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EEUU asegura que no espía en provecho de sus empresas
EEUU no usa sus capacidades de inteligencia para espiar a las empresas extranjeras en provecho de las estadounidenses, dijo el lunes la Dirección Nacional de Investigación (DNI), tras la publicación de informaciones sobre espionaje económico norteamericano en Francia.
La DNI declinó hacer comentarios específicos sobre esas informaciones, pero hizo mención a una declaración de septiembre de 2013 del director nacional de inteligencia de EEUU, James Clapper, que habló acerca de la doctrina del país en materia de inteligencia económica. "Esa declaración sigue siendo exacta", dijo a la AFP Jeff Anchukaitis, portavoz de la DNI, que coordina todas las agencias de inteligencia estadounidenses, entre ellas la NSA (Agencia de Seguridad Nacional).
Según la declaración de Clapper, que los servicios de inteligencia estadounidense "recogen información sobre los asuntos económicos y financieros y sobre el financiamiento del terrorismo no es un secreto". Sin embargo, Estados Unidos "no usa sus capacidades de inteligencia para robar los secretos comerciales de compañías extranjeras en beneficio de las compañías estadounidenses" para mejorar la "competitividad" o la "rentabilidad" de estas, añadió.
Según los documentos obtenidos por WikiLeaks y publicados por el periódico Libération y el portal Médiapart, "varias personalidades políticas y altos cargos franceses han sido puestos bajo escucha en estos últimos años", en referencia al actual comisario europeo Pierre Moscovici, ministro de Economía francés de mayo de 2012 a agosto de 2014, y a François Baroin, ministro del Presupuesto y posteriormente de Economía entre marzo de 2010 y mayo de 2012.
La lista de personalidades espiadas por la NSA en Francia también comprende a los tres últimos jefes de Estado franceses -François Hollande, Nicolas Sarkozy y Jacques Chirac-, según dichas revelaciones de WikiLeaks.
Médiapart asegura que los servicios secretos estadounidenses llevaron a cabo "un espionaje económico masivo en Francia" y, en este sentido, cita cinco síntesis de conversaciones telefónicas interceptadas y reveladas por WikiLeaks, aunque no aparece el nombre de ninguna compañía en estos documentos.
Según Libération, la NSA tenía como blanco "un centenar de empresas" francesas, que cotizan en su mayoría en el CAC 40, el principal índice bursátil francés.
El espionaje presuntamente abarca principalmente "proyectos vinculados con las telecomunicaciones, la producción de electricidad, el gas, el petróleo, el sector nuclear y la energía renovable, así como la tecnología ambiental y la sanidad", indica la página web de WikiLeaks.
