Cuesta de enero: Ya es más caro comer fuera de casa, tomar refresco y fumar
“Enero es eterno”, dicen los consumidores. Después del importante gasto que se realiza durante las fiestas decembrinas y el periodo vacacional de invierno, el inicio del año se complica para los mexicanos: pagar tarjetas, los recibos de servicios, el aguinaldo se acaba y los precios suben.
Durante la primera quincena de enero del 2024 se registró una tasa de inflación interanual de 4.90%, de acuerdo con cifras del Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía). Y en la comparación inmediata se observó que el nivel de precios subió 0.49% sólo de la segunda quincena de diciembre a la primera de enero.
Este 2024 la cuesta de enero llegó con incrementos significativos en el precio de algunas verduras como el jitomate, el tomate verde y la cebolla. Comer fuera de casa o comprar comida preparada también encareció.
Las salsas verdes y el pico de gallo se cotizan en las mesas este inicio de año; en este periodo el jitomate subió 25.6% de precio en los primeros 15 días del año; el tomate verde encareció 8.7% y la cebolla 7.6% en comparación con la última quincena del 2023.
A escala nacional, los precios de la comida en fonditas, loncherías, taquerías y torterías registro un incremento de 0.8%, mientras que en los restaurantes o bares los precios subieron 0.5 por ciento.
Para las familias mexicanas el año también inicia con aumentos en el precio de la vivienda —rentada o propia— y otros gastos relacionados con el hogar: la vivienda encareció 0.17%, los derechos por el suministro de agua 1.25% y el servicio doméstico 1.50 por ciento.
En estos primeros días del año, además, los mexicanos tienen que hacer frente al pago de otros servicios e impuestos como el predial, las verificaciones de autos en algunos estados, la tenencia vehicular o el refrendo.
Cuesta de enero, más pronunciada para fumadores y quienes toman refresco
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró la incidencia del alza en los precios de los refrescos y bebidas saborizadas y carbonatadas, así como de los cigarros de cajetilla y otras formas del tabaco. Estas alzas se explican por el ajuste del valor del IEPS (Impuesto Especial sobre Producción y Servicios).
De acuerdo con lo aprobado por la SHCP (Secretaría de Hacienda y Crédito Público) este 2024 la cuota aplicable por cada litro de estas bebidas será de 1.57 pesos. De modo que la Coca Cola que costaba 37 pesos estará costando 39 pesos ahora.
Por su parte, para los tabacos labrados la cuota aprobada por cigarro será de alrededor de 0.62 centavos; una cajetilla de Pall-Mall Alaska que costaba 65 pesos estará costando 77 pesos aproximadamente. Los precios varían dependiendo las regiones.
Estos ajustes del IEPS ya se ven reflejados en el nivel de precios al consumidor. Los cigarros y otras presentaciones del tabaco se comercializaron, en promedio, 2.35% en esta primera quincena del año. Por su parte, los refrescos envasados registraron un encarecimiento de 0.65 por ciento.
El alza en estos productos tiene alta incidencia en el nivel de precios general debido a que son de alto consumo entre los mexicanos.
Por los niveles de consumo de refresco en el país, cerca del 80% de la población se ve impactada por esta alza de precios. Adicionalmente, se estima que el 10% del ingreso de las familias mexicanas se destina exclusivamente a refrescos y México es el país con mayor consumo per cápita de estas bebidas, según información de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México).
En el ámbito del consumo de tabaco, 9 de cada 100 mayores de 15 años en el país fuman cotidianamente, con una prevalencia de casi el doble en hombres respecto de las mujeres. Casi 1 de cada 10 hogares resentirá el encarecimiento.
Proyecciones de inflación para 2024
Los especialistas y las instituciones financieras esperan que la inflación no represente un riesgo para los indicadores monetarios y macroeconómicos. En el caso particular de México, pese a que los precios se han estabilizado, todavía la tasa de inflación general se ubica fuera del objetivo establecido por el Banco de México (3% +/- un punto porcentual).
Pese a la estabilización de los precios sí se ha registrado una tendencia al alza en la tasa de inflación nacional: cinco quincenas consecutivas con aceleración en el incremento de los precios. Pese a ello, los productos de la cesta de consumo mínimo (la canasta básica) se mantienen con niveles de inflación por debajo de la tasa general.
Esto es fundamental para evitar alzas en los niveles de pobreza moderada y extrema, debido a que casi el total de su consumo se destina en bienes y servicios de la canasta básica.
ana.garcia@eleconomista.mx