Malas noticias para el Gobierno al cierre de un junio convulsionado y una alarma ya suena para el futuro
Tras dos meses de una leve desaceleración desde el pico de marzo (6,7%), la inflación se habría acelerado levemente en junio, según las estimaciones y cálculos de los analistas privados. Además, podría subir otro escalón en julio por los cimbronazos que deja la inestabilidad financiera y cambiaria tras la crisis de reservas que derivó en un supercepo a las importaciones.
Para los expertos que siguen de cerca la evolución de los precios en la Argentina, y que ya alertaron en las últimas semanas por la mayor frecuencia de remarcaciones, la suba de los precios en junio habría sido de alrededor de entre 5,2% y 5,6% (en mayo el IPC marcó un 5,1%). La información oficial del Indec se conocerá el próximo jueves 14.
Para EcoGo, la suba de precios fue de 5,2%. La consultora que dirige Marina Dal Poggetto estimó que se destacan en el mes los aumentos de bienes y servicios regulados, con subas en luz (16,5%), gas (entre 18% y 25%), prepagas (10%), colegios de la Provincia de Buenos Aires (8%), gasoil (12%), y servicios telefónicos, entre otros. Los Alimentos y bebidas habrían aumentado 4,7%, por debajo del nivel general. En lo que va del año, los bienes aumentaron 70,6%, mientras que los servicios lo hicieron un 62,7%.
Para C&T Asesores Económicos, la inflación fue de 5,3%. “Lo que más sube es Vivienda, porque están los aumentos de luz y gas. Hay alzas en colegios, cigarrillos, y prepagas, y los medicamentos volaron. Tuviste un incremento para los encargados y el servicio doméstico. Alimentos y bebidas estamos en 4,5%. Se moderó un poco, pero sigue siendo una tasa alta. Allí subieron aceites y grasas, lácteos, y verduras”, indicó Camilo Tiscornia. “Julio es una gran incógnita, pero no se aleja del 5%. El lío con los tipos de cambio y las trabas a las importaciones son inflacionarios. Además, hay un efecto estacional por el turismo y aumenta el agua”, explicó el director de C&T.
La proyección de Ecolatina, en sintonía, es de 5,3% para junio. “Me imagino cambios importantes en precios relativos”, dijo Federico Moll anticipando lo que será julio tras el ruido cambiario y financiero que se proyectará en el ámbito productivo. “Es cada vez más difícil tomar decisiones de precios o de producción”, explicó el experto.
“Tarifas y alimentos son los principales drivers de la inflación que esperamos que ronde el 5,5% o 6%”, afirmó Guido Lorenzo, director de la consultora LCG. “Uno se podía ilusionar con una desaceleración, pero con menos oferta global [menos importaciones] y un dólar más alto, que genera una expectativa de devaluación mayor, posiblemente seguiremos en niveles altos de inflación. Nuestro piso por ello para 2022 es de 80%”, alertó Lorenzo.
“Para junio estimamos un 5,6%″, señaló la economista de FIEL, Nuria Susmel. “Alimentos subió fuerte; turismo también y tarifas”, agregó.
“Va a estar en torno al 5%”, dijo Lorenzo Sigaut Gravina, de Equilibra. “Las trabas pegan no tanto porque todo se vaya a valuar al financiero, sino más por incertidumbre de costo de reposición y riesgo de malvender o no poner un precio lo suficientemente alto como para evitar poner en juego el capital de trabajo”, advirtió el especialista.