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Los bonos del Tesoro de EEUU ya no son la apuesta segura que solían ser: estudio

FOTO DE ARCHIVO: El edificio de la Reserva Federal se alza en Washington

JACKSON HOLE, EEUU, 23 ago (Reuters) - No es más seguro que un bund, un gilt o un OAT.

Largamente considerados como los principales "activos seguros" a nivel mundial, el comportamiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos durante y después de la pandemia del COVID-19 pone en tela de juicio esa etiqueta, sugiriendo que son poco diferentes de la deuda emitida por países como Alemania, Reino Unido, Francia, o incluso las grandes empresas.

Esta es la principal conclusión de un nuevo estudio presentado en la conferencia anual organizado por la Reserva Federal de Kansas City en Jackson Hole, Wyoming.

En él se examina un cambio en el comportamiento de los inversores en ese periodo que plantea interrogantes sobre el "privilegio exorbitante" del que ha disfrutado durante mucho tiempo el Gobierno estadounidense para endeudarse ampliamente en el mercado mundial, incluso a pesar de que los déficits presupuestarios federales son cada vez mayores.

Se trata de una cuestión oportuna, dado que el aumento del déficit se considera casi seguro, independientemente de quién sea el próximo presidente de Estados Unidos.

Roberto Gómez-Cram, de la Universidad de Nueva York, Howard Kung, de la London Business School, y Hanno Lustig, de la Universidad de Stanford, también ponen en tela de juicio la afirmación de que el mercado del Tesoro era disfuncional en ese periodo -como afirmó la Fed cuando lanzó su compra masiva de bonos- o que simplemente valoraba racionalmente el riesgo de un shock de gasto masivo no financiado que se preparaba entonces en respuesta a la emergencia sanitaria.

"En respuesta al COVID, los inversores en deuda del Tesoro parecen haber cambiado al modelo de deuda de riesgo a la hora de valorar los bonos", indicó el documento. "Los responsables de política, incluidos los bancos centrales, deberían tener en cuenta este cambio a la hora de evaluar si los mercados de bonos funcionan correctamente".

Los investigadores analizaron el comportamiento de los valores del Tesoro durante los confinamientos por la pandemia en 2020, cuando el rendimiento se disparó no sólo para la deuda estadounidense, sino para los bonos emitidos por naciones de todo el mundo.

Descubrieron que los inversores no se amontonaron en los bonos del Tesoro y aumentaron su valor, como habían hecho en episodios anteriores de tensión financiera mundial. En cambio, redujeron su valor, al igual que hicieron con las notas de otros países.

En tanto, la Fed respondió al repunte de los retornos como si fuera el resultado de una dislocación del mercado, dijeron, comprando bonos para devolver el orden al mercado de deuda habitualmente más líquido del mundo, como hizo durante la Crisis Financiera Mundial.

"En el régimen de deuda de riesgo, las valoraciones responderán a las perturbaciones del gasto público, lo que puede implicar grandes cambios de rendimiento en los mercados de bonos", dijeron los investigadores, señalando que encontraron movimientos de mercado especialmente grandes en los días en que se anunciaron estímulos fiscales.

"En este entorno, las compras de activos a gran escala por parte de los bancos centrales en respuesta a un gran aumento del gasto público tienen implicaciones indeseables para las finanzas públicas", escribieron en lo que seguramente será un hallazgo muy discutido en la reunión de banqueros centrales.

"Estas compras, que proporcionan un apoyo temporal a los precios, destruyen valor para los contribuyentes pero subvencionan a los tenedores de bonos" y también pueden animar a los gobiernos a sobrestimar su verdadera capacidad fiscal, escribieron.

(Reporte de Ann Saphir; editado en español por Carlos Serrano)