayor aversión al riesgo.
Una solución, además de reforzar la capacitación, es tomar el control financiero a través de modelos no convencionales.
“Cuando buscaba financiamiento para llevar a la empresa Transparent Business a que diera el gran salto y se convertiera en unicornio, a pesar de los obstáculos que aparecieron, nunca acepté un ‘no’ como respuesta y busqué alternativas al financiamiento tradicional: usamos un modelo de financiamiento conocido como Oferta Privada Global, que permite a las compañías privadas ofrecer acciones a inversionistas individuales antes de salir a cotizar en bolsa”, relata la presidenta de Unicorn Hunters, negocio que permitió dar lugar al lanzamiento de ‘Escuela de Inversoras’, plataforma para mujeres que permite poner a trabajar el dinero mediante opciones tempranas de inversión.
Regresar a la escuela para tranformar el mindset empresarial
Es menos probable que las mujeres, a nivel mundial tengan la experiencia de gestión que puede conducir a iniciar una empresa. Solo 19% de los altos ejecutivos son mujeres, según un informe de LeanIn.org y la consultora McKinsey. Una de las razones principales por las que no ascienden es porque es menos probable que tengan mentores en el liderazgo senior.
La educación financiera, en este sentido, es sin dudas una herramienta poderosa que será clave para que los emprendedoras aprendan cómo gestionar y catapultar sus negocios, opina Silvina Moschini.
Según una encuesta realizada por Sherlock Comunnications, los puntos como ‘falta de entendimiento sobre cómo funciona esa tecnología’; ‘necesitar tener un mejor conocimiento sobre cómo comprar o invertir en criptomonedas’ fueron las dos razones principales que manifestaron los y las encuestados como obstáculos para poner en práctica su deseo de adquirir activos digitales, una alternativa exitosa para escalar los negocios.
Un ejemplo de plataforma para adquirir herramientas financieras es Unicorn Hunters, donde se imparten charlas con emprendedores e inversores. Para generar un cambio de mentalidad, la sugerencia gira entorno a incrementar el networking y el intercambio de pitches con otros emprendedores para identificar historias de resiliencia de quienes han superado retos similares al emprender un negocio.
“Necesitamos visibilizar a más mujeres latinas emprendedoras y empresarias que inspiren a otras y sean un ejemplo de que sí se puede”, señala Moschini.
AHORA LEE: México debe romper el ciclo del machismo para tener más mujeres líderes, dicen 3 altas ejecutivas
TE PUEDE INTERESAR: 6 rasgos que comparten 18 mujeres líderes de grandes empresas tecnológicas como Google, Facebook o Netflix