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Trump cena con Slim mientras Carstens lo compara con película de terror

(BNamericas.com) - Carlos Slim y el gobernador del Banco Central mexicano, Agustín Carstens (en la foto), dos de los principales críticos del presidente electo estadounidense, Donald Trump, dieron que hablar recientemente en relación con el inminente líder mundial.

Ambos líderes financieros han emitido regularmente advertencias sobre las políticas propuestas por Trump, en particular aquellas vinculadas al proteccionismo comercial. Sin embargo, la cena de Slim con el futuro presidente de EE.UU. durante el fin de semana, anunciada por primera vez por el Washington Post, parece ser un gesto conciliador entre los dos magnates y fue para el líder entrante "una cena encantadora con un hombre maravilloso", según miembros del equipo de Trump.

Como accionista principal del New York Times, Slim provocó la ira de Trump en varias ocasiones durante la contienda presidencial, principalmente en octubre después de que el medio siguiera las acusaciones de agresión sexual en un escándalo que Trump tildó de conspiración global.

Ante esto, Slim respondió que no tenía el menor interés en la vida personal de Trump, pero luego lo criticó duramente solo días después de las elecciones del 8 de noviembre por su postura proteccionista.

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"Estaría más preocupado si fuera estadounidense (...) de si va a cerrar la economía", declaró Slim el 1 de diciembre en una entrevista, y agregó que EE.UU. podría perder su posición de liderazgo mundial si se retira de pactos internacionales como los de la OTAN y enfrentar aumentos exorbitantes en los precios de los bienes de consumo si descarta de plano Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

El tono de la entrevista parecía reflejar un cambio de actitud, al emplazar a México a centrarse menos en Trump y más en la economía interna del país.

Dos semanas más tarde, cenaban juntos en el complejo turístico Mar-a-lago de Florida, propiedad de Trump.

Según lo informado por el diario mexicano El Financiero, el yerno de Slim, Arturo Elías Ayub, confirmó la cena el lunes vía Twitter, donde posteó que "el presidente electo de los EE.UU., Donald Trump, tuvo la amabilidad de invitar al ing. Carlos Slim a una cena muy cordial, con un muy buen ánimo para México y los mexicanos".

Si bien no representa un cambio radical de postura, el encuentro entre Slim y Trump al menos señala la voluntad de abrir el diálogo.

Menos cordiales aunque igualmente esperanzadores fueron los comentarios sobre Trump hechos por Carstens el martes durante un foro económico en Guadalajara.

"Solo hemos visto los cortos de una película; la película de suspenso empezó hace muchos meses, y la de terror todavía no la vemos", señaló. "No sabemos si es una película de terror o si va a tener un buen final".

Carstens ha criticado reiteradamente a Trump en los últimos meses, calificando incluso su potencial presidencia como un huracán económico, postura citada luego por expertos como posible motivo de la decisión de Carstens de renunciar a partir del 1 de julio de 2017 a su segundo mandato como gobernador para dirigir el banco BIS en Suiza.

Como gobernador del Banco Central, Carstens citó también la incertidumbre y volatilidad que rodea la elección estadounidense con cada una de las tres últimas decisiones de la junta de política monetaria de subir la tasa interés de referencia de México.

Sin embargo, opiniones recientes en las comunidades empresariales de México y el extranjero han ido atenuando las preocupaciones relacionadas con cambios drásticos y económicamente perjudiciales a la política comercial entre ambas naciones.

Las últimas palabras de Carstens parecen reflejar la necesidad de vigilancia a futuro.

"Si [las políticas proteccionistas] se llegaran a materializar, sería un choque real que sí requeriría una depreciación del tipo de cambio real", sostuvo, y añadió que el impacto más duro se vería en las exportaciones mexicanas.

"Eso requiere que busquemos otros mercados para que haya sostenibilidad en las cuentas externas; posiblemente necesitaríamos menos importaciones, y ese ajuste se logra a través del tipo de cambio", precisó.

En sus últimos encuentros, tanto Slim como Carstens hablan de una puerta abierta entre la élite empresarial de México y el inminente presidente de EE.UU.

No obstante, como ocurre con todas las propuestas de Trump, nadie sabe lo que realmente ocurrirá a partir del 20 de enero, por lo que a la comunidad empresarial altamente expuesta de México solo le queda esperar un diálogo más productivo y menos divisorio.

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