Yahoo Finanzas Empujarán a los automóviles a tener botones físicos por seguridad
La sobreabundancia de pantallas en los vehículos modernos y la ausencia de botones puede suponer un riesgo en la carretera.
Los fabricantes de automóviles parece que tienen una obsesión: hacer que sus vehículos se parezcan cada vez más a una tablet o a un smartphone. Por eso, muchos de ellos están decidiendo eliminar los botones físicos.
Quien compre un Tesla Model S descubrirá que apenas hay 6 de ellos: cuatro para manejar las cuatro ventanillas y dos situados en el volante y que se pueden personalizar. Lo demás, se controla desde la pantalla táctil central. Sí, incluso el encendido del vehículo, las luces o el control de las marchas automáticas.
Pero, ¿qué pasa si la pantalla deja de funcionar? En ese caso, el conductor tiene que tocar con insistencia una zona del salpicadero para que aparezcan unos controles mínimos (las marchas y las luces), pero que también son táctiles.
Si no te gusta la filosofía de Tesla, lo sentimos: casi todos los fabricantes están imitando a la compañía de Elon Musk, aunque todavía ninguna ha llegado la nivel de radicalidad 'anti-botones' de la marca. Pero quizás esta tendencia de quitar piezas mecánicas sea una moda transitoria. Euro NCAP, el organismo que evalúa la seguridad de los automóviles en Europa, intentará promover el uso de botones físicos para funciones clave en las futuras pruebas de "conducción segura".
El Director Técnico de Euro NCAP, Richard Schram, explica así sus planes, tal y como recoge Ars Technica: "Euro NCAP incentivará de hecho a los fabricantes de equipos originales para que dispongan de controles físicos, fáciles de usar y táctiles de las principales funciones de conducción, como limpiaparabrisas, luces de advertencia e intermitentes".
La idea de obligar a los fabricantes de automóviles a incluir más controles físicos es eliminar la creciente dependencia de las pantallas táctiles para las funciones básicas del coche y mantener la atención del conductor en la carretera.
El proceso se pondrá en marcha a partir de 2026, cuando, según Schram, el sistema de calificación Euro NCAP "incluirá 5 de cada 100 puntos en el apartado de conducción segura para empujar a los fabricantes a tener controles de vehículos intuitivos y fáciles de usar". Existe incluso la posibilidad de aumentar la importancia de los controles físicos en los coches en nombre de la seguridad. "En futuros protocolos, esto podría aumentar en importancia en el esquema de calificación", dijo Schram.
Varios fabricantes de automóviles no ofrecen actualmente coches con controles físicos para funciones de uso frecuente, como limpiaparabrisas e intermitentes. Por ejemplo, aunque el Tesla Model 3 tiene actualmente una calificación de seguridad de cinco estrellas, viene con un diseño "sin palancas" con botones en el volante para los intermitentes y los limpiaparabrisas. Según las nuevas directrices de Euro NCAP, los futuros coches con esta disposición podrían ser castigados con una puntuación de seguridad más baja.
¿Las pantallas táctiles hacen que los automóviles sean más peligrosos?
La omnipresente pantalla táctil se ve en todas partes, desde los teléfonos móviles a los hornos de pared, pasando por las cajas registradoras de los supermercados, los cazas supersónicos, las naves espaciales suborbitales o los coches. En lo que respecta a los coches, hay truco. Una gran trampa.
Mientras los fabricantes de automóviles buscan nuevas formas de explotar las pantallas táctiles, aparentemente para facilitar las cosas al conductor, cada vez se es más consciente de que, en realidad, podrían estar haciendo más peligroso el entorno de conducción.
No en términos de fallos del sistema o descargas eléctricas causadas por un diseño defectuoso, sino en términos de seguridad vial. A diferencia, por ejemplo, de un piloto de avión que utiliza pantallas táctiles -que a menudo cuenta con el apoyo de un copiloto y rara vez necesita responder instantáneamente a una situación en desarrollo-, un conductor de automóvil debe estar constantemente alerta mientras está al volante.
En un entorno en continuo cambio, como prácticamente todo el mundo sabe, incluso una distracción momentánea puede tener consecuencias desastrosas. En un vehículo en movimiento, incluso a baja velocidad, los acontecimientos se suceden con enorme rapidez.
El problema es que, para los diseñadores de automóviles, las pantallas táctiles son seductoras. Muchos se esfuerzan por superar a sus competidores, hasta el punto de que hoy en día un salpicadero con cualquier tipo de botón físico se considera arcaico, antiestético e ineficaz. El tacto de los botones, los mandos y las palancas ha pasado de moda. La cuestión es si las pantallas táctiles exigen demasiado al conductor.
El manejo seguro de un vehículo en movimiento requiere una atención constante a lo que ocurre fuera: los movimientos de otros coches, peatones, ciclistas, los semáforos y, en general, cualquier situación que puede requerir una decisión y una acción preventiva inmediata.
Lo último que necesita un conductor es la atención que exige una pantalla táctil. En contraste con los avances tecnológicos utilizados para mejorar la seguridad -como el frenado de emergencia autónomo delantero y trasero, la detección de peatones, la asistencia de mantenimiento de carril y el control de la fatiga del conductor-, muchos sostienen que la tecnología de pantalla táctil hace justo lo contrario.
Las pantallas táctiles son complicadas de usar al volante. Intentar colocar el dedo con precisión sobre un objetivo que se mueve, incluso en superficies relativamente lisas, es un reto que requiere una concentración visual a menudo desmesurada.
Mientras las autoridades siguen tomando medidas enérgicas contra el uso del teléfono móvil al volante, cada vez se es más consciente de que las pantallas táctiles integradas pueden ser igual o más peligrosas. La decisión de NCAP confirma esta teoría.
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