Anuncios
U.S. markets open in 7 hours 32 minutes
  • F S&P 500

    5,524.00
    +7.00 (+0.13%)
     
  • F Dow Jones

    39,917.00
    +73.00 (+0.18%)
     
  • F Nasdaq

    19,804.00
    +53.25 (+0.27%)
     
  • E-mini Russell 2000 Index Futur

    2,059.30
    +6.50 (+0.32%)
     
  • Petróleo

    81.66
    +0.03 (+0.04%)
     
  • Oro

    2,337.70
    -6.70 (-0.29%)
     
  • Plata

    29.51
    -0.01 (-0.03%)
     
  • dólar/euro

    1.0745
    +0.0008 (+0.08%)
     
  • Bono a 10 años

    4.2480
    -4.2570 (-50.05%)
     
  • Volatilidad

    13.33
    +0.13 (+0.98%)
     
  • dólar/libra

    1.2695
    +0.0006 (+0.05%)
     
  • yen/dólar

    159.4400
    -0.1550 (-0.10%)
     
  • Bitcoin USD

    61,021.80
    -1,255.73 (-2.02%)
     
  • CMC Crypto 200

    1,269.81
    -39.90 (-3.05%)
     
  • FTSE 100

    8,281.55
    +43.83 (+0.53%)
     
  • Nikkei 225

    39,167.63
    +362.98 (+0.94%)
     

¿Es un buen momento para invertir en la Bolsa de Estados Unidos?

¿Es un buen momento para invertir en la Bolsa de EE.UU.?
¿Es un buen momento para invertir en la Bolsa de EE.UU.?

Al momento de escribir esta columna, el índice bursátil más relevante del mundo, el Standard and Poor’s 500, acumula una caída desde principios de año del 24,7%, mientras que el tecnológico Nasdaq derrapa 32,4%, un derrumbe fenomenal que da cuenta de bajas aún mayores en la cotización de grandes empresas como Netflix, Meta y PayPal o más tradicionales como Nike, Boeing y Disney.

Ante tamañas caídas, la pregunta que surge inevitablemente es si estamos en un buen momento para comenzar a comprar acciones frente a una inflación mundial que lastima a quienes ahorran en monedas duras como el dólar y el euro.

Sabido es que la sangre atrae a los tiburones y que, cuando cunde el pánico en el mercado, el que se contagia del nerviosismo pierde. Por ese motivo, hoy intentaremos contestar la pregunta del millón dividiendo la respuesta en tres partes en función del horizonte de inversión de quien la formule.

PUBLICIDAD

Corto plazo: no tengo idea

En el corto plazo la Bolsa se parece más a un casino que a un mercado de inversiones que se mueve de manera racional en función de las expectativas de sus participantes sobre la marcha de las empresas y la economía. Si estás buscando ganar dinero fácil y rápido, esta columna no es para vos.

Si bien existen herramientas como el análisis técnico para analizar horizontes breves de tiempo y actuar en base a las tendencias del mercado buscando obtener ganancias puntuales, lo cierto es que desde aquí vemos muy arriesgada esa estrategia y, en cambio, encontramos valor en las inversiones duraderas realizadas en empresas que, con el tiempo, sean capaces de generar riqueza.

Quienes en menos de un año consiguen grandes beneficios, probablemente hayan comprado barato y vendido a mucho mejor precio sus papeles, por lo que hay otros que han perdido mucho dinero comprando caro y vendiendo barato. Se trata de un juego de suma cero donde un trader gana y otro pierde.

El dato que no pueden soslayar quienes tienen poca experiencia, pero se sienten capaces de surfear todas las olas, es que los nuevos traders se ven obligados a luchar con viejos lobos de mar que conocen como pocos las aguas turbias del mercado.

Nuestros amigos inexpertos también deben competir con computadoras programadas con algoritmos (Trading de Alta Frecuencia) desarrollados para anticiparse a los movimientos del mercado, lo que explica en buena medida por qué el 95% o más de los traders pierde lo que un 5% o menos se lleva como ganancia. La Bolsa en el corto plazo conforma un ecosistema muy desigual que beneficia a unos pocos y golpea y desalienta a muchos desprevenidos.

Sumado a ello, la aparición de cisnes negros hace que todo análisis de corto pueda quedar desactualizado en cuestión de minutos. ¿Algunos ejemplos recientes? El coronavirus, la guerra en Ucrania y la disparada de la inflación a nivel mundial.

Lamento haber decepcionado a quienes querían saber si era conveniente comprar hoy y vender en un par de semanas o meses con la posibilidad de obtener suculentas ganancias, pero la buena noticia es que tengo argumentos más sólidos para quienes tienen la paciencia necesaria y están dispuestos a esperar un plazo de al menos 2 años para cosechar lo sembrado, como veremos más adelante.

