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Así es el Taj Mahal mexicano: simboliza el amor de uno de los hombres más ricos del mundo por su fallecida esposa

Un grupo de personas hacen fila para visitar el Museo Soumaya en la Ciudad de México el 26 de enero de 2023. (Foto de DAVID GANNON/AFP vía Getty Images)
Un grupo de personas hacen fila para visitar el Museo Soumaya en la Ciudad de México el 26 de enero de 2023. (Foto de DAVID GANNON/AFP vía Getty Images) (DAVID GANNON via Getty Images)

El monumento al amor más célebre del mundo es el Taj Mahal, un mausoleo erigido en la localidad india de Agra por el emperador mongol Shah Jahan como una muestra de su devoción por su esposa Mumtaz Mahal.

Pero los mexicanos no se quedan atrás. Ciudad de México también posee una edificación extraordinaria construida para honrar una historia de amor. Se trata del Museo Soumaya con sede en Plaza Carso, que construyó Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo, para honrar la memoria de su esposa Soumaya Domit, la mujer que amó durante 33 años.

El idilio de Carlos y Soumaya nació en 1964 en Polanco, el acomodado barrio capitalino donde ambos eran vecinos. Cuentan que sus madres, Linda Helú y Lili Gemayel, eran amigas y aunque ambas eran mexicanas de ascendencia libanesa, sus familias no habían tenido un contacto estrecho. Hasta que una tarde el joven ingeniero de 24 años acompañó a su progenitora a visitar el hogar de la familia Domit Gemayel y se quedó prendado de Soumaya, quien para entonces era una quinceañera.

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El noviazgo duró dos años. Carlos y Soumaya se casaron en una ceremonia católica cuando él tenía 26 años y ella 17. La pareja tuvo seis hijos - Carlos, Johanna, Soumaya, Marco Antonio, Vanessa y Patrick - y permaneció unida hasta que Soumaya falleció en 1999 debido a una insuficiencia renal.

Soumaya no fue una esposa pasiva dedicada exclusivamente a la crianza de sus hijos. Por el contrario, se convirtió en la mano derecha de Carlos, quien desde joven era un hábil negociante y entre 2010 y 2011 fue el hombre más adinerado del planeta.

Uno de los legados más importantes de Soumaya fue la creación de un marco legal para la donación de órganos en México, tema que le afectaba de manera directa porque su padre y un hermano murieron por problemas con los riñones. Ella también moriría de esa afección de salud, a los 51 años, en 1999.

Se calcula que el Museo Soumaya de Plaza Carso requirió una inversión de más de 800 millones de dólares (Ronaldo Schemidt/AFP vía Getty Images)
Se calcula que el Museo Soumaya de Plaza Carso requirió una inversión de más de 800 millones de dólares (Ronaldo Schemidt/AFP vía Getty Images) (RONALDO SCHEMIDT via Getty Images)

Amor al arte

Una de las afinidades que unían a Carlos y Soumaya era el amor por el arte. La sensibilidad y el conocimiento de Soumaya en disciplinas artísticas como la pintura y la escultura fueron esenciales en la compra de importantes piezas y en la creación de una impresionante colección, que comenzó a tomar forma desde que eran recién casados.

Las obras maestras que durante años apreciaron en privado comenzaron a exhibirse de manera gratuita en la primera sede del Museo Soumaya en Plaza Loreto, al sur de Ciudad de México, cinco años antes de la muerte de la filántropa.

Pero no fue sino hasta 2011 que Slim inauguró el Museo Soumaya de Plaza Carso.

El edificio vanguardista simboliza el amor de la pareja Slim Domit y la pasión que sentía Soumaya por el arte. El objetivo es compartir esa prestigiosa colección de arte internacional con los mexicanos que no pueden darse el lujo de viajar al extranjero.

La web del museo describe su sede como “una brillante estructura asimétrica plateada de formas suaves, con reminiscencias a la obra escultórica de Rodin”. El diseño estuvo a cargo del arquitecto mexicano Fernando Romero, con la asesoría de Ove Arup y Frank Gehry.

Para tener una experiencia plena de la exhibiciones, lo ideal es que los visitantes suban hasta la sexta planta para ir descendiendo cómodamente por un sistema de rampas y disfruten de la colección que no tiene un discurso cronológico, sino temático. Las colecciones permanentes incluyen La era de Rodin (que tiene el mayor número de piezas del escultor fuera de Francia), Del impresionismo a los vanguardistas, antiguos maestros europeos y novohispánicos, Asia en marfil, Modernidad y La puerta del infierno.

El edificio también cuenta con un auditorio con una capacidad de 350 personas, una biblioteca pública, tiendas y una cafetería.

En la imagen aparecen el magnate mexicano Carlos Slim (izq.), junto a su hija Soumaya (2º izq.), el presidente mexicano Felipe Calderón (3º izq.), su esposa Margarita Zavala (3º dcha.), el novelista colombiano Gabriel García Márquez (2º dcha.) y Sir Evelyn de Rothschild (R) mientras cortaban la cinta para oficiar la inauguración del museo Soumaya en la Ciudad de México el 1 de marzo de 2011. (REUTERS/Henry Romero)

El museo imposible

La estructura del edificio está construida con 28 columnas curvas de acero de diferentes diámetros, cada una con su propia geometría y forma, ofreciendo al visitante una suave circulación no lineal por todo el edificio, explica la revista especializada Dezeen

Siete vigas anulares, situadas en cada nivel de planta, proporcionan un sistema que apuntala la estructura y garantiza su estabilidad. El último piso es el espacio más generoso del museo; su techo está suspendido de un impresionante voladizo que permite que la luz natural fluya libremente.

En contraste, el interior envolvente del edificio es opaco y tiene pocas aberturas al exterior. Esa elección de diseño podría interpretarse como una acción deliberada por crear un espacio protegido para la colección de arte. La fachada está formada por módulos hexagonales de aluminio que optimizan la conservación y durabilidad de todo el edificio.

Slim solicitó que los materiales de construcción fueran de origen nacional, siempre que fuera posible. Las paredes están recubiertas de yeso mexicano y el exterior es de aluminio nacional

Los expertos creían que era una obra imposible de construir. Hasta el mismo Romero ha reconocido que nadie sabía realmente en un principio cómo darían forma a esas 14.000 escamas brillantes para que se adhirieran a los contornos de una superficie tan irregular. Pero después de crear muchos prototipos lo lograron.

Sí estás en Ciudad de México, o piensas visitarla algún día, no te pierdas este impresionante logro de la arquitectura y la ingeniería en el que disfrutarás 30 siglos de arte a través de 60.000 obras.

Fuentes: HeraldoUSA, Generación Universitaria, Fundación Carlos Slim, MuseoSoumaya, Obras Expansión, Archello, Infobae, Lifeder, Biografias.es, ArchitectMagazine

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