“Super-seniors” y vanguardia perruna: nuevos avances para la longevidad extrema

Las primeras imágenes se conocieron en junio y los títulos fueron unánimes: la característica a resaltar en la quinta y nueva película de Indiana Jones era la edad de Harrison Ford: 78 años. Ni la novedad de la vuelta de la saga después de tanto tiempo, ni el guión, ni los percances de la filmación (en la que Ford se lesionó un hombro durante una escena de pelea): los casi 80 años del héroe se llevaron toda la atención.

En las escuelas de periodismo se enseña que una noticia “no es que un perro muerda a un hombre, sino que un hombre muerda a un perro”, es decir, algo que sea inusual. Y a esta altura cabe preguntarse si el hecho de que una persona esté haciendo su trabajo en plenitud a los 80 es una noticia, porque la información de individuos que obtienen logros a edades cada vez más avanzadas aparece a diario, desde la finalización del Iron Man de Hawái (4 kilómetros de nado, 120 kilómetros de bicicleta y una maratón completa) por parte de un hombre de 82 años y una mujer de 78 años a fines de 2022, hasta políticos que dominan la mayor economía del mundo (Joe Biden y Nancy Pelosi) una vez que pasaron sus 80.

La edad promedio del cenit en cada carrera, se tome la disciplina que se tome, sigue aumentando. En la final de Qatar hubo “dominio senior”, con Messi y Di María anotando los goles a sus 35 y 34 años, respectivamente. The Atlantic publicó una muy linda nota sobre “la guía de vida de Messi”, en la que pondera su experiencia, su creatividad y su sabiduría como habilidades claves para obtener la copa, y que, justamente, mejoran con el paso de los años.

Tómese unos instantes para responder esta pregunta, no conteste enseguida: ¿cuántas personas de más de 100 años piensa que hay en la Argentina? Es probable subestimar el número, porque hasta el propio Indec lo hizo. En el Censo 2010 se esperaba que para 2020 hubiera alrededor de 9000 personas con más de esa edad. Pero, según la estadística del Registro Nacional de las personas (Renaper), en el país viven 15.491 personas con más de 100 años. “Más precisamente, tienen 100 años 4105 habitantes, y hay 11.385 con más edad; y estos datos son de 2020″, especifica Mercedes Jones, socióloga y especialista en la agenda etaria.

A nivel global, los avances científicos, la producción académica y los negocios que giran alrededor de la “longevidad extrema” estallaron en el último año. Según Merril Lynch, este segmento movía US$110.000 millones en 2019, y para 2025 se estima que se llegue a los US$600.000 millones.

Uno de los grandes avances a nivel de ciencia y startups llegó este último año por una ventana inesperada. La empresa Loyal logró una ronda de inversión por US$58 millones para investigar y comenzar a comercializar varias drogas que servirán para extender la vida de los perros. El hecho de que este sea un terreno de vanguardia y más fértil que el de los humanos tiene su lógica: las regulaciones para medicina animal son más laxas que las de las personas. Y la demanda y el interés de extender la vida de mascotas hogareñas es enorme, con perros que forman parte de la familia en lo que la socióloga estadounidense Andrea Laurent-Simpson llama “hogares multiespecie”.

Loyal fue fundada por Celine Halihua, una científica y emprendedora que en el pasado conoció a Aubrey de Grey, el primer gurú de la extensión de vida que tuvo mucho éxito en los medios y en Silicon Valley, pero irritaba a la comunidad de biólogos. En 2005, 28 científicos renombrados escribieron un ensayo en el que decían que sus estrategias estaban “más en el terreno de la fantasía que en el de la ciencia”. En 2006, De Gray recibió un cheque de US$3,5 millones de parte de Peter Thiel, cofundador de PayPal, y tiempo después cayó en desgracia por un escándalo de acoso.

En la actualidad, probablemente el gran divulgador de la agenda de longevidad extrema sea el genetista David Sinclair, que tiene un doctorado en la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Australia, y un posdoctorado en el MIT de Estados Unidos. Sinclair está a cargo de un laboratorio en Harvard, donde investiga porqué envejecemos, y es autor de best sellers como Alarga tu esperanza de vida (“LifeSpan”).

Sinclair remarca que más del 80% de nuestra salud futura depende de cómo vivamos, y no de nuestro ADN. Y que el envejecimiento es la causa de la mayor parte de las enfermedades, como los desafíos cardiovasculares, la diabetes o el Alzheimer. “Hace 200 años, la velocidad máxima a la que podía viajar un humano era la de un caballo. Este es nuestro siguiente paso: superar los límites de la salud que hemos heredado”, dijo en una entrevista reciente. Para Sinclair, la idea de extender la vida drásticamente puede sonar radical, “como lo es volar en avión, usar antibióticos o computadoras”.

En su libro más vendido, Sinclair sostiene que “la diferencia ahora es que estamos llegando a las raíces de las causas de las enfermedades, en lugar de ponerles un vendaje una vez que ocurren. Y, al atacar las causas fundamentales, el impacto será mayor. Pero hay que ir por todos los frentes. No deberíamos simplemente ralentizar el envejecimiento del corazón y dejar que el cerebro envejezca, porque terminaremos con muchas más personas con la enfermedad de Alzheimer”.

Sinclair no es el único académico que sigue de cerca estos temas. En 2022 se multiplicó el fondeo para este tipo de investigaciones, incluyendo la asignación única más alta definida hasta ahora, de Arabia Saudita, por 1000 millones de dólares.

Emily Rogalsky lleva años estudiando en profundidad la neurobiología de lo que denomina “super-agers” (“super-seniors”). Llama así a personas de 80 años o más que mantienen su memoria intacta, en niveles similares a los 50 años.

Hay cientos de personas que ya pasaron por este estudio, que implica tomar tests muy específicos de habilidades cognitivas, responder encuestas de hábitos y monitorear características del cuerpo y del cerebro, un órgano que muchos acuerdan en vida donar tras sus fallecimientos, para que se hagan más estudios. Así se notó, por ejemplo, que la corteza cerebral se angosta menos en los “super-seniors” que en el resto de la población.

En cuanto a hábitos, el estudio mostró que estas personas, sin importar su nivel educativo, se mantienen muy activas luego de los 80; estudiando, leyendo, aprendiendo habilidades nuevas o trabajando en lo que les gusta.

Y aunque la iniciativa con los perros se llevó mucha atención mediática, hay varias startups recaudando aun más dinero para iniciativas de longevidad extrema en humanos. Una de ellas, Cambrian BioPharma, levantó US$160 millones para desarrollar un portafolios de 20 drogas para extender la vida. El período cámbrico es una subdivisión de la era Paleozoica, que ocurrió hace 500 millones de años y se convirtió en un sinónimo de “explosión de vida”, porque en relativamente poco tiempo (a escala geológica) el planeta se llenó de organismos multicelulares cada vez más complejos.