Anuncios
U.S. markets closed
  • S&P 500

    5,099.96
    +51.54 (+1.02%)
     
  • Dow Jones

    38,239.66
    +153.86 (+0.40%)
     
  • Nasdaq

    15,927.90
    +316.14 (+2.03%)
     
  • Russell 2000

    2,002.00
    +20.88 (+1.05%)
     
  • Petróleo

    83.66
    +0.09 (+0.11%)
     
  • Oro

    2,349.60
    +7.10 (+0.30%)
     
  • Plata

    27.23
    -0.13 (-0.47%)
     
  • dólar/euro

    1.0699
    -0.0034 (-0.32%)
     
  • Bono a 10 años

    4.6690
    -0.0370 (-0.79%)
     
  • dólar/libra

    1.2494
    -0.0017 (-0.13%)
     
  • yen/dólar

    158.2960
    +2.7160 (+1.75%)
     
  • Bitcoin USD

    62,836.43
    -1,521.00 (-2.36%)
     
  • CMC Crypto 200

    1,305.91
    -90.63 (-6.49%)
     
  • FTSE 100

    8,139.83
    +60.97 (+0.75%)
     
  • Nikkei 225

    37,934.76
    +306.28 (+0.81%)
     

Cómo una veterana de la Marina en silla de ruedas logró montar un exitoso negocio

Kaney O'Neill
Kaney O’Neill, fundadora y CEO de O’Neill Contractors. Fuente: YouTube, video de WBDC Inspired Women.

Kaney O’Neill dice que empezó su negocio más por frustración que por cualquier otra cosa. A pesar de su maestría en la Northwestern University, esta veterana de la Marina batallaba por encontrar trabajo, pero todo se le volvía adverso.

Gracias a su curriculum vitae estuvo en algunas entrevistas de trabajo, pero cuando se aparecía en estas en su silla de ruedas, nadie quería contratarle.

A sus 21 años, esta emprendedora había sufrido un extraño accidente. Se encontraba asignada en el portaviones USS Nimitz, en Newport News, Virginia, cuando durante el huracán Floyd, en 1999, salió a un balcón para ver la tormenta entrar y fue lanzada por esta, con un golpe que le provocó una lesión permanente de la médula espinal.

PUBLICIDAD

Buscar su propio camino

Después de un año buscando trabajo, decidió hacer algo diferente: comenzó su propio negocio de techos. “Ser techera ya estaba en mi ADN”, afirma O’Neill, de 38 años, quien inició su negocio, ONeill Contractors, en 2007, en los suburbios de Chicago. “Mi padre era techero, mi tío era techero, mi hermano es techero y la familia me aseguró que me ayudaría”.

O’Neill comenzó aprendiendo todo lo que pudo acerca de la contratación federal. Llevó algún tiempo, pero un año más tarde consiguió su primer contrato, un pequeño proyecto de techos en Pasco, en el estado de Washington, a través del Cuerpo de Ingenieros de los Estados Unidos.

Su siguiente contrato fue modesto, pero llegó con un gran reconocimiento: Boeing. “Si Boeing no me hubiera dado ese trabajo, no sé lo que habría hecho”, dice. “Ha habido ocasiones en las que haber trabajado para Boeing me ayudó a mantener ciertas puertas abiertas”.

Dificultades con la financiación

El crecimiento fue un problema. Durante casi ocho años, O’Neill dice que confió en una línea de crédito de 25.000 dólares de Bank of America y estaba preocupada de que podría perder su casa o coche, que ella había puesto como garantía. “Era lo máximo que un banco me daría”, dice O’Neill, quien también es madre soltera de un hijo de 7 años.

O’Neill solicitó la ayuda de la Small Business Administration (SBA) por tener un negocio propiedad de mujeres. También solicitó préstamos en calidad de responsable del negocio de un veterano con discapacidad para el servicio. Pero sus solicitudes fueron denegadas. “Fue desgarrador”, dice.

Desesperada por la ayuda que no llegaba, O’Neill decidió pedir un préstamo respaldado por la SBA, lo que significó que tenía que crear un plan de negocios para ayudarle a este organismo a predecir correctamente las proyecciones. De ahí que empezara a clases en el Centro de Desarrollo Empresarial de la Mujer, en Chicago, que ofrece una gama de recursos gratuitos.

“Una vez que pasé por este programa, me di cuenta de cuánto necesitaba aprender, porque no se trata sólo del funcionamiento de un negocio; es también el marketing, las finanzas y todo lo demás”, afirma.

El momento del despegue

Gracias a este plan, fue presentada a Bunker Labs, un acelerador de negocios sin fines de lucro para veteranos militares con sede en el área de Chicago, centrada en la tecnología y en el empresario.
También recibió capacitación a través de Operation Hand Salute, un programa de AT&T para propietarios de negocios con discapacidades, y tomó un intensivo del programa SBA Emerging Leaders.

Fue así como poco a poco, O’Neill comenzó a corregir los problemas con la estructura de sus negocios.

“Esta es una mujer que se ha propuesto seriamente convertirse en la dueña de un negocio, ver crecer sus ingresos y construir un negocio sostenible”, afirma Todd Connor, director ejecutivo de Bunker Labs. “No teme a ser ayudada, encontrar apoyo y ayuda. Es lo suficientemente inteligente para saber si hay programas y oportunidades disponibles y que uno debe aprovecharse de ellos”, agregó.

Y la cosa funcionó. En enero de 2015, O’Neill se reunió con un representante de préstamos de un banco comunitario de Illinois y logró obtener una línea de crédito de 250.000 dólares con respaldo de la SBA. Poco después, fue nombrada Mujer Veterana Emprendedora del Año, por la Asociación Nacional de Veteranos.

En la actualidad, esta madre ha hecho que el personal de su compañía haya pasado de dos a 18 personas, con contratos multimillonarios que incluyen uno con el Hospital de Veteranos Edward Hines Jr., el mismo en el que O’Neill había pasado su recuperación después del accidente.

El mes pasado recibió la aprobación para un nuevo préstamo de $ 900,000, igualmente con respaldo de la SBA.

Ahora espera aumentar los ingresos de su negocio de techos a unos 10 millones de dólares para 2019.