DeSantis busca mucho más para la incipiente Guardia Estatal: aviones, barcos, poderes policiales

Cuando el gobernador Ron DeSantis propuso revivir la Guardia Estatal de la Florida, que llevaba mucho tiempo inactiva, quería 200 voluntarios y un modesto presupuesto de $5 millones.

Luego aumentó a 400 miembros y $10 millones.

Ahora son 1,500 miembros y casi $100 millones, con poderes policiales, helicópteros, barcos y, a petición de un legislador, tecnología para hackear teléfonos móviles.

El proyecto de presupuesto para la Guardia Estatal de la Florida, publicado por una comisión de la Cámara el martes, ofrece la realización más detallada de la visión de DeSantis para la Guardia Estatal, una fuerza de la era de la Segunda Guerra Mundial que trajo de vuelta el año pasado para complementar la sobrecargada Guardia Nacional de la Florida.

DeSantis dijo a los legisladores que quería $98 millones para el programa, pero no ofreció muchos detalles. Los líderes republicanos en la Cámara reflejan en gran medida la propuesta de DeSantis, proponiendo más de $89 millones en su presupuesto, incluyendo seis barcos y vehículos de remolque, $49.5 millones para aviones y helicópteros, $22.7 millones para almacenar los vehículos y $10 millones para una nueva sede.

También quieren otros $750,000 para contratar a la empresa israelí Cellebrite con el fin de crear un nuevo Centro de Excelencia Forense Digital, que ayudaría a la Guardia Estatal a perseguir el tráfico de seres humanos y los delitos relacionados con las drogas y la explotación infantil Los departamentos de policía suelen contratar a Cellebrite por su capacidad para obtener el contenido de iPhones.

Ninguno de los fondos ha sido incluido hasta ahora en el proyecto de presupuesto del Senado de la Florida. Los senadores tampoco han presentado el proyecto de ley de DeSantis que amplía el tamaño y el alcance de la Guardia Estatal. Ambos podrían ser parte de la negociación entre las cámaras, ya que trabajan para elaborar un presupuesto idéntico para el estado durante el período de sesiones legislativas de 60 días que debe terminar en mayo.

El proyecto de ley de la Cámara de Representantes, HB 1285, basado en la legislación propuesta por DeSantis, crearía una unidad policial especializada dentro de la Guardia Estatal, con capacidad para portar armas y realizar detenciones. También se ampliaría su ámbito de actuación, que pasaría de activarse únicamente durante emergencias a activarse para “proteger y defender al pueblo de la Florida de amenazas a la seguridad pública”.

Muchos estados tienen guardias estatales

Casi la mitad de los estados cuentan con guardias estatales, que suelen ayudar a las unidades de la Guardia Nacional en la respuesta a emergencias y catástrofes naturales. A diferencia de los guardias nacionales, los guardias estatales son voluntarios —los miembros suelen poder darse de baja cuando lo desean— y solo el gobernador puede activarlos.

Sin embargo, pocas guardias estatales, si es que hay alguna, parecen tener las competencias que la Florida está considerando. La Guardia Estatal de Texas, por ejemplo, ha sido desplegada para enfrentar la crisis en la frontera entre Estados Unidos y México, pero no cuenta con una unidad encargada de hacer cumplir la ley y sus miembros no llevan armas ni pueden detener a nadie, según un vocero; tampoco dispone de helicópteros, aviones ni tecnología de interceptación de teléfonos móviles (pero sí dispone de pequeñas embarcaciones).

Algunos legisladores de ambos partidos se mostraron reacios a la propuesta del gobernador.

“Era mucho dinero —$100 millones— y tiene 400 miembros”, dijo el senador Ed Hooper, republicano de Palm Harbor y jefe de la Comisión de Presupuesto del Senado, que establece el presupuesto para el Departamento de Asuntos Militares. “No estoy seguro de que estén preparados para gastar esa cantidad de dinero”.

En la actualidad, la Guardia Estatal cuenta con menos miembros.

La ley estatal permite que el cuerpo cuente con hasta 400 voluntarios, pero aún no está en funcionamiento: todavía está “preparándose”, dijo un vocero de DeSantis en enero. En febrero, la oficina declaró al Herald/Times, en respuesta a una solicitud de información pública, que no tenía registros.

En octubre, su primer director falleció repentinamente. DeSantis anunció en enero a su sustituto, Luis Soler, capitán de la Reserva Naval federal.

Muchos ex agentes de la ley entre los solicitantes

La Guardia Estatal tiene 3,500 solicitantes, entre ellos numerosos agentes federales y locales en funciones y retirados, dijo a principios de este mes el representante Mike Giallombardo, republicano de Cape Coral, a los legisladores.

“No han podido hacerl una oferta oficial a muchos porque todavía están tratando de crear ese liderazgo”, dijo Giallombardo, quien patrocina el HB 1285.

Cuando DeSantis propuso revivir la fuerza, era como una fuerza de voluntarios de 200 miembros para ayudar a los 12,000 miembros de la Guardia Nacional del estado a responder a las emergencias. La Guardia Nacional de la Florida ocupa el puesto 53 de 54 estados y territorios en cuanto a la proporción de personal de la Guardia en relación con la población del estado, porque los funcionarios federales no han ampliado sus filas.

