Tras frenar ventas y pedir “aportes” para cumplir la meta con el FMI, el Banco Central volvió a vender reservas

La jugada oficial para acumular la cantidad de reservas que exigía el acuerdo con el FMI para el segundo trimestre quedó finalmente al desnudo hoy: tras cuatro ruedas de mantener bloqueada buena parte las importaciones privadas y luego de haber acordado un anticipo de las liquidaciones con las empresas cerealeras, el Banco Central (BCRA) finalmente liberó algunos pagos, lo que hizo que ya no pueda seguir comprando dólares.

La entidad, que venía de adquirir un promedio de US$560 millones en las últimas dos ruedas, al pisar el acelerador para cumplir con ese objetivo, debió asistir a la demanda autorizada (aunque recortada) con unos US$190 millones que salieron de sus reservas recientemente recompradas. Todo esto aunque el volumen operado de contado en la rueda se mantuvo por tercera jornada consecutiva por encima de los US$600 millones (fue de US$612,5 millones). Esto significa que liquidó 12,2% de lo recuperado en el raid de supercompras que llevó adelante en el resto de la semana.

Las trabas a la demanda importadora privada comenzaron por el tiempo que los bancos y operadores necesitaron para adaptar sus sistemas informáticos a las nueva normativa cambiaria divulgada -no casualmente- el lunes minutos antes antes de la apertura del mercado (la comunicación que impuso los cambios tiene 19 carrillas) y ante la necesidad que las empresas presenten nuevas Declaraciones Juradas.

Luego a eso se agregaron alguna dilaciones más, según coinciden en narrar los operadores, que no tuvieron mayor explicación pero ayudaron a generar las condiciones para que el Central concrete un raid de recompras récord para enderezar números que venían muy torcidos.

Claro que nada de eso hubiera sido posible sin un aumento en las liquidaciones del agro, negociado por las autoridades económicas con las empresas cerealeras, para que adelanten parte de las ventas previstas para este mes. “Nunca habían pedido nada hasta la semana pasada. Esta vez nos pidieron que adelantemos unos US$1500 millones de julio”, le confió a LA NACION el CEO de una firma internacional de ese sector.

Eso llevó a las cerealeras exportadoras a vender un récord de US$3815 millones el mes pasado, un nivel inédito para junio (favorecido por los altos precios internacionales que lograron mantener los granos) y 13,5% superior al liquidado en igual mes de 2021.

Y como semejante aporte tampoco alcanzaba, “debió recurrirse además a aportes de bancos oficiales” (básicamente el Nación y el Provincia), que procedieron a desarmar parte de las posiciones dolarizadas que mantenían, apuntó a este medio una fuente oficial crítica de esa maniobra.

La jugada oficial para cumplir con el FMI y comenzar a recomponer la tenencia neta del BCRA ya había levantado sospechas en el mercado. “¿Hoy el BCRA cuanto vende? ¿100 200 500? Hoy devuelve lo que no dio en la semana?”, se preguntaba desde temprano el economista y consultor empresario Fernando Marull, por Twitter.

Desde la entidad sostienen que el rojo se generó porque se rehabilitó con el cambio de mes el cupo de dólar ahorro, volvió a dispararse la demanda destinada a los pagos por importaciones de energía (que se llevó unos US$ 200 millones tras dos días de estar “en pausa”) y se normalizaron más pagos. Pero también se atajan: “Las primeras semanas del mes van a ser de alta demanda”, advierten.

Desde el mercado explicaron además que entre los demandantes habilitados estuvieron los bancos oficiales que habían sacrificado “a pedido” parte de su tenencia. “El acuerdo es que la recompongan antes de la mitad de mes”, confió la misma fuente que aportó el dato. Todo confirma que lo visto en el resto de la semana fue más o menos un espejismo destinado, básicamente, a honrar la meta pactada con el FMI.

En la jornada, además, la entidad que conduce Miguel Pesce no casualmente validó un ajuste de 22 centavos en el dólar mayorista, el mayor de la semana, que cerró a $125,25/125,45 por unidad para la compra y venta respectivamente.

Aún así el tipo de cambio oficial, colocado ya en zona de atraso desde mediados de abril y hundiéndose cada vez más en él, aumentó en la semana que acaba de finalizar “$1,21 por debajo del ajuste de $1,32 que había registrado la semana anterior”, hizo notar el operador y analista Gustavo Quintana, de PR Cambios.