Acusan a dos monjas de robar US$ 500.000 a una escuela y gastarlo en viajes y casinos
Dos monjas de una iglesia y escuela católica en el sur de California son sospechosas de malversar medio millón de dólares, que habrían usado para viajar a Las Vegas y apostar en casinos, dijo un portavoz de la Arquidiócesis de Los Ángeles.
Michael Meyers, pastor de la Escuela Católica St. James en Redondo Beach, al suroeste de Los Ángeles, informó en una carta a los padres de la escuela el 28 de noviembre que Mary Margaret Kreuper y Lana Chang, habían estado “involucradas en el uso personal de una cantidad sustancial” de fondos escolares “durante un período de años”.
Las monjas acusadas sienten un “profundo remordimiento” por sus acciones y piden “perdón y oraciones”, escribió Meyers en su misiva.
Tanto Kreuper, directora de la escuela, como Chang, una maestra de octavo grado, se retiraron a principios de este año, según el diario The Press-Telegram de Long Beach. Ambas eran miembros de la orden de San José de Carondelet.
Un procedimiento de auditoría estándar se inició hace unos seis meses, antes del retiro de Kreuper después de 28 años de trabajar en la escuela, informó el periódico local.
La cifra de medio millón de dólares representa solo lo que los auditores han podido rastrear en registros bancarios en seis años y es posible que no incluya transacciones en efectivo, dijo la Arquidiócesis de Los Ángeles a los padres en una reunión de ex alumnos la semana pasada.
Se sabe que las mujeres gustaban de apostar en casinos, y decían que los viajes eran costeados por “un tío rico”.
El dinero malversado provino de la matrícula, las cuotas escolares y las donaciones. Las mujeres lo habrían tomado a la vez que hacían creer a los padres que la escuela operaba con un presupuesto reducido, informó The Press-Telegram.
“Ellas usaron la cuenta [de la escuela] como su cuenta personal”, dijo un abogado de la arquidiócesis durante la reunión de ex alumnos, y agregó que tenían un “patrón” de ir de viaje y a los casinos, según el periódico local.
Aunque inicialmente la arquidiócesis negó que quisiera tratar el caso como un asunto criminal, el portavoz de la arquidiócesis dijo a ABC News Sunday que planea continuar con el asunto ante la justicia ahora que la investigación se ha profundizado. Otros miembros del personal de la iglesia no estaban implicados, Meyers escribió en su carta a los padres.