En sus declaraciones a los legisladores, Giallombardo describió una visión diferente para la Guardia Estatal.

En lugar de operar solo dentro de la Florida, como DeSantis propuso inicialmente, la Guardia Estatal podría ser enviada a otros estados sobre la base de acuerdos.

Según la propuesta de la Cámara, la Guardia Estatal también se usaría para fortalecer varias dependencias estatales, de manera similar a cómo los miembros de la Guardia Nacional fueron enviados a las prisiones estatales para cubrir la escasez de personal de prisiones.

Según Giallombardo, se pidió a todas las dependencias estatales que identificaran las “necesidades críticas” y las carencias que podrían cubrir los miembros de la Guardia Estatal.

La crítica demócrata califica de ‘innecesario’ el aumento al financiamiento

La representante demócrata Anna Eskamani, demócrata de Orlando, calificó de “innecesaria” la propuesta de más miembros de la Guardia Estatal y más dinero.

“Es realmente asqueroso, no hace que nadie esté más seguro y se trata solo de [un intento de] DeSantis para silenciar la disidencia y tratar de superar a Trump”, dijo Eskamani, quien votó contra del proyecto de ley.

Los $750,000 para Cellebrite —la mitad de lo solicitado por la empresa, según los los registros— serían el mayor acuerdo del estado con la firma israelí. La Policía Estatal de de la Florida (FDLE) y el Departamento de Seguridad Vial y Vehículos Motorizados (FLHSMV) le pagaron a la empresa alrededor de $430,000 combinados durante la última década, muestran los registros estatales.

DeSantis, quien se reunió con ejecutivos de Cellebrite durante un viaje a Israel en 2019, no toma posturas sobre las propuestas de financiamiento de los legisladores, dijo un vocero.

Según la solicitud de financiamiento de la Cámara, presentada por el representante Tobin Overdorf, republicano de Palm City, Cellebrite “proporcionaría capacidades forenses y recursos de capacitación a la Guardia Estatal, que se usarán para apoyar la aplicación de la ley para abordar el aumento significativo en la trata de personas, la explotación infantil y el tráfico de drogas en el estado”.

La asociación “ayudaría a acelerar las investigaciones criminales” al centrarse en la “rápida afluencia de dispositivos digitales encontrados en delitos de tráfico de personas, drogas y explotación infantil”, indica la solicitud.

El formulario de solicitud indica que también se usaría para proteger las tierras agrícolas de la Florida de un “problema de tráfico de personas”, que potencialmente podría apuntar a la mano de obra agrícola migrante en un momento en que DeSantis está tratando de tomar medidas enérgicas contra los trabajadores indocumentados.

“Este problema está desafiando al Departamento de Agricultura y causando problemas imprevistos a nuestros agricultores al afectar la seguridad de nuestros ciudadanos”, señala la solicitud.

Overdorf dijo que la solicitud de financiamiento del contrato con Cellebrite no vino de la oficina del gobernador y no está vinculada a la propuesta de ampliación de la fuerza de DeSantis.

“Viene de algunos electores”, le dijo Overdorf a un reportero de Herald/Times el jueves. Cuando se le preguntó quiénes eran, dijo que trabajaban en “varias áreas” y que su preocupación era permanecer en el cumplimiento de las “regulaciones actuales”.

El objetivo, dijo, sería crear una base de datos estatal para facilitar el seguimiento de personas que pudieran estar implicadas en el tráfico de personas y otros delitos. La capacidad de la empresa para acceder a los datos y procesarlos sería una “oportunidad increíble” para el estado.

Tom Wunk, vicepresidente de Cellebrite quien hizo la solicitud, no respondió a las peticiones de declaraciones.

¿Quién puede alistarse en la Guardia Estatal?

Los miembros de la Guardia Estatal son voluntarios, lo que significa que no cobran, pero sí reciben estipendios para viajes y otros gastos durante su servicio.

Para ser un miembro, un voluntario debe ser un ciudadano estadounidense, no haber cometido un delito grave, no debe ser un miembro del servicio militar activo y, si lo fue, debe contar, como mínimo, con una baja honorables.

La capacitación la establece el general adjunto y tiene que ser “al menos equivalente a los requisitos de formación de los miembros de la Guardia Nacional de la Florida”.

La Guardia Estatal de Nueva York no tiene poderes de arresto, dijo Eric Durr, director de Asuntos Públicos de la División de Asuntos Militares y Navales de de Nueva York.

Los miembros de la Guardia Estatal de Nueva York no están armados, no tienen aviones y llevan a cabo sobre todo labores logísticas, pero también ayudan a los migrantes, dijo Durr, ayudando en los hoteles en donde se alojan, repartiendo alimentos y otras tareas.

“Básicamente, su misión es ayudar a llenar los vacíos cuando no tenemos suficientes guardias nacionales”, dijo Durr.

La Guardia Estatal de California es una fuerza de voluntarios. En los últimos años, sus miembros han respondido a emergencias como incendios forestales, tormentas invernales y la pandemia COVID-19. Durante la pandemia, por ejemplo, ayudaron a montar tiendas de campaña afuera de los hospitales y distribuyeron alimentos a los que no podían salir de casa por el riesgo de infección.