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Cuándo puede saltar el precio del dólar, según Juan Luis Bour, de FIEL

En tiempos electorales y de tensión económica por los niveles de inflación por las nubes, como así también de la escasez de dólares, los expertos realizan duras críticas a la conducción actual y siembran advertencias sobre los efectos que se observarán en los próximos meses.

En este escenario, iProfesional entrevistó a Juan Luis Bour, director y economista jefe de FIEL, en el que alerta que la transición con la nueva gestión será "salvaje".

"Se trata de agotar todos los stocks disponibles para financiar desequilibrios, aun cuando ello comprometa el futuro y determine una eventual explosión", sentencia este analista.

Al respecto, considera que después del ballotage es "muy probable" que se "suelte" al precio del dólar, como anticipo de lo que viene a partir de diciembre.

-¿Qué evaluación realiza de la situación económica actual?

-El gobierno de los Fernandez estuvo encerrado desde que se instaló, a fines de 2019, en diseñar planes de muy corto plazo, los "planes llegar", que bien pueden caracterizarse por la frase: "Después de mí el diluvio", atribuida a Luis XV. En buen criollo, ello justifica cualquier política en el corto plazo que le permita subsistir al gobernante, ya que de la debacle ulterior se ocuparán otros.

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Eso fue lo que hizo el ex ministro Martín Guzmán al renegociar la deuda externa y, a la vez, iniciar un proceso de creciente endeudamiento doméstico. En tanto, Sergio Massa es el último eslabón del peronismo-kirchnerismo con este programa político y económico, que, por supuesto, lleva al paroxismo los desequilibrios que se transfieren como herencia. Massa es Atila, deja la tierra arrasada, y sus instrumentos, no por primitivos, son menos eficaces.

Los planes del Gobierno para controlar al dólar e inflación arrastran más desequilibrios.
Los planes del Gobierno para controlar al dólar e inflación arrastran más desequilibrios.

Los anuncios del Gobierno para frenar al dólar, en un marco de alta inflación, arrastran más desequilibrios a futuro.

-¿Cuáles son los puntos que más le preocupan del Gobierno en este escenario?

-En primer lugar, se trata de agotar todos los stocks disponibles para financiar desequilibrios, aun cuando ello comprometa el futuro y determine una eventual explosión, en particular de las reservas del Banco Central. También se extreman decisiones que obligan al sector privado a endeudarse para mantener su actividad y hacer frente al pago de deudas. Por lo que agotados los recursos voluntarios, el mecanismo del cepo mantiene encerrados a los agentes económicos en un corralito que, por el momento, le presta financiamiento.

En segundo puesto, se vacía la recaudación futura por un doble mecanismo: por un lado, se traen recursos al presente (anticipando ingresos) y, por otro, se disminuye la recaudación futura por baja de impuestos y aumento del gasto tributario. Este mecanismo se aceleró con la llegada de Massa, que debió enfrentar su propia medicina a comienzos de este año, cuando se percató que los programas "Soja 1 y 2"  le habían reducido la caja del 2023.

En tercer lugar, se financian desequilibrios con emisión y con deuda compulsiva por el cepo (es decir, con emisión futura), en niveles que acercan peligrosamente el escenario a un fogonazo inflacionario. Un fuego que puede tomar cuerpo en la última parte de 2023 y en el 2024, con lo que la acción de los bomberos (el nuevo gobierno) sea, probablemente, confundida por muchos como la razón del problema. Es decir, alta inflación y caída del PBI, y no como la inevitable consecuencia de las decisiones tomadas por el gobierno saliente.

En resumen, la economía va por mal camino, básicamente, por el diseño económico del gobierno de los Fernández, que carente de un programa consistente de crecimiento privilegió "salvar la ropa", a costa de dejar una herencia envenenada.

-El tipo de cambio escaló tras las PASO, ¿qué puede ocurrir con el precio del dólar en las próximas semanas electorales?

-El dólar estará muy probablemente pisado con operaciones de venta de bonos y perdiendo reservas hasta la tercera semana de octubre. Luego de las elecciones, la estrategia se reacomodará en forma marginal y según los resultados. Y después del ballotage es muy probable que se lo "suelte", como anticipo de lo que viene a partir de diciembre.

-¿Y cómo se ubicará la brecha entre los distintos dólares?

-La brecha es reflejo de cepo sin dólares. No hay margen para una brecha menor a 100% hasta que asuma una nueva gestión y defina un programa económico.

La baja cantidad de reservas en el Banco Central y los desequilibrios de las distintas variables generan incertidumbre sobre los ajustes que deberá hacer la próxima gestión.
La baja cantidad de reservas en el Banco Central y los desequilibrios de las distintas variables generan incertidumbre sobre los ajustes que deberá hacer la próxima gestión.

Los desequilibrios en las distintas variables generan incertidumbre sobre los ajustes que deberá hacer la próxima gestión.

-Entonces, ¿alcanza el préstamo del FMI por u$s7.500 para mantener a las escasas reservas sin sobresaltos?

-Con las reservas brutas hoy en apenas u$s27.000 millones, el escenario que se abre es muy difícil hasta diciembre, ya que hay que hacer pagos al organismo que harán que la nueva administración asuma con apenas u$s24.000 millones de reservas brutas y otra vez unos u$s10.000 millones de reservas negativas. Eso es el resultado esperable, el mejor que se puede esperar, del último tramo del "plan llegar" del ministro Massa.

Es decir, esos niveles son el preanuncio de que el margen para procrastinar se acabó para cualquier administración que asuma el 10 de diciembre.

-La inflación muestra una inercia muy alta tras la reciente devaluación y salto del blue, ¿qué puede suceder con la marcha de los precios en lo que falta del año electoral?

-Pasará, probablemente, lo de siempre: después de un salto sobreviene una meseta, antes de un nuevo salto. El problema es que la meseta es cada vez más corta, y puede durar 3 o 4 semanas, en lugar de 2 meses. Por lo tanto, mi consejo es mirar el proceso, no el dato de una semana, porque eso puede confundir para los que no están más informados del proceso de formación de precios.

Así, septiembre se parecerá al dato de agosto (12,4%), o apenas abajo, y octubre tendrá unas 3 semanas "tranquilas", quizás al ritmo del 8%, para enfrentar una cuarta semana de ajustes que pueden ser fuertes.

En tanto, noviembre es el preludio de ajustes mayores, y por supuesto en diciembre pasamos cerca de un agujero negro: tenerlo en cuenta. Y no olvidar que lo que pase en diciembre y en 2024 es parte del año electoral 2023, o sea, que si alguien congeló precios en 2023, el culpable de la inflación en 2024 no es el que descongela.

-En base a este panorama complejo, ¿qué opina que sucederá en los próximos meses?

-Hemos tenido pocas sorpresas genuinas en lo económico, aunque sí en lo político. En lo económico, todos los que tenemos formación profesional en el tema sabíamos que la inflación tendería a acelerarse y que no había margen para un descenso persistente. Y que la escasez de reservas, la estrategia del cepo, la falta de horizonte y las restricciones generalizadas iban a llevar a una contracción del PBI.

Eso está ocurriendo y se mantendrá como característica de aquí a fin de año, de modo que es inútil esperar un cambio de condiciones en este período, en que el Gobierno decidió no cooperar para generar una transición ordenada y prefirió una transición salvaje. Eso también era de prever, no hay margen para la ingenuidad.-