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Biden debería rechazar los nuevos arrendamientos de perforación petrolera en la costa de Florida | Opinión

Cuando el huracán Ian se abalanzó sobre la costa del Golfo de la Florida, fue otro difícil recordatorio de que el empeoramiento del cambio climático ya está aquí y está causando estragos en las comunidades costeras. La quema de combustibles fósiles es la principal causa del cambio climático, y las perforaciones en alta mar nos meten en un círculo vicioso de perforación, contaminación y derrame.

Las perforaciones en alta mar suponen devastadores derrames de petróleo que paralizan las economías costeras, y los huracanes, cada vez más frecuentes e intensos, hacen que las perforaciones sean aún más arriesgadas. En este momento, el presidente Joe Biden está decidiendo el futuro de las perforaciones en la costa del Golfo de la Florida y tiene el poder de impedir que se realicen más perforaciones petrolíferas en alta mar, sucias y peligrosas.

Cuando la plataforma Deepwater Horizon de BP explotó frente a la costa de Louisiana en 2010, las repercusiones para la economía de Florida fueron muy amplias, ya que industrias fundamentales como el turismo, la pesca y el entretenimiento dependen de una costa limpia y de un océano sano y libre de petróleo. Tras esa catástrofe, se perdieron para siempre 10 millones de días de playa, pesca y navegación en el Golfo. Esto equivalió a $500 millones en pérdidas de producto interior bruto para la industria del entretenimiento, $950 millones en pérdidas de ventas para la industria del marisco y una caída regional de los precios de la vivienda de alrededor del 8%.

A medida que el petróleo se extendía por el Golfo, la región sufría cancelaciones de hoteles y el turismo se hundía. Cuando las pesquerías y las playas cerraron, los turistas cancelaron sus viajes, y el impacto se extendió por la economía de la Florida. La confianza de los consumidores nacionales en el consumo de marisco disminuyó tras la catástrofe. Las pérdidas para la industria del marisco se estiman en casi $1,000 millones, ya que los consumidores estaban menos dispuestos a comprar camarones, cangrejos y ostras del Golfo por motivos de salud.

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En la actualidad, la economía costera de la Florida mantiene más de 650,000 empleos y $43,000 millones de PIB, según un informe de Oceana, y no podemos permitir que más desastres por derrames de petróleo pongan en peligro esos puestos de trabajo y la vitalidad económica de la Florida.

Biden está considerando hasta 10 nuevas ventas de arrendamiento en el centro y el oeste del Golfo, lo que podría traer otro desastre de derrame de petróleo a las costas de Florida. Como candidato, Biden prometió poner fin a los nuevos arrendamientos para la perforación en alta mar. Le pedimos que cumpla esa promesa. Hay mucho en juego. Las nuevas perforaciones en alta mar amenazan la economía de la Florida, al tiempo que contribuyen a la crisis climática.

El mejor momento para poner fin a este círculo vicioso de “perforación, derrame, repetición” ya pasó, pero Biden puede cerrar por fin este capítulo y encaminarnos hacia un futuro climático sostenible. Los impactos de los huracanes Rita y Katrina destruyeron conjuntamente más de 100 plataformas petrolíferas en el Golfo y cerraron numerosas refinerías. Mientras el huracán Ian se dirige hacia Florida, esperamos que todos los afectados puedan salir sanos y salvos, que los daños sean limitados, que se disponga de los recursos necesarios para la recuperación y que nuestro medio ambiente se salve de más desastres petroleros devastadores.

Pero la esperanza no será suficiente para evitar cambios climáticos catastróficos o el próximo desastre por derrame de petróleo. Debemos dejar de repetir los errores de nuestro pasado. La decisión final de Biden sobre su plan para las futuras perforaciones en alta mar depende de la gente que haga oír su voz.

La administración está aceptando comentarios públicos hasta el 6 de octubre. Biden debe escuchar directamente a las personas que se verán más afectadas: Los estadounidenses que viven a lo largo de nuestras costas, que enfrentan la intensificación de los huracanes, el aumento de las inundaciones y un mayor riesgo de desastres por derrames de petróleo.

Cualquier nuevo arrendamiento de petróleo y gas en el Golfo de México dejará vulnerable a la Florida. No podemos permitirnos más huracanes. Es hora de que Biden se decida a proteger nuestras costas.

Diane Hoskins es directora de la campaña de clima y energía de Oceana.

Hoskins
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