Sólida alza de consumo generará escasez de cobre para el 2020 - CRU

(BNamericas.com) - La demanda mundial de cobre aumentará 3,8% este año y seguirá subiendo en los próximos años a pesar de la desaceleración del crecimiento económico de China, según la gerenta del segmento de cobre de la consultora CRU, Vanessa Davidson.

El crecimiento compuesto global se incrementará 3,7% al año en el período 2013-2018 y luego, 2,4% hasta el 2023, indicó Davidson en la Conferencia Mundial del Cobre, celebrada en Santiago de Chile el 8 y 9 de abril como parte de la Semana Cesco.

Por tal motivo, la demanda mundial de cobre se incrementará a 28 millones de toneladas (Mt) para el 2023, dado que el crecimiento mundial demandará otros 7,1Mt entre el 2013 y el 2023, volumen superior a los 5,2Mt del 2003-2013.

EXCEDENTE

El mercado del cobre está entrando a una etapa de descensos en el ciclo, por lo que un exceso de oferta es inminente. La consultora con sede en Londres proyecta un superávit de 140.000t este año en el mercado y la mayor parte surgirá el cuarto trimestre, para subir a 275.000t el 2015 y alcanzar un techo de 420.000t el 2016.

"Si bien estamos hablando de excedentes, no todos son tan grandes. Retrasos y postergaciones de proyectos han beneficiado al mercado", indicó Davidson, y agregó que para el 2018 el mercado volverá a estar en déficit.

CRU prevé que la demanda china del metal rojo aumentará en 5,5% este año, a pesar del deslucido primer trimestre, cuyo crecimiento interanual se situó en 2,5%. La demanda también remontará en otras jurisdicciones, según Davidson.

Estas dinámicas del mercado están afectando el precio del cobre. CRU proyecta un promedio de US$6.900/t (US$3,130/lb) este año, para descender a US$6.400/t en el nivel máximo de excedentes el 2016. "Con ese precio, el 10% de las mineras dejará de reportar utilidades y se observará un recorte de la producción", dijo Davidson a BNamericas en el marco de la conferencia.

ESCASEZ PARA EL 2020

"El sólido crecimiento del consumo generará una escasez para el 2020", anticipa Davidson. Se observa en este momento una ola de ofertas que ingresa al mercado, pero se necesita "una segunda ola" para mantenerse a la par con el consumo, según la experta.

No obstante, varios factores limitarán esta segunda ola. "El escenario actual no es propicio para nuevos proyectos", advirtió Davidson. Las mineras son más cautelosas y se concentran más en la eficiencia operacional en vez del crecimiento, por lo que están reduciendo la envergadura de proyectos. Las compañías se tomarán su tiempo para aprobar proyectos riesgosos con un alto gasto de capital y la mayoría de proyectos de cobre tiene un costo de ejecución por sobre US$10.000/t de capacidad, de acuerdo con Davidson.

Los plazos para llevar a cabo proyectos cupríferos son otro obstáculo. CRU calcula que un proyecto cuprífero greenfield tarda 11 años en entrar en producción, frente a los 9 años para aquellos de mineral de hierro, 7 para el zinc y 5 para el aluminio.

Asimismo, las empresas pequeñas y medianas están luchando por recaudar fondos. El gasto en exploración seguirá disminuyendo este año, ante todo por la falta de recursos financieros.

Un nuevo factor es económico, según Davidson. Las condiciones crediticias son más estrictas y resulta más complicado obtener financiamiento. "De hecho, un 40% de demoras en proyectos durante los últimos seis meses se puede atribuir a factores económicos", indicó Davidson.

Esto al final llevará a que el mercado vuelva al déficit y aumenten los precios. "La oferta lidiará para satisfacer la demanda en los primeros años de la próxima década, lo que desencadenará un aumento agresivo en los precios hacia el fin de la actual década", agregó.

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