Mediano plazo: mejor esperar

Quienes siguen estas columnas tienen en claro lo importante que es observar la Curva de Rendimientos para anticipar crisis financieras.

La curva de rendimientos típica de los mercados es un gráfico que se dibuja ubicando a los bonos de Estados Unidos en función de dos variables: 1) La tasa de interés implícita que pagan los bonos y 2) El vencimiento de cada bono, que puede ser a un año, 3, 10, etc.

Según la curva que se forme, el gráfico puede indicarnos si hay riesgo o no de recesión en el corto y mediano plazo. La experiencia dice que suele acertar en anticipar crisis económicas.

El análisis del gráfico es muy simple: cuando los bonos del Tesoro de EE. UU. a un año ofrecen un rendimiento (tasa implícita) superior para los inversores que el de los bonos a 10 años, entonces la curva se verá invertida. La veremos ir de arriba (izquierda) hacia abajo (derecha), cuando en situaciones normales debiera ir de abajo hacia arriba y subir a medida que aumenta el plazo de vencimiento y, en teoría, el riesgo.

La conclusión es que una curva invertida nos indica que existe una alta probabilidad de recesión inminente en EE.UU.

Esto es justamente lo que sucede desde el 12 de julio de este año, cuando el bono a un año pasó a rendir más que su primo con vencimiento a 10 años. Actualmente, la tasa implícita del primero es de 4,22% anual y la del segundo es de 3,87% anual.

La inversión de la curva de rendimientos anticipó con éxito las últimas siete recesiones financieras. Por lo tanto, si bien todo puede fallar, las chances de que tengamos otra en el mediano plazo son realmente altas.

Por tal motivo, pese a que la caída registrada por el mercado en lo que va del año llevó a la mayoría de las acciones a precios tentadores, no parece un buen momento todavía para comprar si el dinero invertido se va a necesitar en un lapso menor a dos años. En promedio, la plaza estadounidense tiende a retomar el sendero alcista solo unos meses antes de que la recesión finalice.

Largo plazo: luz verde

El rendimiento promedio histórico del Standard and Poor’s 500 desde su creación en 1926 es del 10,25% anual. Que sea un rendimiento promedio significa que algunos años puede bajar y otros años puede subir, pero por lo general ofrece ganancias en el largo plazo y las caídas suelen ser seguidas de alzas de mediano y largo plazo más potentes.

Es imposible asegurar que de ahora en más quienes inviertan a largo plazo en el índice o en una canasta de sus principales acciones obtendrán ganancias, pero la historia nos indica que es por lejos lo más probable, especialmente si se empieza a tomar posición durante un mercado bajista donde empresas con muy buenas proyecciones se ofrecen a precios tentadores.

Dicho esto, no debemos olvidar que estamos hablando de renta variable. Por lo tanto, la suba y baja de las cotizaciones puede provocar un vértigo insoportable en muchos inversores inseguros con sus análisis de inversión y temerosos de perderlo todo o ambiciosos hasta el hartazgo.

Para tener una idea del potencial de caída de corto y mediano plazo, debemos recordar que las últimas tres veces que la curva de rendimientos se invirtió (años 2000, 2008 y 2019) el Standard and Poor’s cayó luego 51%, 58% y 35%, respectivamente, lo cual arroja un promedio de 48% de baja.

Si tenemos en cuenta el porcentaje de caída actual, diríamos que hay una probabilidad cierta de ver otra caída del 20% antes de que el mercado estadounidense pegue la vuelta.

Este cálculo apurado no implica para los inversores de largo plazo seguir mirando de afuera el mercado con todo su capital. Quienes pretenden comprar solo en valores mínimos una acción terminan por no apostar nunca, por lo que el consejo que suele darse es el de empezar a comprar de a poco aquellos papeles que luzcan realmente atractivos por el valor de las empresas que emitieron esas acciones.

Si te interesa convertirte en un inversor de largo, en esta nota te brindo algunos consejos que pueden resultarte útiles.

Conclusión

He desplegado un abanico de argumentos para respaldar mis opiniones y expectativas, pero lo cierto es que son mías y no del lector, cuyo grado de aversión al riesgo y planes de vida desconozco.

En consecuencia, cada uno debe tomar los argumentos que considere válidos y le sirvan para elaborar su propio mapa financiero y llevar adelante estrategias de inversión.

Lo que sí recomiendo a todos es mucha cautela, paciencia y disciplina para transitar los complejos escenarios económicos a nivel global que debemos atravesar. Sin ellas, difícilmente podamos capear las tempestades que pasaron y las que vendrán.

¡Hasta la semana que viene con más consejos de finanzas personales!